Capítulo 51

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Maraton 1-?

Pov Christian

Ha sido difícil pero no imposible encontrar a Amelia, ella se escondió como lo que es, una vil delincuente pero no hay nada que no se consiga cuando uno tiene contactos en todo el mundo y el dinero suficiente para hacer a las personas hablar. Ella pensó que huir al caribe, teñirse el pelo, cambiar su nombre y color de ojos seria el fin de sus problemas pero no hay nada oculto entre el cielo y la tierra, peor aun nadie se mete con mi familia y se sienta a tomar el sol y tomar agua de coco en el caribe.

No Señor.

Solo nos basto una semana para dar con su paradero, apresarla y extraditarla a los Estados Unidos para que pague como lo están haciendo sus cómplices. Mas aun el hombre que intento abusar de Anastasia, yo mismo me encargue de partirle la cara y con ayuda de mi padre y unos cuantos contactos me encargare que ninguno de ellos vuelva a ver la luz de sol sino es a través de una pequeña ventana por una hora diaria.

Escucho unos pasos acercarse y me siento firme en la silla al mismo tiempo que la puerta se abre. Dos hombres traen a Amelía esposada y cuando ella levanta la vista se sorprende al verme. El rubio le sienta fatal y sus ojos negros no hacen contraste con el mismo, me pongo de pie y los hombres la sientan frente a mi para luego salir de la habitación.

- Amelía, Amelía, Amelía,- digo con ironía.

- Christian yo solo...- levanto la mano y ella calla abruptamente.

- No me interesa lo que tengas que decir Amelía,- digo con voz dura,- Nunca pensé que tu despecho te llevara a cometer un error tan grande y meterte con mi familia de esta forma, te advertí que te alejaras de nosotros, pero no, secuestraste y golpeaste a mi esposa por puro placer. Para vengarte de algo que tu misma te buscaste.

- Ella...- levanto la mano y calla otra vez.

- Ella solo defendia su familia de una mujer como tu, interesada, arribista, falsa y mañosa,- ella niega y sus ojos se llenan de lágrimas,- Te aconsejo que busque un buen abogado para que apele cuando seas condenada y solo puedas ver la luz del sol una hora por día.- ella niega asustada,- Te metiste con lo mas sagrado que tengo y eso no te lo voy a perdonar nunca Amelía.

- Christian por favor...- dice y llora, pero su lágrimas no me conmueven mas bien me dan rabia, eso mismo le suplico Ana y ella no se compadeció de ella, mis hijos lloraron cada noche por su madre mientras ella se tomaba un cocktail  en un exótico lugar y disfrutaba de nuestra desgracia,- Perdón.

- Que te perdone Dios porque yo no lo voy hacer, esto es algo que no lo voy a olvidar nunca y tu vas a pagar muy caro tu error. - ella me mira con arrepentimiento pero es tarde para eso,- Y yo personalmente me voy a encargar de que así sea,- rodeo la mesa y salgo de la pequeña habitación mientras escucho sus gritos desesperado. Le hago una señas a sus custodias y ellos asienten, ya saben lo que procede...

Es víspera de noche buena y como es costumbre de mi madre, mi abuela, hermana y cuñada ahora se que será de mi mujer también, vamos a un orfanato de niños a llevarles regalos y una deliciosa cena de navidad, hoy toda la familia nos acompaña y Elliot tiene un show de títeres preparado para los niños. Ana se encargó de comprarles ropas y zapatos, mi madre los juegos y así sucesivamente todos aportamos algo para que esos niños puedan tener una tarde divertida.

Llegamos y parece que ya nos esperaban, la alegría es contagiosa y veo a Ana sonreír encantada, mis hijos y mis sobrinos se ligan con los niños como si los conocieran de siempre mientras los mayores ayudamos a preparar el lugar.

Estoy poniendo una mesa cuando alguien jala mi pantalón y me hace voltear. Es Phoebe y viene acompañada de una hermosa rubia de ojos verdes que me trae gratos recuerdos de aquella rubia que irrumpió en mi oficina y me devolvió la vida.

Te Quiero De VueltaWhere stories live. Discover now