33- ES RIDÍCULO

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ES RIDÍCULO
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Canción: By your side - Jonas Blue ft. Raye.
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El lunes en la mañana me desperté sin Levi a mi lado. Sentí un pequeño pinchazo de tristeza por su ausencia. Su madre lo había llamado el domingo en la noche para pedirle que fuera a visitarla y yo había aprovechado para ir a visitar a mis padres y ver cómo seguía papá. Aunque los llamaba casi todos los días, no era lo mismo que estar junto a ellos y ver que en verdad estuvieran bien. Por un momento habíamos pensado en ir a visitarlos juntos —primero a su familia y luego a la mía—, pero al final por alguna razón decidimos mejor esperar.

¿Por qué? No lo sé. Tal vez creíamos que era demasiado rápido todo, demasiado intenso. Sea como fuere, se tomó una decisión y cada quien se fue por su lado y, como yo no le había preguntado para que volviera, él tampoco había tocado el tema. Al final de la noche cada quien había dormido en su cama extrañando al otro. El mensaje que encontré en mi teléfono al salir de la cama me lo confirmó.

Levi: Debí haberte rogado porque me dejaras quedarme. No dormí bien sin ti :(

Y adjuntaba una foto de su rostro adormilado haciendo un puchero.

Era absurdo lo feliz que me ponía aquello. Sonreí todavía con el sueño haciendo pesar mis párpados y le escribí una respuesta rápida.

Lucette: Yo no te dije que te fueras, tú no quisiste quedarte.

Fui a la cocina a preparar café después de desperezarme y volví para darme una ducha rápida. Cuando salí de bañarme, un mensaje ya me esperaba.

Levi: Que no quise quedarme? Lo quería más que nada en el mundo! De haber oído mis pensamientos me habrías echado a patadas.

Sacudí la cabeza sonriendo y marqué el botón para llamarlo.

—Tal vez te habría atado a la cama —dije cuando tomó la llamada. Su risa al otro lado de la línea me hizo sentir feliz y extrañarlo todavía más.

—No lo habría permitido —contestó.

—¿No? ¿Seguro? —Me dirigí a la cocina para servirme el café y saqué un trocito de tarta de limón que Levi me había comprado el día anterior—. Tienes razón. De haber oído mis pensamientos es probable que hubieras huido despavorido.

Volvió a reír al tiempo que yo comía tranquila sentada a la barra —había puesto el teléfono a un lado en altavoz— y mecí mis pies de adelante hacia atrás, ansiosa porque el día pasara rápido y pudiera verlo otra vez.

—Dios, es tan ridículo que ya te extrañe tanto.

Sentí que el estómago me daba una voltereta y di un trago a la bebida antes de decirle:

—Tú siempre eres ridículo. —Y lo escuché reír otra vez.

—Bueno, ¿entonces paso por ti después de mi cita?

Hice un sonido de asentimiento, puesto que tenía la boca llena, y tragué con dificultad. Ese día tenía su cita con el médico y estaba algo nerviosa por saber qué le diría que tenía. Seguía estando algo delgado y con las ojeras muy marcadas, y aunque parecía más feliz y relajado continuaba viéndose cansado. Le había preguntado si no quería compañía y él se había negado diciendo que sería algo rápido. Yo no había insistido. Solo esperaba que no fuera nada grave. El estómago se me endurecía al pensar que fuera así.

—Sí, recuerda que vamos a ir a lo de Carolina Altamirano. —Miré mi ejemplar de Alguna vez tuve un ángel, su libro, y sonreí. Estaba muy ansiosa por conocerla.

Siempre has sido tú ✔ (EN LIBRERÍAS)Where stories live. Discover now