36- SU VOZ (2)

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DESTINOS CRUZADOS
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Canción: I'll stand by you - Cory Monteith.
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ADVERTENCIA: Contiene spoilers de mis historias Rendirse jamás y Vencedor :3 si no les importa o no tienen pensado leerlas, entonces disfruten ♥
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Mi tía Anna y yo comenzamos a organizarnos antes de iniciar con todo el asunto del banquete. Dado que algunos de los postres y las comidas planeadas debían servirse calientes las dejaríamos para el último día, pero el resto debíamos irlo preparando y así fue como pasamos la tarde y noche del jueves. Dado que era comida para unos quinientos invitados, debíamos tener todo bien medido para que no faltara nada, así que tuve que poner toda mi concentración en lo que hacía... o una parte de ella. La otra parte estaba con Levi.

El estómago me dolía. No podía dejar de pensar en él, en cómo estaría, en qué habría pasado... y odié estar ahí preparando postres en vez de a su lado. En poco menos de dos semanas volvía a clases para mi último semestre y quería regresar lo antes posible a casa para pasar mis últimos días libres con Levi. Deseaba volver y verlo bien, feliz, sano... y encerrarnos en el departamento, solo nosotros dos. Olvidarnos del resto del mundo por un rato.

—¿Necesitas sentarte? —La voz de mi tía me hizo levantar la mirada. Ya era casi la una de la mañana y además de la pequeña siesta que tuve cuando recién llegamos no había dormido más, por lo que me veía muy mal, cansada. Sacudí la cabeza e intenté sonreír, pero ella no se tragó mi actuación—. ¿Qué pasa, Lucette? Te noto distraída.

Durante toda la tarde no habíamos hablado de mucho más que el banquete y no me había animado a contarle acerca de Levi. Ni siquiera le había dicho que teníamos una relación ahora, ella solo sabía que había decidido mudarme para que la facultad no me quedara tan lejos, pero quería hablar con alguien. Con él preferentemente, pero no podía en ese momento, así que decidí sincerarme con mi tía.

—Yo... —Tomé una profunda respiración—. Es Levi.

Sus cejas se arquearon con sorpresa.

—¿Tu amigo? ¿El chico con el que compartías piso?

—Sí, él está en el hospital...

—¿Qué pasó?

—Él... —Un mareo repentino me interrumpió.

Los oídos comenzaron a pitarme al tiempo que una punzada dolorosa se instalaba en mi cabeza. Los bordes de mi visión se tornaron negros.

—¿Lucette? Ven, siéntate.

Todo comenzaba a darme vueltas. Veía puntos brillantes bailando tras mis párpados, pero mi tía me guio a una silla, sobre la que me apoyé. Comencé a respirar con calma, esperé a que la molesta sensación desapareciera y escuché que Janelle se acercaba. Sentí su mano rodeando mi muñeca.

—Tienes la presión baja —dijo tras un minuto—. ¿Es esto frecuente?

—No.

—¿A qué hora comiste por última vez?

Empecé a recordar y me di cuenta de que desde antes que Levi hubiera entrado al hospital no había probado bocado.

—Eh, hace rato ya.

—Lo más recomendable es no pasar más de cuatro horas sin comer. —Me miró con censura y yo bajé la vista. En eso la puerta se abrió y un hombre entró.

—Aquí traigo un chocolate y un refresco.

Janelle tendió las manos y él le pasó ambas cosas.

Siempre has sido tú ✔ (EN LIBRERÍAS)Where stories live. Discover now