38- DE SU BOCA

336K 22.1K 3.3K
                                    

DE SU BOCA
***

Canción: This town - Niall Horan.
***


Cuando nos sentamos de nuevo en la camilla Levi me sonrió con tristeza.

—Relájate —pidió al sentir que me tensaba. Había tenido tantos sustos durante esos últimos días que ya estaba preparada mentalmente para algo que podría romperme el corazón—. La verdad lo que tengo es mucho menos grave de lo que los diagnósticos en Internet me hicieron creer. —Sonreí un poco al escucharlo y él tomó mi mano suspirando—. Durante el mes pasado más o menos estuve sintiendo mucha... presión, supongo. Estaba estresado, ansioso... Luego empezó el temblor en mis manos que atribuí a tanta cafeína que tomaba. Me ponía demasiado irritable...

—Lo recuerdo.

—... y los cambios de humor me los señaló Vick, así como la pérdida de peso tan extrema y luego...

—Deja de dar vueltas y ya dime qué tienes —pedí frustrada.

Recordaba cada uno de aquellos cambios y no necesitaba que él los enumerara de nuevo.

—Nada grave, te digo. Al principio el doctor tuvo la sospecha de que podría ser un tumor cerebral y me lo dijo. Me pidió que no entrara en pánico —rio sin humor—, que lo veríamos tras hacer algunas pruebas, como si aquello pudiera reconfortarme de alguna manera.

—Levi, dime ya. Me vas a matar de la angustia.

Una media sonrisa apareció en su rostro.

—Es hipertiroidismo. Al parecer combinado con la ansiedad y el estrés que había estado sintiendo pues... tuvo una reacción en cadena o algo así.

Se encogió de hombros.

Yo fruncí el ceño tratando de recordar todo lo que sabía acerca de aquella condición —que no era mucho— y sentí su pulgar acariciando mis nudillos.

—¿Y... cómo se alivia esto? —inquirí esperanzada.

—Con radiación o removiendo mi tiroides.

—¿Una cirugía?

—Una pequeña —recalcó él—. Y esa fue la alternativa que tomé. Se supone que con radiación no puedo dormir cerca de nadie durante algunos días, por medidas preventivas ya sabes, pero...

—¿Pero...?

—Con la cirugía tendré que tomar pastillas de por vida. —Hizo una mueca que expresaba su inconformidad con esto y yo reí un poco—. Además está el asunto de la anestesia general y... ¿sabías que hay una pequeña probabilidad de que nunca despiertes?

—Cristo, Levi. ¿Tú me quieres matar de un susto?

Lo miré con censura y él volvió a sonreír. Parecía alimentarse de mi sufrimiento.

—Me gusta que te preocupes por mí —dijo con dulzura.

—Bueno, pues a mí no me gusta preocuparme, así que deja de darme esa clase de disgustos. Harás que me dé un paro cardíaco antes de los treinta.

Llevé una mano a mi corazón, que había empezado a latir de nuevo con miedo. Ahora Levi había insertado esa idea de no despertar de la anestesia y yo no podría estar feliz hasta que saliera de la cirugía.

Él lo notó.

—Ya, enana. Sabes que estoy jugando...

Le lancé una mirada llena de reproche.

Siempre has sido tú ✔ (EN LIBRERÍAS)Where stories live. Discover now