Capítulo 24 - Accidente y declaraciones

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El señor Trinket se despertó temprano, ya que sonó el timbre. Fue atender y vio que era el chico que limpiaría las ventanas. Maldijo en su mente pues quería que lo hiciera Haymitch pero ya que estaba el muchacho aquí, le dio indicaciones para que lo hiciera. El chico asintió y desapareció para empezar su trabajo.

Erwin estaba a punto de cerrar la puerta, hasta que vio a Haymitch de lejos, sentado en la orilla del estacionamiento con sus maletas. Se alegró al ver que por fin se iba pero aún estaba molesto por todo lo que le ha hecho pasar a Effie y a él.

No lo iba a dejar así.

Tenía que vengarse, así que buscó una idea para molestarlo pero sonrió de inmediato al recordar una cosa que le había hecho a uno de los antiguos novios de Effie. Así que se fue rápidamente a su automóvil.

Cuando entró al carro, lo encendió y lentamente empezó a avanzarle. Y al ver que Haymitch ya se iba, le avanzó más rápido.

Solo le iba a dar un sustito, nada grave. Tal vez pisaría su pie con la llanta.

Así que aceleró pero de una forma muy rápida que accidentalmente atropello a Haymitch por completo. Tenía mucho que no manejaba un carro y no sabía que a esa velocidad iba.

Erwin salió del auto y se acercó a él pero no respondía. La mamá de Effie escuchó el golpe así que salió y vio la escena. Histérica se acercó a ellos y pregunto:

— ¿¡Que paso!? ¿¡Que hiciste, Erwin!?

—Nada, iba a ofrecerme para llevarlo a la estación de trenes pero no me acordaba como manejar. No sabía que aceleraba así.

— ¡Trinket! Hace mucho que no usas el carro y mira lo que causaste. Esto es grave, te pueden meter a la cárcel por esto, ¿sabías? Voy a llamar una ambulancia y a Effie.

— ¡No! No le digas nada a Effie. Recuerda que está embarazada.

— ¿Effie embarazada? —susurró Haymitch, despertándose pero sin conciencia.

—Tranquilo, querido. En seguida llamare una ambulancia. Mantenlo despierto Erwin —ordenó— Si no, yo misma te meto a la cárcel.

La señora Trinket se fue a llamar la ambulancia y en pocos minutos ya estaba aquí. Se llevaron a Haymitch junto con el señor y la señora Trinket. Después llamaron a Mitchell, ya que su comprometido era un reconocido doctor en todo el Capitolio y distritos. Así que él fue de inmediato e hizo su paciente a Haymitch cuando apenas entró a urgencias.

— ¿Donde esta Effie? ¿No la llamaron? —preguntó, Mitchell, mientras se acercaba a sus padres.

—No, querido. Ella está embarazada y le podría hacer daño —apresuró su mamá.

—De todas maneras tienen que avisarle. Si no será peor y se preocupara mucho si no ve a Haymitch.

—No pasara. Así que no sigas y no llamarás a Effie —ordenó su padre.

Mitchell se molestó y se retiró de ahí, alejándose de su familia. Tomó su celular y desobedecieron las órdenes sus padres y la llamó. Ella no contestaba hasta la séptima vez.

— ¿Bueno? ¿Con quién tengo el gusto? —escuchó,

— ¡Effie! Soy Mitchell. Estoy en el hospital y necesito que vengas. Es sobre Haymitch, acaba de tener un accidente.

— ¿¡QUE!? ¿COMO QUE UN ACCIDENTE?

—Tranquila, te daré los detalles cuando vengas —colgó y regresó con su cuñado.

Effie se levantó y se vistió lo más rápido. No le importó si tenía los ojos hinchados, solo tomó sus llaves y fue al auto, directo al hospital.

Mr & Mrs Abernathy (De Mentira)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora