Latido dos

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No aguante una semana más y caí enfermo por las bajas temperaturas y por culpa de mi inexperto cuerpo acostumbrado al calor y a un sol radiante casi todos los días del año. También por culpa de mi papá, decía mi madre, por obligarme a salir de noche y a altas horas de la mañana para botar la basura, sin nada con que abrigarme. Siento que igual es culpa mía por no secarme el pelo después de la ducha y creo que ella tenía razón al decirme que pegaría un resfriado, porque así fue.

Estaba en cama, con mucho papel higiénico decorando mis sábanas y mucho líquido llenando mi sistema. Veía la televisión y sentía que mis pies se endurecían por el frío. Mi pieza es —desafortunadamente— más helada que las demás, mi papá me dijo que era porque las murallas no tenían una especie de sellador o algo así. El vapor salía de mis labios, muy poco vapor el cual aumentaba en la noche, es por eso que cambiaba de lugar con mi papá. Él dormía en mi cama de noche y yo con mamá.

Clyde y El Token han venido a verme, también Kenny, Kyle y Butters, el cual conocí hace poco y quienes son los que mejor me caen de ese grupo. Clyde me confesó que Tweek no quiere venir por miedo a contagiarse y Butters, un niño pequeño, rubio y con voz temblorosa, me contó que Pelos nerviosos me extrañaba, pero no entendí por completo lo que me quería decir. ¿Me extraña en las clases? O ¿como parte del grupo?. En fin... Cuando vinieron jugamos un poco y luego se fueron.

Kyle vino hoy, solo. Me dijo que alguien vendría a verme pero no me dijo quién. Me pasó las materias y el calendario de las próximas pruebas. Me sentí agobiado, eran muchas en tan poco tiempo.

—Espero que te estés acostumbrando bien, tú me caes bien —me dijo mientras me mostraba sus cuadernos impecables y ordenados. Cuando estaba escudriñando cada página me di cuenta de que había una extraña sigla escrita en una de las hojas: "E.T.C.", encerradas en un uniforme corazón rojo. Cuando le pregunté por eso me dijo que era la sigla "etcétera" pero no comprendo porque estaba encerrada en un corazón, tampoco le pregunté, quizás le guste esa abreviación. ¿Quién sabe?.

—Tú igual me caes bien, también Kenny pero Cartman no.

—¿Y Stan?

—¿Quién es él? —miró la ventana y se puso a reír. Se fue sin contestarme.

Me quedé dormido hasta que anocheció pero me desperté cuando escuché lluvia golpeando mi ventana. Pasé un rato leyendo una revista y la voz de mi mamá hablar con alguien afuera llamó mi atención. Me asomé pestañeando varias veces para retirar esa capa de neblina que cubría mi retina y para aclarar mi vista. Ahora la lluvia había cesado, pues la mujer que tenía un paraguas sobre su cabeza lo dejó caer, revelando su corto cabello marrón. Miré con atención y cuando ella comenzó a irse vi que estaba tomada de la mano del niño con pompón rojo. Al rato después mi mamá llega a mi cuarto diciéndome que los "Marsh" me habían hecho un queque de chocolate.

Último latido de un corazón oxidado [South Park]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora