Latido seis

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Miré el comedor y sólo estábamos Clyde y yo. Token seguía enfermo y Tweek no vino y ninguno de los dos sabía porqué. Comía una hamburguesa y escuchaba como había sido el fin de semana de mi amigo. No había nada bueno que rescatar de una tarde aburrida en la tienda de zapatos de su padre.

Cuando salimos a recreo, ambos decidimos jugar con el grupo de Cartman e hicimos grupos. En mi lado estaban: Kenny, Kyle, Stan y yo y en el otro: Clyde, Cartman, Butters y Kevin. Me enteré de que mi prima Red era la novia de Kevin. Me sentía feliz por ella y triste por Kevin, ya que siempre me pareció una bruja.

—Las reglas son —comenzó Cartman—: no rasguñar ni escupir, no golpearse, no pasar más allá de la línea que dibujé, no empujar y por último... Kyle —Y el mencionado lo miró—, estás fuera.

—¡Que carajos Cartman!

—Los judíos no pueden jugar al policía y al ladrón. Todos saben que eres un ladrón.

—¡Judío no es un insulto culo gordo!

—Está bien, al diablo. Comencemos ya —gritó enojado Kenny y nosotros, los policías, corrimos tras los ladrones. O sea ellos.

El juego terminó justo después de la campana y justo después de que Butters haya sido agarrando por mí. El maldito corría muy rápido para ser tan pequeño.
Mientras caminábamos por el pasillo le pregunté a Kyle por la extraña sigla que tenía escrita en sus cuadernos. Nuevamente me dijo que era por el "etcétera" pero no le creí está vez, así que le exigí una respuesta y lo único que hizo fue ponerse rojo y apuntar a Cartman quien caminaba adelante de nosotros.

—¡Por Car...!

—Cállate —me cubrió la boca y esperó a que el castaño entrase a la sala.

—No entiendo ¿por qué?

—No lo sé. ¿Es malo que me guste un niño? —preguntó más para sí mismo—. Porque en serio que se siente raro, y aunque sé que me insulta hay algo en él que me atrae, es horrible y extraño... Es como lo que siente Stan cuando te mira.

—¿Qué siente Stan?

—Deberías preguntárselo —me sonrió y caminó al salón—. ¡Ah! Y por favor... No digas nada.

Asentí levantando mi dedo meñique y él se alegró. No podía creer que al niño más inteligente del universo —según yo— le gustase el más pesado del universo. Era inverosímil y extraño, ¿a un niño le puede gustar otro niño? Porque yo no he visto dos padres con hijos o dos madres juntas. ¿Y si eso me pasaba a mí? Rayos, yo no quería que me gustase un niño, tengo miedo de que eso pase y que me molesten o que me caiga una maldición por romper las reglas. Escuché un ruido en el baño y ese ruido me sacó de mi extraña paranoia y absoluta agonía que estaba sufriendo. Al entrar vi a un niño sobre el lava manos, y era nada más y nada menos que Stan.

—Oye Stan —hablé ocasionando que él saltara del susto mojándose la cara más de lo que ya estaba mojada.

—¡¿Cr-Craig?! ¿Q-qué haces... Qué haces tú...

—¿Qué sientes cuando me miras? —fui directo al grano pues quería saber que sentía Kyle y a la vez, aprovechando la pregunta, que sentía Stan. Pues varios días lo he notado extraño cuando me habla.

—¿A-ah? —Otra vez ese color bonito se posó sobre su piel color durazno—. No entiendo Craig yo...

—Cuando me miras ¿Qué sientes? ¿Dolor?

—N-no yo...

—Felicidad —confirmé.

—No... —pude notar que se sentía más tranquilo que antes y sus ojos se paseaban por el piso buscando un lugar para posarse.

—¿Entonces qué?

—Me cosquillea el estómago —confesó al fin.

—¿Cómo? ¿Como las cosquillas?

—Algo parecido. Me siento feliz cuando me hablas o cuando me enseñaste a nadar... Me sentí muy feliz —sonrió cerrando sus ojos y todo mi cuerpo se erizó, palpitándome fuerte el pecho y sintiendo que mi cara se derretía.

—O sea como... ¿Te caigo bien?

—Creo que más que eso —me miró a los ojos y creo que mi cara estaba más caliente—. Tengo que irme.

—Aguarda —Y se detuvo al frente de la puerta—. Quiero ir contigo.

—¿A dónde?

—A donde tú quieras.

Sonreí y él también lo hizo. Y estoy seguro de que ahora soy yo él que quería vomitar.

Último latido de un corazón oxidado [South Park]जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें