8. "Abominación"

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Playlist:

Cold Cold Cold - Cage The Elephant

Told You I'de Be With The Guys - Cherry Glazer

Age Of Consent - New Order

Ful Stop - Radiohead

Monsters - Ruelle

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"El coraje no quiere decir no tener miedo. El coraje quiere decir no dejar que el miedo te detenga." –Bethany Hamilton.

Scott limpió su boca teñida de rojo con el dorso de su mano. Su rostro había vuelto a la normalidad, sin embargo, una máscara de ira lo cubría. Ambos estábamos teniendo problemas en mantenernos bajo control.

La calle estaba totalmente desierta. No lograba oír ni siquiera algún vehículo lejano, o alguna brisa entre los árboles. La calma era inquietante. Tanto que, el mero tintineo que causó la cadena de la bicicleta de Scott cuando él la quitó, logró hacerme saltar del susto. Todos mis sentidos estaban al borde.

Se acercó hasta la calle, llevando la bicicleta, y se quedó a medio camino. Cerró sus ojos un momento, haciéndome creer que iba a caerse allí mismo. Me apresuré a él, pero recuperó su compostura con tanta facilidad que creí que había imaginado todo.

–Hay que irnos. Súbete.

Inspeccioné la bicicleta con duda. Si antes había parecido una locura, ahora...

–Scott, estás seguro de que—

–Sólo súbete.

Su tono fue suficiente para hacer que cerrara la boca. Cerré mis manos temblorosas en puños, obligándoles a mantenerse quietas. Cuando confié –más o menos– en que lo harían, me subí al manubrio de la bicicleta, tal y como lo había hecho antes. Un quejido de dolor salió de mi garganta, apenas lo hice. Si antes no había sentido nada en los cortes de mi pecho, ahora sentía que estaban envueltos en llamas. Apreté mi mandíbula con fuerza, y luché para mantenerme erguida e inmóvil.

–Estoy bien. –Le dije, antes de que pudiera preguntar. –¿Lo estás tú?

Su única respuesta fue el movimiento de la bicicleta al subirse él.

No fue a la velocidad de la luz como había hecho antes. Es más, hubo momentos en que casi se detenía. Yo no me atrevía a preguntarle nada. Su mal humor era casi palpable, y me resultaba tan extraño viniendo de él, que no podía hacer más que quedarme lo más callada e inmóvil posible, ocupada en ignorar mi propio disgusto y dolor.

Mi pulso todavía estaba acelerado. La adrenalina no se había ido del todo, y los vestigios de algo recorrían mi cuerpo, como si siguiera lista para defenderme. Estaba intentando controlar esa sensación, cuando Scott se detuvo del todo. Estábamos en una—¿Veterinaria?

–Vamos. –Dijo él, apresurándome para que bajara. El movimiento que hice al bajar volvió a causar que las heridas de mi pecho estallaran en dolor, pero logré evitar demostrarlo.

Lo seguí hacia la veterinaria, recordando que él trabajaba en una, la cual debía ser esa. Un perfume sutil y antiséptico propio del desinfectante llegó a mí apenas cruzamos las puertas. El por qué estábamos allí, escapaba a mis conocimientos. Al menos el mal humor de Scott pareció menguar. Observó de reojo mi pecho –mis heridas– y se levantó su chaqueta para revelar que él también tenía unas, dos tajos profundos en su cadera.

outlasted spirit ⋄ stiles stilinski // 2Where stories live. Discover now