outlasted spirit ⋄ stiles stilinski // 2

24. "Adversidad"

Playlist:

Sisters Of The Moon - Fleetwood Mac

Broken - lovelytheband

Transatlanticism - Death Cab For Cutie

If Walls Could Talk - 5 Seconds Of Summer

Too Late To Say Goodbye - Cage The Elephant

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"¿Qué es lo que expresan tus ojos? Me parece que más que todas las palabras que he leído en mi vida." —Walt Witman.

Si había una cosa que creía, era que Spencer iba directo al grano. Lo que no me esperaba, en realidad, era al punto que llegaba su tenacidad.

Había averiguado algunas cosas: ella era poderosa. Tuvo toda su vida para practicar, para mejorar sus habilidades. Y se propuso enseñarme lo más que pudo allí mismo, en medio de la cabaña donde vivía, durante lo que restó del día, buena parte de la noche, y la mañana siguiente.

Primero intentó ver si mi control se me daría naturalmente. No fue así. Luego pasó a una táctica totalmente diferente: empezar de cero. Y eso ni siquiera fue fácil.

El don de la ilusión era eso mismo: una ilusión que tenía que creerme. Lo cual, la primera vez que me lo dijo, fue completamente confuso. Me explicó que mi poder de mentir tan fácilmente no era casualidad, las fae eran engañosas y embusteras por naturaleza. Pero de mentir, a hacer que otra persona (y yo misma) viera cosas que en realidad no estaban allí, era otro cuento. Comenzó pidiéndome que le hiciera creer que la lluvia se detenía. Me explicó que debía dejar mi mente en blanco, serena, tranquila, y simplemente creer que no había lluvia. Que yo misma apretaba un interruptor imaginario que la detenía, y debía mirarla a los ojos para que ella pudiera creer lo mismo que yo. Hacer que otra persona creyera nuestras ilusiones sin que nos observaran directamente era algo mucho más difícil, según ella. El único problema de todo aquello es que me era imposible no dejarme llevar por mis pensamientos. Había pasado mi vida entera con problemas del temperamento —cosa que Spencer también atribuía a las Ondinas, qué sorpresa— y me parecía una broma de mal gusto que tuviera que controlar precisamente eso para poder crear las ilusiones. Así que, lo de detener la lluvia, no sucedió ni por asomo.

En aquellas horas que Spencer me volvió loca como la mejor y peor maestra que había tenido en mi vida, sólo había logrado un par de cosas; hacerle creer que algunas velas se apagaban, que mi esmalte de uñas descascarillado cambiaba de color, y lo máximo que logré fue que unas pocas plantas de alrededor levitaran unos centímetros.

Ella, sin embargo, me hizo ver que ambas flotábamos un metro por sobre la cama. Que las hojas de las plantas cambiaban de colores y formas, que las llamas de las velas se transformaban en libélulas emitiendo un rastro de chispas al revolotear. Y, dejándome completamente boquiabierta, que la cabaña a nuestro alrededor desaparecía, haciéndome ver a la perfección la lluvia caer sobre nosotras, empapándonos. Sus ilusiones eran increíbles.

Y yo era un desastre. La frustración comenzó a incrementar en mí, hasta que los consejos de Spencer no sirvieron de nada. Allí fue cuando se dio cuenta de que quizá me había presionado algo más de lo que tuvo intención... y una botella con agua que había estado cercana a nosotras explotó. Eso, de ilusión, no había tenido nada.

Ambas coincidimos que todo ese asunto sería una lección para otro momento. Luego de que la ayudé a secar las cosas que el incidente con la botella había empapado, decidí que debía ir a casa por lo menos un rato.