¿Oye, Pelirosa? (SasuSaku)

Capítulo 13.

Entre a la casa con determinación, ahora si es verdad que Sasuke se enterará de quien es Sakura Haruno. No esta ni en la sala ni en la cocina que lo que supongo esta en el cuarto con Sasumi, entro y lo primero que veo es a mi hija abrazada a Sasuke y ambos están dormidos. Mi pulso se acelero y no pude aguantar la tentación, agarre el celular de Sasuke y les tome una foto el flash de la cámara no despertó a ninguno pero si el ruido que hice al poner el celular en la mesita de noche.
—¿Sakura?— pregunto un soñoliento Sasuke frotándose los ojos.
—Si, ¿me puedes decir que haces en mi cama?
—Sasumi estaba llorando mucho y solo supuse que tenía sueño, le prometí que me quedaría con ella hasta que se durmiera...
—Ya cumpliste tu promesa ahora vete— el me mira amenazante al igual que yo.
—¿Porque quieres que me vaya? ¿Gaara se quedara contigo hoy?— su voz molesta me hace gracia.
—¿Estas celoso Sasuke-kun?
—No Sakura.
—¿Y tu me puedes explicar que hacías en la casa de Naruto cuando llegue? ¿O es que no me puedes dejar tranquila?
—Es la casa de mi hermano y pase a verlo y tenia ganas de estar con el monstruito ¿Algún problema?
—Para nada, solo que me molesto que Gaara pensara que eres el papá de mi hija— hice énfasis en "Mía"
—¿El pensó eso?
—Si, dijo que habías echo un gran trabajo criandola, es inaudito que yo soy la que me sudo el culo por mi hija y te den méritos a ti.
—Sabes que yo quiero mucho a la niña.
—Si la quisieras nos dejarías en paz— dije fuerte y claro.
—No dejare a Sasumi.
—No es tu hija Sasuke.
—No me importa una mierda si es o no mi hija, la quiero y punto. Y ni tu ni nadie va a prohibir que la vea y este con ella— se levanto de la cama y beso la cabeza de mi hija. Me agarro por el brazo y me condujo hasta la sala donde me solto— Que bueno que Gaara penso que soy el padre biológico.
—Yo le aclare que no eras el padre y que ni mucho menos la criaste.
—¿Porque lo hiciste?
—Por que mi hija no tiene padre.
—Tiene que tener un padre o tu la hiciste sola. Eso es imposible Sakura — su sarcasmo no me gusta.
—Obvio que no la hice sola pero no tiene padre ni tendrá así que deja tus preguntas que no van al caso.
— Si van al caso, ¿Quien es el padre de Sasumi? ¿Porque no se hace cargo de ella?
—No preguntes Sasuke.
—Si pregunto por que me interesa la niña.
—No te diré.
—O si que me dirás, o prefieres que averigüe por mis medios.
—Ni por tus medios ni por los mios, no seas metiche Sasuke.
—No soy metiche solo quiero saber por que un padre no querría hacerse cargo de una niña tan encantadora como Sasumi.
—Eso mismo me pregunte yo pero sabes las cosas no son siempre como parecen.
—¿Ese hombre te abandono o que?
—Es una historia larga que no me gustaría recordar solo te puedo decir que esta muerto.
—¿El padre de Sasumi esta muerto?
—No literalmente, yo era muy inocente cuando me metí con el. Salí embarazada y pensé que todo seria felicidad a partir de allí pero no fue asi.
—No quiso hacerse cargo.
—No solo eso, yo no tengo padres desde el día que salí embarazada nunca mas volví a saber de ellos y no me interesa saber de unas personas la cual me dieron la espalda a mi y a mi hija. Y el desgraciado de el padre de mi hija dijo que estaba loca y que ese bebé no existía, que el no quería hijos. Lo que siempre hacen los hombre cuando no quieren a un hijo.
—Yo no haría eso.
—Tal vez tu no pero el si. Mientras estaba embarazada pase mucha hambre y frío en las calles, no tenia a donde ir estando embarazada. Hasta que una noche me desmaye por desnutrición y los padres de Ino me encontraron y así paso todo.
—Eso es grotesco. ¿Y ese maldito gusano no a vuelto aparecer?
—Ni que aparezca, solo era un hombre que fumaba hierba y me
pegaba.
—Yo no tenia ni idea de eso.
—Casi nadie lo sabe, solo Ino— mi susurros ya ni se escuchaban.
—No quería hacerte recordar esas cosas tan feas Sakura, pero te prometo que mientras yo viva nunca les faltara nada a ti y a Sasumi— su voz tan sincera me calma el alma. El se acerca a mi y sus nudillos rozan mi mejilla— Nadie les hará daño.
—Tengo miedo de que ese hombre vuelva aparecer y quiera llevarse a la niña.
—El no puede quitarte a la niña si no tiene su apellido y mucho menos si nunca le dio nada, y tengo los mejores abogados que pueden asesorarte en eso. El no se acercara a Sasumi, no le conviene por que yo mismo lo matare.
—Gracias— sus labios están a milímetros de los mios pero soy incapaz de besarlo, no quiero que el me siga haciendo daño. No quiero que mi hija siga encantada con el y luego la deje.
—Tu y la niña son importante para mi.
—Tan importantes que te acostaste con Karin — listo. Lo solté. El me mira a los ojos y suspira frustrado.
—Te juro que esa fue la única vez que estuve con ella y nunca pensé que subirías. Además no puedes reclamarme nada yo siempre te dije que no soy el príncipe azul que tu necesitas— es cierto pero no es mi culpa que me haya enamorado de un idiota como el, aunque claro a el no le conviene estar con una mujer que tiene una hija.
—Vete por favor.
—No Sakura. Quiero estar contigo hoy.
—¿Y mañana no?
—No soy de esos hombres que piensan en casarse y estar todos los días con la misma persona, me gusta ser libre.
—Yo no puedo hacerlo por que yo antes que todo tengo que pensar en mi hija.
—Sasumi siempre sera primero en todo.
—No quiero que vengas mas a mi casa ni mucho menos que veas a mi hija, no nos hace bien tenerte. Por que el día de mañana que no quieras mas a Sasumi, ¿Que pasará? Mi hija no es un juguete Sasuke-kun .
—No puedes prohibirme eso, sabes que esa niña me trae loco.
—Largate de mi casa que Gaara se quedara esta noche y no quiero que te vea aquí, el velara los sueños de mi hija.
—¿Te quedaras con el? Ese hombre no te conviene.
—Soy una mujer adulta y se lo que me conviene y lo que no y Gaara es perfecto para formar una familia. Ya me dijo que quería retomar nuestra relación y hoy le diré que si.
—No te atreverías.
—Observame Uchiha Sasuke— me agarro de la cintura y me restregó su erección en la barriga. ¡Dios que duro esta!— sueltame.
—Eres mía, recuerdalo que solo yo puedo hacerte sentir bien— su boca se poso en mi cuello y chupo muy fuerte mientras hacia movimientos con las caderas para clavarme su erección de acero.
—No. Para.
—No, tu boca me dice que pare pero tu cuerpo dice otra cosa— maldito cuerpo y el deseo carnal. Lo empujo y comienzo a gritarle cuanta grosería pasa por mi mente. Consigo que salga de mi casa y le cierro la puerta en las narices. Refunfuño y me acuesto a dormir con mi preciosidad de hija.

Mi gente no lo subí ayer por que me dormi, disculpe. Espero les guste.
Besos.
Comenten.
Los amo.
Voten.