Capítulo 26.

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Veo a mi hombre poderoso y siento ganas de llorar pero debo controlarlo ya que Sasumi esta conmigo. Un disparo impacto en su muslo y otro en su espalda, roso su pulmón pero ahora está estable pero se niega abrir los ojos. Una semana desde que sucedió lo de Kenlli y Sasuke nada que se despierta. Su madre no ha parado de llorar y Naruto esta devastado.
—Sasumi— veo que intenta moverse y corro hasta el mi pequeña en brazos, a ella la dejaron estar aquí por que la doctora Tsunade es amiga de Minato, el padre de Naruto— Sakura.
—Papi— el susurro de mi hija hace que mi hombre abra sus ojos negros.
Parpadea varias veces y nos observa.
—Creí que las había perdido, tenía mucho miedo.
—Yo creí que te había perdido a ti mi amor. No lo vuelvas hacer, casi me matas— Le digo poniendo a mi hija en la camilla con el, ella llora y lo abraza mientras el le dice que la ama. Lo beso y acaricio su cara.

Dos meses después Sasuke se recupero por completo, el es un verdadero guerrero y eso me llena de dicha y felicidad. Nadie puede con mi hombre poderoso así que el nunca nos dejará. Mi hija desde aquel fatídico día no suelta a su padre. Son más inseparables que nunca.
—Sakura, estuve pensando— veo a mi chico entrar a la cocina con unos short de deporte que le quedan increíbles—¿Quien que hagamos la fiesta para inaugurar nuestra casa?
—No lo se, tu aun no estás capacitado para una fiesta...
—No seas tonta mujer, yo lo que necesito es eso. Distraerme.
— Pues distraete con otra cosa, una fiesta no.
—Vamos nena, quiero que nos mudemos a nuestra casa—lo miro a los ojos y veo que quiere de verdad pero yo no estoy preparada. Ahora tengo miedo— hazlo por mi, por Sasumi. Ella necesita salir de esta casa y dejar ese pasado horrible atrás. Empieza de cero.
—Tienes razón.
—Aún nos queda una boda que planear, aunque eso lo puedes hacer tú sola. Yo pongo el dinero y tu haces magia — me río como una tonta. Esta loco por que nos casamos lo antes posible— Quiero que lleves mi apellido.
—No se, convenceme— susurro, sus ojos brillan y pude jurar que se abalanzó sobre mi. Beso mi boca con tal pasión que me quede embriagada. Su boca poseía la mía como un lunático y muestras yo gritaba que Sasumi podía venir. Joder. Me subió a la mesa de la casa, aun sabiendo que el no debería de hacer fuerza todavía y me estrujó los senos con fuerza. Mis pezones se endurecieron de la nada. Me tapo la boca cuando solté un gemido. Si quitarme nada, su mano se poso en mi sexo y apretó mi clitoris con fuerza, la fricción de la ropa me hacia temblar y cuando estuve cerca de mi orgasmo me clavo los dedos por debajo de mi vestido, solo moviendo mi tanga a un lado. Me corro en sus dedos mientras arañó su espalda.
—Estas loco.
—Por ti.
—Pudo vernos tu hija.
—Nuestra hija no nos vio.
—Eres un... — saca los dedos de mi sexo y se los mete a la boca, chupandolos con deleite. Vuelve a pasar sus dedos por mi sexo para llenarlos de mis fluidos y me los mete en la boca para que yo pruebe mi sabor.
—Eres deliciosa mujer, te amo.
—Sasuke. yo también, Te amo.
—Esta dicho entonces haremos la boda y nos mudaremos a la casa.
Ya quiero hacerte el amor por todos los lugares de nuestro hogar — me besa los labios y me baja de la mesa. Entonces algo sucede, corro al baño como si mi vida dependiera de ello, mi cuerpo convulsiona y expulsó todo el desayuno. Mi estómago queda vacío después de vomitar como una loca, Sasuke esta en la puerta del baño viéndome con cara de circunstancias.
—¿Estas bien?— me recoge el cabello y baja el inodoro. Cierra la tapa y me sienta sobre el. Me revisa la cara y no haya explicación a porque vomite toda la comida y parte de otra.
— Solo debió ser por el desayuno...
—Eso espero porque no es hora para que te enfermes mujer. Tenemos una boda y una mudanza que organizar.
—Lo se— susurro lentamente, me siento débil y con sueño. Miro a mi hombre hermoso y le tiendo los brazos, el sin rechinar me toma en sus brazos y me lleva hasta la cama.
Estuve tan mal todo el día que ni hombre quería ir al medico pero yo me negaba, solo debe ser un virus.
Al tercer día de mis vómitos, mi futuro esposo me llevó al médico sin importar mi opinión.
—Quiero que le han todas las pruebas para descartar toso y saber que tiene realmente mi mujer. No es normal que vomite todo lo que comes y te sientas decaída— la pobre doctora estaba siendo sometida por mi novio neurótico.
—Si señor, le prometo que ella estará bien.
—Más te vale o está clínica cerrará— su amenaza me hace reír.
—Sasuke, quedate tranquilo. Ella sabe lo que hace.
—No puedes decirme eso después que te vi vomitar hasta las bilis. Eres mi mujer y mi deber es cuidarte— lo se, se que se preocupa por mi pero ellos saben lo que hacen.
Horas más tardes después de haberme dejado sin sangre de tantas pruebas que me hicieron, estaban todos los resultados.
—¿Ella esta bien?
—Tiene un poco de anemia pero todo se puede solucionar, esta en perfectas condiciones.
—¿La anemia te hace vomitar a cada rato todo lo que ingieras?— grito Sasuke.
—No señor, siempre los primeros trimestres del embarazo hay malestares, muchas nauseas y vómitos.
—¿Quien dice que ella está embarazada? No estoy entendiendo— JODER, recuerdo la fecha de mi último periodo y no puedo creer que me haya olvidado de eso. Casi dos meses que no me venía y no le preste atención por estar cuidado de Sasuke después del accidente con Kenlli. MIERDA.
—Sasuke, mi amor— el mira mis ojos y siento que se relaja.
—Puede explicarme mejor— Le pide a la doctora que ya debe estar odiandonos.
—Su esposa tiene tres meses de embarazo, es normal que tengas vómitos y que se sienta tan débil. Su cuerpo está pasando por cambios y es totalmente normal.
—¿Embarazada? — veo como se sienta en una silla cerca de nosotras y respira entrecortado. Mierda, me va a matar. Nunca nos cuidamos y yo no le preste atención a nada por que este hombre me tenia loca—¿Ella esta embarazada?
—Su señor Uchiha, su esposa esta embarazada de tres meses. Pensé que ya lo sabían— el niega con la cabeza, me va a matar. Se levanta y se pone al frente de la doctora.
—¿Pero el bebé está bien?
—En perfectas condiciones, si quieren pueden venir mañana y los atiendo como una consulta prenatal.
—Estaremos a primera hora mañana, gracias doctora.

El camino a casa fue tan silencio que pude jurar que estaba en un sueño. No puedo creerlo. Estoy embarazada.

Besos mi gente. Los amo.

¿Oye, Pelirosa? (SasuSaku)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon