Capítulo 30.

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Por culpa de mi bello esposo tuve que ponerme otro vestido ya que mi vestido de novia era imposible de volvermelo a poner, reimos cuando volvimos a la fiesta y todos estaban borrachos celebrando. Es emocionante ver lo felices que son todos en familia.
Durante el resto de la fiesta bailamos, comimos, bebimos bueno todos bebieron menos yo y gozamos un imperio ya que al llegar el día estábamos como unos vampiros por que no podíamos ver el sol de lo mal que estábamos por desvelarnos, mi hombre y yo nos fuimos a nuestra habitación luego que el último invitado se fuera.
—Tengo un sueño que podría dormir cinco días y no me lo quitaría— chillo sentándome en la cama.
—Es que estás embarazada y te agotas más rápido nena— se acerca a mi y se agacha para que yo no tenga que alzar la vista tanto ya que el es muy alto, sus ojos negros muestran lo cansado que esta— te parece si luego consumamos el matrimonio, no quiero agotarte más, debes descansar.
—Ah no, eso si que no. Follame ahora mismo, toda la noche me haz dicho que lo harás apenas todos se fueran y tienes que hacerlo ya no hay nadie en la casa. Ni siquiera nuestra hija ya que Hinata se la llevó para que estuviéramos tranquilos.
—Joder mujer, no digas follar. Suena feo en tu boca preciosa.
—¿Tu si puedes decirla y yo no? Jodete, quiero que me folles Sasuke.
—Te puedo lastimar, estoy algo ebrio. Deja de decir tantas groserías.
—Sasuke, hazlo no lo volveré a decir— mi hombre analiza y gruñe frustrado. Se levanta y con rapidez se despoja de toda su ropa, el traje de tres piezas cae al suelo junto con su bóxer blanco. Veo su miembro tan grande que trago saliva involuntariamente. Quiero tenerlo ya dentro de mi. La punta babosa me llama, se lo agarro con las manos y sin tiempo que perder me lo meto en la boca. Al sentir lo caliente de mi boca gruñe y me agarra el cabello para verme la cara mientras yo le devoro el pene.
—Mierda mujer, hazlo despacio— no puedo hacerlo, las hormonas me están matando y quiero hacerlo salvaje y frenético. Escucho como dice mi nombre y eso me aviva más. Grita cuando le agarro las bolas y siento como comienza a sacudirse en mi boca, esta cerca y lo siento. Lamo y chupo con pleitesía cuando mi esposo se viene en mi boca. No sabe que decir, su miembro palpita en mi mano y el tiembla cuando le acaricio las nalgas, están duras como piedras y me encantan. Le doy una palmada que resuena en la habitación— no te pases mujer, o te daré yo.
—Hazlo entonces — susurro.
—No tientes al diablo mujer, no puedo perder la cabeza contigo. Estas embarazada y si seguimos follando de esta manera tan ruda nuestro hijo me odiara por maltratarlo— ambos reímos por sus tonterías y chistes malos, pero como Uchiha casi nunca dice un chiste debo reírme el doble y el me besa, dios que si me besa. Me recuesta en la cama y me besa el cuello con toda la paciencia del mundo yo en cambio ya quiero seguir devorando todo su cuerpo, mis ropas desaparecen y siento como su pene se resbala en la entrada de mi sexo por la humedad que desprendo. Se clava en mi jodidamente lento y comienza a matarme con estocadas largas y placenteras. Gemimos y me dejo hacer, estamos haciendo el amor así que lo dejo tranquilo. Le aruño la espalda y el se enciende, mi esposa grita y me penetra con fuerza y profundo, grito y dejo que me destroce como es debido, cuando tenemos el mejor orgasmo de la noche nos dejamos caer en la cama con el corazón latiendo desenfrenado. Nos amamos y eso lo mejor del mundo.
—Nunca creí que me casaría y menos el tener una hija y esperar otro— su voz es un susurro.
—Pues vete ahora.
—Tengo miedo Sakura.
—¿De qué?— suelto intrigada.
—No se como ser un buen esposo o ser el mejor padre, quiero hacerlas felices pero me aterra hacerlo mal y perderlos.
—No harás las cosas mal, estamos para aprender y tu ya eres un excelente padre y esposo. Nosotros tres estaremos para ti toda la vida Sasuke.
—Joder mujer, te amo. Los amo y ya no encuentro una vida en la que no estén ustedes.
—Nosotros no podemos vivir sin ti esposa mio. Soy tan feliz de tenerte.
—Feliz estoy yo por tenerlas, y espero que este bebé sea un varón o sino tendré que comprarme una pistola para alejar a todos los tipos que quieran ver a nuestras hijas.
—Exagerado— ambos reímos y nos dejamos llevar por los brazos de morfeo.

Feliz domingo gente mía. Besos. Los amo.

¿Oye, Pelirosa? (SasuSaku)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora