Joder, joder, joder. ¡JODER! No se cuantas veces he gritado esa palabra desde que estoy al frente de la casa que Sasuke compro. Mierda, es enorme. No he entrado y ya siento que me falta el aire, la entrada es amplia y grande, llena de flores y árboles de cerezo en las esquinas. Tiene dos pisos y puedo jurar que casi termino de morir cuando mi hombre poderoso me tira hasta entrar a la casa, me atraganto y gimo de sorpresa. En la enorme sale de estar hay un gran cartel que dice ¿Cásate Conmigo Nena? Miro a mi hombre y no entiendo nada.
—Te adelantaste a los hechos, te iba a pedir matrimonio hoy aquí delante de todos en nuestra casa nueva y te daría que esta casa es nuestra— mis ojos se humedecen y vuelvo a mirar el cartel lleno de fotos de nosotros con las letras en rojo. Mi mano está en mi pecho por que siento que el corazón se me va a salir— todo estaba planeado, pero mi mujer se empeño en destruir mis planes.
—Sasuke, yo... — me muestra la sonrisa más hermosa que haya visto. Todo a mi alrededor está decorado como si fuera a ver una fiesta, globos y torta, champán y de más.
—Mi pequeña seductora, anoche me pediste matrimonio delante de todos y cada uno de nuestros amigos y familiares, casi me muero de vergüenza pero seguí adelante por que te amo y como ya tu lo hiciste me toca a mi— coge una cajita de terciopelo roja de la mesa que esta debajo del cartel— ¿Quieres ser mi esposa? — sonrió y lloro.
—Yo también te amo, Sasuke. Claro que quiero— corro hacia el y me lanzó a sus brazos, el me levanta y enredo mis piernas en sus caderas.
—¿Que te parece su usamos todo esto esta noche para celebrar nuestro compromiso y nuestra nueva casa?
—Me parece perfecto, Sasumi amara esta casa— Le doy un pico.
—Ya debe estar por llegar, Naruto la traerá— y como si el fuera adivino escuchamos el ronroneo de un auto y me bajo corriendo de Sasuke para buscar a mi pequeña niña.
Salgo de la casa y me encuentro a Naruto con cara de circunstancias.
—¿Donde está mi hija?
—Lo siento, no se como pasó pero Kenlli se la llevó— mi corazón late desenfrenado y grito.
—No, no, no— mi hija mi pequeña, en manos de ese miserable. ¿Como se escapo de la cárcel?
—¿Nena que pasa?— Sasuke mira mis ojos llorosos y regresa a la mirada a Naruto—¿Dobe, hermano. Que le hiciste a mi chica?
—Teme lo siento, pero se la llevo— mi hombre procesa toda la información y veo que la rabia se instala en sus ojos.
—Lo mataré, lo voy a matar— ruge y tiemblo de pensarlo— cierra la puerta de la casa y sube al carro. Me chilla para que entre y vamos a mi casa. Al llegar estan todos y yo solo me echo a llorar. Mi hija esta en manos de un loco psicópata— la traeré de vuelta, nuestra hija estará contigo antes de que te des cuenta.
—¿Sasuke y si le hace algo?
—Lo mataré, nadie se mete con mi familia.Sasuke Pov.
Kakashi, mi abogado me aconseja que no intente nada estúpido, que llamemos a la policía pero yo no puedo esperar a que la policía encuentre a mi hija, ese tipo está loco y no se lo que sería capaz. Todo estaba tan bien y ahora pasa esto. Lo voy a matar, no tendré piedad.
Escucho un carro ronroneando afuera de la casa de Sakura y siento que algo anda mal. Corto y veo a Kenlli con mi hija en mi carro. La niña grita y llora cuando me ve. Tiene miedo y yo no se que hacer, veo como el auto avanza y desaparece de mi vista. Mierda.
—Dame las llaves del carro, Naruto— mi mejor amigo y hermanastro me mira y me lanza las llaves sin pensarlo. El sabe que cuando le digo su nombre es por que es importante.
Corro sin decirle nada a Sakura y me lanzó al carro para perseguir al maldito de Kenlli. Conduzco como un loco y consigo ver mi auto a lo lejos. La policía comienza a perseguirnos y yo me centro en mi hija. Quiero tenerla conmigo. Veo como mi carro, mi bello Aston Martin se estrella contra un puesto de comida y grito. Maldito, mi hija.
Te voy a matar.
Freno en seco y bajo corriendo de mi auto a buscar a mi princesa.
—Sasumi — grito desesperado. Si le pasa algo me muero y Sakura me revive para volverme a matar— Monstruito— vuelvo a gritar mientras el humo se disipa.
—Sas, papi— escucho sus gritos y me congelo al ver a ese miserable con mi hija en brazos y una pistola en su cabeza.
—Quedate quieta mi amor, papi te salvará — Le digo mirando sus ojos llenos de miedo— déjala ir y resuelve esto conmigo, si quieres matar a alguien que sea a mi.
—Es mi hija y me la quieres quitar como me quitaste a mí mujer— grita el asustando a mi hija, ella llora incontrolable y me desespero. Lo policía nos rodea.
—Permanezcan donde están, baja el arma que estas rodeado.
—Jamás — grita el lleno de odio. Le quita el seguro al arma y me muero de miedo.
—Deja ir a la niña y no dispararemos— la policía no esta jugando puesto que ya todos están preparados para disparar. El ve que son muchos y deja ir a mi pequeña que corre asustada hasta mi, cuando casi llega a mi lado Kenlli sonríe malicioso y dispara dos veces. Abrazo a mi hija y giro escuchando más disparos sin piedad.
Dios, que ella esté bien.
—¿Nena, estas bien? ¿Te duele algo?
—No papi, quiero a mi mama— llora abrazada a mi. Me volteo y miro a mi esposa bajándose del carro de Kakashi, ella llora y mi hija corre hasta ella. Kenlli está en el suelo gritando mientras la policía camina cuidadosamente pero el se levanta y se abalanza sobre mi con el arma, nos caemos al piso y nos golpeamos sin piedad. El intenta dispararme pero tomó el arma para detenerlo. Forcejeamos y un disparo me deja sordo. El sonido es atronador, y me dejo caer al suelo. Respiro entrecortado y Sakura grita. Mi hija me llama pero no me siento bien. Veo a Kenlli inerte en el piso, esta muerto. La policía lo revisa y veo como niegan, esta muerto.
—Sasuke — mi futura mujer grita y llora a mi lado y no entiendo porqué si el esta muerto y no yo— esta herido, joder una ambulancia.
—Estoy bien, no tengo nada nena— le digo y siento que se me va el aire. Cierro los ojos viendo a mi pequeña hija llorando junto a mi mujer.
YOU ARE READING
¿Oye, Pelirosa? (SasuSaku)
FanfictionUna mujer emprendedora, luchadora e independiente. Madre soltera de una pequeña de solo un año y medio. Un hombre imponente, millonario y mujeriego. Dicen que después de la tormenta llega la calma. Todo se fusiona en una romántica historia de amor y...