Rojo

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Rojo

Color de rosas

Color de labios

¿Pero por qué rojo?

¿Por qué ese color pintaba todo en la mente del demonio?

Y quién diría que su tormento se agravaría esa misma tardé

El té de la tarde sería una infusión de oda floral.
El traje del día para el joven amo, color cereza.
En el jardín de la mansión, Rosas rojas habían florecido en gran cantidad; montando un muy hermoso paisaje rojo.

¿El destino acaso estaría jugando con él?

Sin importar que hiciera o a donde fuera se encontraba con ese color en específico. Pero un mayordomo a su nivel no podía permitirse el distraerse, su trabajo era prioridad.
Había poco movimiento en la tarde, la mansión Phantomhive se encontraba en orden y el mayordomo apenas estaba empezando a olvidado aquella molestia.

Pero si la imagen de aquel color no fuera suficiente sus oídos le obligaban a escuchar aquella voz.

"Sabes mi color favorito es el rojo
En el cabello
Ropa
Y maquillaje
Creo que ese color lo embellece todo ¡así que vamos Sebas!
Te hare un hombre más hermoso cuando extraiga eso color desde el fondo mismo de tus entrañas"

Esas palabras le traían a la mente una larga cabellera carmesí, unos brillantes ojos verdes y una hilera afilada de dientes blancos.
Una excéntrica aparición, extravagante, obscena y elegante; aquella criatura le seguía a todos lados.

La obsesión del demonio por el shinigami le hacía sonreír sin que él se percatara.
Pero igual que recordada su primer encuentro, también le venía a la mente el dolor de miles de cuchillas atravesando su piel, sentía el frio filo de su arma y la sensación de su brazo desprendiéndose de su cuerpo. 

-Campanas-

El mayordomo despierta de sus pensamientos al escuchar las campanas que le anuncian que su joven amo le llamaba.
Llega a la puerta de la oficina donde se encontraba su amo mirando a la ventana:

S-Joven amo-

C- entra -

-se abre la puerta-

S- Necesita algo joven amo? -

El menor se recuesta en la silla de su escritorio.

C-se ha desatado-

Muestra el listón en su cuello.

El mayordomo le hace un nudo perfecto con el listón.

S- ¿eso es todo joven amo? -

C-no, Quiero hablarte sobre cierta orden que no has cumplido -

S- ¿perdón? -

C-como escuchaste-

S-se refiere al caso de Jack el destripador, ¿cierto joven amo? -

C- en efecto, captúralo, quiero que traigas a ese shinigami ante mí -

El azabache mantuvo el silencio en la habitación.

C-es una orden, Sebastián-

S-Yes my lord-

Después de recibir la orden de su amo el mayordomo salió y se dispuso a cumplirla.

 
El bullicio de la ciudad destacaba poco en ese rincón de la enorme Londres. La apariencia lúgubre y descuidada de aquella funeraria generaba inquietud a cualquiera que si quiera atravesará la puerta principal. 

"Undertaker"

El mayordomo atraviesa la entrada, consiente de su tarea.

U- bienvenido mayordomo - aquella risa aguda resonaba en los rincones más oscuros del lugar y de estos mismos se asomaba el sepulturero.

S-señor Undertaker-

U-en que te puede ayudar tu humilde servidor -

S- tengo la orden de encontrar a un shinigami-

U- Pff ¿Tratas de capturar a un Dios? Ja Ja ja ja! - La risa del de larga cabellera aumentaba, al igual que la indiferencia en el rostro del demonio - Lamento decírtelo mayordomo, pero los diose no se aparecen en las calles como cualquier mortal.
A no ser que... en específico ¿A que dios buscas?  -

S- Aquel que estuvo aquí, al lado de Madame Red en el caso de Jack el Destripador -

U- Mmm.. claro! aquel joven mayordomo castaño de los ojos verdes-

S- entonces lo recuerda -

U-pues...tal vez sepa algo, pero después de esa risa de suma calidad que me regalaste al principio de este encuentro te diré jijiji ciertamente me he percatado de la presencia de cierto Dios disfrazado como mortal -

S- ¿y qué motivos tendría este Dios para seguir en el mundo mortal?

 U- es cierto que por lo general los shinigamis no se pasean entre mortales como si nada, pero este en específico es bastante especial ¿no lo crees mayordomo?  -

S- ¿Donde? -

U- sé que suele visitar cierta pastelería en el centro de la ciudad, todos los días a las 6 de la tarde-

S-gracias por la información-

El mayordomo tomaría una ruta poco convencional para algo como él. Usaría su forma humana, caminaría como cualquier hombre y llegaría a la zona céntrica de la ciudad. Algo en esta tarde en específico le haría sentir la necesidad de respirar. Un descanso de su amo le hacía sentir intranquilo pero relajado.

Ubicaría cada pastelería dentro del perímetro, metió mano a su saco para revisar la hora en su reloj.
5:30
En ese momento se encontraba frente a unas jardineras a pocos metros del establecimiento, así que se dispuso a esperar en una de ellas hasta que su objetivo apareciera.
Pasado el tiempo el mayordomo reviso por segunda vez su reloj el cual ahora marcaba las 6:20,  todas las pastelerías estarían cerradas y no había señal de que su objetivo.

Sin embargo, al momento de guardar nuevamente el accesorio de brillante armazón una silueta se atravesó frente a él.

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