PELIRROJO

Pastel rosa y té en la noche

Durante la cena el mayordomo no pudo dirigirle la palabra al Sinigami. Esté hablaba de miles de temas, mayormente eran quejas sobre trabajo, todo lo que pronunciaba era atendido por el contrario, sin embargo no obtenía una respuesta verbal. Pues al demonio le comenzaría a carcomer la culpa, ese sentimiento le hacía un nudo en el estómago y le impediría contestar a la conversación del pelirrojo, no creía tener el derecho de hacerlo.

Su actitud comenzaría a cansar al Shinigami, ser el único que hablaba en la cena construía una atmósfera aburrida.

Terminada la cena el shinigami saco la pequeña caja blanca con la que antes había salido de aquella confitería.

G- la cena estuvo deliciosa, pero siento que hizo falta algo-

S- en serio? Lamento mi falta déjeme corregirlo inmediatamente -

G- tranquilo, yo puedo arreglarlo - él tomaría la pequeña caja con el logotipo de la pastelería, está contenía un par de pasteles, ambos de un color rosa suave:

S- fresa -

G- efectivamente, es mi sabor favorito y en especial de este establecimiento -

S- podría acompañar su postre con un té caliente -

G- y seria aún mejor si usted me acompaña -

El mayordomo entre tejía una idea en su mente, y la situación era la indicada.

S- acompañarme, conozco un mejor lugar para degustar de su postre-

G- ¿en serio? ¿y qué lugar tienes en mente, Sebas? -

El mayordomo no pronunció palabra, solo extendió su mano en espera de que él correspondiera y la obvia respuesta de su parte sucedió casi al instante.
Lo siguiente que sucedió fue un corto trayecto desde el comedor hacia la parte más alta de la resistencia. 

Ya estando ambos en la terraza se vieron rodeados de una enorme variedad de flores; era un jardín exterior alumbrado con la luz de la luna y estrella, un escenario ideal.
Y en el centro de aquel jardín una mesa con dos sillas.

S- Espéreme un momento - el demonio se detendría al momento de escuchar la voz del pelirrojo. 

G- en la vida nadie había hecho algo tan lindo por mí, es increíble que tuve que morir para poder tener algo así - esa última frase afligió al demonio.

S- Grell puedo otorgarte esto y más, quiero darte todo lo que no recibiste en vida, permíteme darte el mundo entero - esto solo se escucharía en las fantasías del demonio. No sería capaz de pronunciar tales palabras sin entender ni creer que serían sinceras. Él de verdad sentía algo así el pelirrojo?

Se marcharía en silencio y con ese mismo silencio se dirigió a la cocina, preparo el té, lo sirvió en un par de tasas de un muy bello decorado de rosas.
Saliendo de la cocina se redirigió a la terraza, encontró al shinigami viendo las rosas con su larga cabellera al viento, ver como contrastaba el color de los pétalos y su cabello, era simplemente hermoso.

S - Que hermoso tono de Rojo-

G- gracias, esté color siempre ha representado todo lo que es hermoso para mí, esté color encarna al amor en su forma más fiel - pasaría sus dedos por el tallo de la rosa más bella del rosal, abría la piel de sus dedos con las espinas de está y dejaría ver una escena sumamente aterradora - pero bueno, que te parece si ambos disfrutamos de nuestra compañía con un buen postres -

S- seria enorme placer -

Ambos disfrutaron de su postre.

S- vaya, esto fue realmente delicioso - pronunció al terminar su postre.

G-verdad que sí, esa pastelería me la recomendó un amigo de la oficina hace poco y ahora voy por un pastel cada que termino mi trabajo, sé que no es propio de una dama ceder a la tentación de este tipo de placeres, pero no puedo evitarlo son realmente deliciosos- decía el pelirrojo relamiendo sus labios, aquellos labios que tenían al demonio al borde de un abismo de emociones; mismas emociones que pedían a gritos poseer esos labios.