Disculpa

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Con el filo de la muerte rozando su yugular, el caballero se encontraba hincado en una rodilla y con una mano extendida hacia el shinigami, invitándolo a pasar la noche a su lado.

G- de verdad, está invitando a cenar a un Shinigami -

S -claro, aceptaría cenar conmigo, Grell-

G- vaya, que inesperado... no creo poder negarme - Grell toma la mano del mayordomo aceptando la invitación.

S- siéntase cómodo y si gusta podría preparar la tina con agua caliente -

G -En serio?- ver las manchas de sangre y lodo en su ropa harían acceder a su propuesta.

S - adelante, yo le hare saber en cuanto la cena este lista -

El mayordomo guía al pelirrojo hacia el segundo piso y prepara un baño caliente.  

S- dejé su ropa en el pasillo y me encargaré de que este limpia para usted -

G- admito que estoy sorprendido -

S- no debería, después de todo a una bella dama como usted no se le debería de tratar de otra forma ¿no lo creé así?

El Shinigami permaneció mudo ante el comentario, se limitó a ver la reverencia del demonio y como se retiró. 

G- si... Una dama -

Al momento de entrar a la cocina el azabache quedo en blanco.
Pues aún le era difícil procesar la escena ocurrida hacía unos minutos. 

Sebastián sentía que el tiempo y las circunstancias le habían jugado una mala broma, pues había convertido su misión en una invitación a cenar con su objetivo. 
Lo más inusual para el demonio seria su decisión, él no iba ni quería retractarse de sus palabras. Lo primero que hizo fue retirarse el saco, subió las mangas de su camisa y empezó a preparar lo prometido para su acompañante.
Pasaron unos 10 minutos, el azabache ya tenía preparada la cena y mesa preparada para la velada. Lo más destacable sería el arreglo floral al centro de la mesa, estaba decorado enteramente de rosas y cada detalle había sido meticulosamente ordenado para su invitado.

Se arreglo la camisa y el saco, se dirigió al segundo piso para buscar la ropa sucia de su invitado.
Estar frente a esa puerta haría que el mayordomo fuera víctima de sus instintos, algo en el dominaría sus acciones, sus manos se dirigieron a la misma puerta y con un movimiento abriría la puerta silenciosamente.

El pelirrojo se encontraba viendo directo a una ventana, sentado a la orilla de la tina e iluminado por la luz de la luna, su piel al total descubierto brillando como porcelana y cepillando su larga cabellera carmesí con un peine, la escena era un deleite para el demonio. 

Tres golpes leves a la puerta.
S- La cena esta lista, dejaré un cambio de de ropa aquí afuera y lo espero en la planta baja -

G- gracias, en un momento salgo -

El cambio eran un par de pantalones y una camisa blanca. El pelirrojo se presentaría en el comedor y correspondería al mayordomo que lo esperaba en la mesa.

G- está noche no dejá de sorprenderme, aún no puedo creer que haya hecho todo esto para mi-

S- Entiendo su sorpresa y es justo que quiera recriminar mis acciones -

G- sabe, aun puedo sentir la planta de su zapato aplastadome el rostro contra el frío piso, desde ese ángulo te veías como un verdadero demonio, si no fuera por Will seguramente yo ya no estaría aquí - el tono irónico y burlón de aquel comentario en la voz del shinigami le hacían sentir una gran culpa.

S-lo recuerdo ...-

G- me imaginó, los hombres peligrosos como tu disfruta del dolor y la humillación de las personas como yo -

S- Tal vez parezca así, pero créame que me arrepiento -

Ese comentario tomaría desprevenido al pelirrojo, pero no como para absolverlo de su culpa.

S- si permite mi atrevimiento, pero esa noche se ha quedado atrapada en mi mente y no me refiero a su dolor o humillación -

G- ¿en serio? ¿y a qué se debería? -

S- sus movimientos, al atacarme estos estaban llenos de gracia y elegancia, usted es magnífico - pronunciaba aquellos halagos al mismo tiempo que se hincaba ante él.

G- Ah~ Sebas haces que me sonroje, pero los halagos no compran el perdón de una dama -

S- soy consciente, es por eso que le pido mis más profundas y sinceras disculpas - El azabache mantuvo silencio en lo último.

G- ¿y....? -

S- y.... quiero que entienda que aquella noche yo atendí una orden de mi amo y no tenía opción más que obedecer, sin embargo, mis acciones en este momento no son influencia de ninguna orden son las acciones sinceras de un demonio dispuesto a disculparse con una diosa - al final de sus palabras tomaría la mano del pelirrojo y plantaría un beso en la misma.

G-pues... Si lo que dices es verdad, entonces el haberme rescatado de aquel hombre no fue ninguna actuación ¿cierto? -

S- se lo puedo asegurar - las palabras del Demonio sonaban bastante sinceras para el shinigami.

G- Mgh.. no creas que con unas cuantas palabras lindas compres mi perdón, Sebas ~ pero consideraré dártelo gratis si está cena sale bien - tomo al demonio por las mejillas y levanto su mirada hacia él - y espero que lo disfrute tanto como yo - susurro al oído del mayordomo y repetiría la acción del mayordomo solo que, en lugar de besar sus manos, besaría ambas mejillas del demonio.

S-bien, pues que le parece si comenzamos la cenar, Grell-

G-me parece bien- el shinigami soltó al mayordomo y se dispuso a cenar a su lado.

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