Una peor tortura

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⚠️ Este y los siguientes 3 capítulos contienen: Sangre Datos explícitos de tortura Posible muerte Etc. ⚠️

Cual seria la peor tortura?...la humillación?..la traición?..el dolor de sentir como cada uno de tus huesos se quiebran?.. o la impotencia de perder el complemento control de tu cuerpo?......o un Corazón pisoteado, fracturado y deteriorado por lágrimas agrias?

Apenas despertó él pelirrojo pudo ver como desde sus muñecas hasta sus brazos, hombros y pecho tenía un nudo; estaba completamente inmovilizado por miles de cuerdas.
Confundido, lloraba a gritos, pero igual que sus manos, algo tenía amarradas sus súplicas, una corbata cubría sus labios, en ese momento se vio rodeado de una bruma negra, totalmente privado y despojado de sus lentes era todo oscuridad a su alrededor.

Pasaron varios minutos después de su cruel despertar, se encontraba en el punto más recóndito y oscuro de la enorme edificación, los únicos en conocer la ubicación de este lugar eran dos.
Después de algunos largos, fríos y estresantes minutos, lo primero en recibir sería el tirón de cabello de parte de un demonio.

C- veo que ya tenías tiempo despierto - la respuesta era obvia, pues la expresión en su rostro lo decía todo. El joven Conde sostendría las mejillas del pelirrojo, examinaba cada centímetro como si fuera la presa recién atrapada por su fiel perro de caza.
Observaba cada pliegue en la piel de su rostro, el sudor en su frente, el verde de sus ojos y como éstos temblaban  - pues me parece ideal, Sebastian completa la orden, yo me retiro, dejare que te diviertas con tu  nuevo juguete -

Atravesaría el umbral de salida de aquel infierno y dejaría a ambos entes paranormales a solas.

S- Yes my lord-

Lo primero que haría el demonio sería sonreír e irse contra las ropas del shinigami, tiró de cada prenda bruscamente al punto de destrozar por completo su camisa, chaleco, pantalón, continuo rompiendo toda tela que le rodeará, la agresión llegó a un punto en el que llegó a jalar y arañar su piel.

Por supuesto Grell hacia lo posible por defenderse, forcejeaba e intentaba librarse de sus garras, pero cada forcejeo lo empeoraba. Incluso en un movimiento logro golpear al mayor, pero el contrario contestaría con otro golpe directos a su estomago y otro a su rostro.

Finalmente dejando al pelirrojo en total desnudes en un piso frío, temblando de vergüenza y desesperación, sus lágrimas se harían presentes en un rostro molestó.
No le daría el placer al mayordomo de ver su rostro lleno de angustia y temor, en su lugar le mostraría con su sola expresión cuánto lo odia.

Esa mirada solo haría que el mayordomo se animara de sobremanera así que prosiguió a quitar sus guantes, usando sus dientes.
Mientras lo hacía aquéllos dientes perfectos se convertían en colmillos y sus uñas en garras afiladas.

La marca en forma de estrella en su mano era lo que más destacaban al momento de retirarse los guantes, pero como si fuera un acto de magia retorcido y cruel el color de esas manos cambió de un blanco de porcelana perfecto a un rojo sangre brillante.
Este cambio se daría al instante de enterrar bruscamente los dedos en sus muslos desnudos. La sangre escurría hasta el piso, el demonio hacia más profundas las heridas enterrando en su totalidad sus dedos al punto de llegar a algo sólido.

El piso se había hecho tibio y rojo. Los gemidos y quejidos del shinigami rebotaban en las paredes. La angustia, la frustración y el dolor en su voz era incomparable. 

Pero no conforme con ese dolor el mayordomo ahogaba esos quejidos apretando su garganta. Después de unos pocos minutos lo soltó, solo le había bastado un par de minutos y solo eso le basto para crear una marca horrible de moretones al rededor de todo su cuello. 

Retiraría sus falanges de la piel de pelirrojo, únicamente para levantarlo del suelo con otro tirón de su cabello, lo arrastro hasta el medio de la habitación, coloco todo su peso en la orilla de una mesa larga.

La sangre no se detenía, esto al demonio le causaría risa, algo en ver su cuerpo desangrarse le causaba humor, ve como su piel empalidecía.

¿Por qué? Por qué todo se derrumba? Te pregunto a ti.....maldito demonio?
Es lo gritaba la mente del shinigami pelirrojo.
Solo fui tu juguete aquella noche? aquella cena fue solo un juego tonto para ti? 

El mayordomo solo respondía a sus preguntas con ojos de apatía, aunque no lo escuchara, le parecía obvio su sentimiento, su odio hacia su existencia y para cada una de sus acciones pasada.

Introduce su mano manchada de sangre entre sus ropas, buscaba los cuchillos que en su uniforme guardaba. Apuntó con la punta de fría planta directo a todos esos moretones en su cuello y recorrió desde el medio de este, hasta el ombligo del shinigami. Este tipo de juegos le gustarían al pelirrojo, pero de no ser por esos ojos rosa brillante esto no lo llenaría de miedo.

Se le erizaba la piel y el estrés lo haría llorar de impotencia, el demonio percatado de esto limpio sus lágrimas de ambos ojos con sus garras, el filo de estás abrieron la piel de su rostro con una simple caricia. De su rostro correría una pequeña gota carmesí.

Continúo acariciando su cuerpo con sus cuchillos, al punto de jugar en su pecho y con cada punto más delicado de su cuerpo, esto inevitablemente le excitó:

S- te gusta... -

El pelirrojo ni siquiera quería verlo, intentaba girar la mirada y ocultar su rostro, pero el contrario usando los mismos cuchillos regreso su rostro. Grell repitió la acción de esconder su cara, esto molestó al demonio haciendo que soltara los cuchillos y tomarlo de los cachetes con enojó.

S- !Contestame! - grito, a la vez que retiro bruscamente el paño que cubría sus labios.

El shinigami no le daría el placer de unirse a sus juegos, no respondería, solo se quedaba en silencio y temblando de miedo. El aura del hombre frente a él era la de un monstruo; era oscura, pesada, lo sofocaba y rompía su cuerpo sin siquiera tocarlo realmente.

S- Bueno, si no vas a hablar...entonces tendré que obligarte -

E igual que un perro mostró sus colmillos, unos tan afilados como cuchillas, los aproximó hasta su pecho y con una fuerza brutal lo mordió. Toda la sangre que salía de su busto y sus gritos de dolor atiborraron la habitación, parecía que fuera arrancarle la piel.
Grell no pronunciaba palabras, solo gritaba y maldecía el destino que estaba viviendo, hasta que no pudo más.

G- Se!.. ¡Sebastian! ...... ¡por..favor! -

El demonio se detuvo.

G-..por...favor....detente-

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