Los demonios tienen corazón?

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Eran los últimos momentos del Dios de la muerte en la tierra, la luz de sus ojos se apagaba lentamente. El último deseo del desolado Dios era ver y escuchar al autor de su último día, así que finge dormir.

La puerta sé abre.
El esta tranquilo y no mueve ni un solo músculo, quiere sentir cada roze aterciopelado de sus manos. Sin embargo sería lo contrario, al instante sintió la piel del otro sobré su cuerpo desnudo y aún que sus manos se sentían tibias un pequeño accesorio de plata que rodea su dedo le genera un pequeño escalofrío.
Esas manos lo levantan.
Sentía cada paso del demonio atravesando la prisión donde estuvo cautivo por un largo tiempo y como este atravesaba el umbral.

La oscuridad había sido su única compañera durante todo su tiempo encadenado y todo ése tiempo no pudo evitar extrañar a la luna, su luz blanca cubriendo la ciudad mientras la noche se aparece.

Sintió su cuerpo entero caer sobré una superficie blanda y el aleteo de cada pétalos que se elevó con la caída de su peso sobré ellos. En ese momento miles de aromas lo invadieron y hasta que aquéllos brazos empezaron a sentarlo sobre esa superficie, es que tuvo el valor para abrirlos discretamente; ahí estaba.
Detrás del rostro del demonio estaba su antigua compañera, una hermosa luna llena reluciente como un diamante y despidiéndose del pelirrojo.

Entonces las manos frias del demonio guío su mano hacia su rostro solo para entrelazar sus dedos con los suyos.
Libré de cadenas y grilletes, pero sobré el regazo de un monstruo. Podría fácilmente salir huyendo, pero el dolor, las secuelas de su tortura aún hacían estragos en su anatomía.
Además de que todo era muy confuso, acaso era la misma persona que lo había torturado, la misma frente a sus ojos:

S- creí que ibas a fingir dormir toda la velada -

G- nada se te escapa, cierto? -

S- tienes frío? - rodeó al pelirrojo en una manta blanca afelpada.

G- gracias...

S- perdon, pero no encontré en ningún lado tú ropa -

G- quién eres?...

S- las palabras no son suficientes para describir mi existencia -

G- no, me refiero a quien eres en este momento, el monstruo que me torturo durante noches enteras o el mayordomo fiel a su amo o...

S- soy todos ellos, pero en éste momento quiero fingir que soy el indicado para usted -

G- indicado para que?... - su rostro dejaba ver una obvia confusión. Él sería el indicado para cualquier cosa, de que le serviría la opinión del pelirrojo - ay~ cielo quisiera decir que lo eres, pero las marcas de mi espalda, mi pecho, mi rostro y las cicatrices de mi interior... Gritan lo contrario -

S- no te culpó, pero es mi naturaleza, así como tú eres una rosa con espinas, yo soy un perro con dientes afilados -

Ambos se quedaron en silencio.
No había contradicción que no niegue ambos hechos, pues eran seres sumamente poderosos.

G- no quieras compararme contigo -

S- nunca, tu eres mejor que yo - unió sus bocas en un beso que estaría acompañado casi inmediatamente de una brisa fresca.
Era como si el shinigami tuviera a dos demonios totalmente diferentes tras él.
Ese beso regreso a ambos aquélla noche, la última vez que compartieron un amor incondicional y juraron su existencia al servicio del otro.

Al separarse el pelirrojo fue el primero en hablar.

G- creo que te adelantaste un poco, el beso es después de los votos -

S- espera... entonces, lo soy? -

G- tranquilo, aún no significa que te haz ganado mi perdón pero, .... no puedes darle un anillo a un mujer y no cumplir con la boda de sus sueños - alzó su mano levemente, colocaba el diamante de su anillo justo frente a la luna haciendo que la luz proyecté su brillo.

Eso lo emocionó y no pudo evitar abrazarlo fuertemente.

G- Ah! Alto! -

S- Perdón, no pude evitarlo... Lo lamento
sera mejor que limpie bien todas las heridas que te hice anoche-

Uso una tela limpia, paso por sus brazos lentamente para quitar todo rastro de sangre.

El dios de la muerte no tenía idea de que era lo que sucedía en ese momento, pero no iba a detener al mayordomo. Quería disfrutar de este exquisito momento, así fuera una ensoñación o una mera fantasía.

Después de limpiarlo, tomo cada cabello rojo del dios para comenzar a cepillarlo, lo trenzaron entre los dos y terminaron de arreglarlo.
Su peinado está decorado de pequeñas flores entrelazadas a su melena.

S- adoro tu cabello -

G- gracias, no es fácil conseguir este largo -

S- ni está suavidad, pero sobré todo me encanta su color -

G- es natural -

S- cuando lo peino de esta forma párese como si tuvieras una hermosa rosa floreciendo en tu cabeza-

G- jajaja -

Grell estando sentado en el regazo de Sebastian y con su cabeza tan cerca del pecho del demonio por breves momento le pareció escuchar un latido.
"¿Es que acaso los demonio también tienen corazón?" Preguntó el Dios entre sus muchos pensamientos.

S- solo desearía que lo pudieras escuchar - planto un beso en su frente.

Pero esto asustó al pelirrojo. "¡¿Acaso también puedes leer mentes!?"

S- Mgh... Pasa algo? -

G- nnnoo... -

S- me refería a la música, es la misma -

G- la misma? - no tardó en entender a lo que se refería el mayordomo, pues al instante llegó a sus oídos la misma música que los envolvió en aquella noche.
La misma canción de su primer baile. - es verdad, acaso será la ocasión? O... Por qué me parece aún más hermosa que aquella vez -

El demonio lo volvió a abrazar, pero ahora el contrario no reaccionaria. Parecía que el dolor se desvanecía junto con su existencia, eso lo angustió.
Cada noche que paso con el pelirrojo estuvo a punto de extinguir su presencia, pero nunca tuvo una sensación como está.

S- Grell prometo amarte, respetarte, cuidarte en la salud y enfermedad, ser fiel hasta que la muerte -

G- shh... - el pelirrojo lo detuvo con una caricia - no hagas promesas que no vas a poder cumplir, además... La muerte soy yo y ya nos separó -

Todas las noches anteriores a esa, el demonio había estado leyendo un múltiples libros, todos de historias de amor.
Todas ésas noches pensando en su torturado pelirrojo y aun que no pudiese leerlas a su lado; todas las noches imaginaba que llegaría el momento de despedirse de ella.

S-Esta es la última página -

G- yo también... Prometo amarte... respetarte...cuidarte en la vida y en el muerte ... Y y y ser fiel -

S- shhh... Está bien, todo va estar bien mi amor -

G- y prometo no amar a nadie más en mi siguiente vida, mi hermoso demonio -
Esas serían las últimas palabras del pelirrojo.
A pesar de su falta de visión y coherencia, hasta en sus últimos momentos creía fielmente que todo eso era una fantasía.
No creía que nada de eso fuera real.

El cuerpo de Grell disminuía su temperatura, se ponía más y más frío con cada soplo de la brisa nocturna.
Incluso su pelo sé tornaba oscuro,regresaba al color castaño que tenia su forma humana, básicamente estaba desapareciendo lentamente hasta dejar de existir.

PELIRROJO Where stories live. Discover now