Let me know ✧ 2jae

05

Youngjae

Salgo más tarde de lo normal al haber tenido que buscar a Jackson por todo el edificio, dadas las quejas del peliblanco, quien no quería ir solo a casa y el moreno no aparecía. De camino hacia casa no consigo sacarme de la cabeza las palabras de Yugyeom y Bambam. ¿Park Jinyoung? ¿en serio? Nunca he intercambiado una sola palabra con él, ni si quiera una mirada. Ni mucho menos me ha dado la sensación de que estuviera interesado en mí. Hay algo que no me cuadra.

Entro en el portal y lo veo, al lado de los buzones junto a otro chico. Me acerco dando saltitos y, aunque sé que es terriblemente maleducado, interrumpo su conversación.

-¿Eres Park Jinyoung?

Él me mira con el semblante totalmente blanco, a lo que yo solo sonrío sin mostrar los dientes y me acerco un poco más.

-Entonces, ¿Eres tú? ¿Tú eres Defsoul?

Lo siguiente que escucho son unos pasos detrás de mí, pero cuando me giro solo veo la espalda del otro chico, corriendo escaleras arriba. Vuelvo la vista a Jinyoung, quien esta vez me mira sonriente.

-No, yo solo soy el mensajero.

Frunzo el ceño y él apoya su mano sobre los buzones. Mis ojos bajan al buzón que el chico de antes intentaba abrir y siento como si un balde de agua fría cayera sobre mí cuando leo el apellido. Im.

Subo todo lo rápido que puedo hasta llegar a la planta que indicaba el buzón, y ahí está, de espaldas a mí y rebuscando en su mochila. Camino hacia él y veo como sus manos tiemblan intentando encontrar la llave correcta para la puerta que tiene enfrente. Paro sus acciones antes de que pueda volver a huir.

-Así que eras tú mi acosador, Jaebum.

Su mirada intenta parecer fría, y conseguiría intimidarme de no ser porque puedo sentir como su mano tiembla bajo la mía. Le sonrío cálidamente y noto como sus músculos se destensan.

-Youngjae, y-yo...

Su voz suena casi inaudible apesar de ser grave por lo que acorto un poco más la distancia para poder oirle mejor, aunque lo único que consigo es ponerle más nervioso. Se aparta bruscamente de mí cuando la puerta se abre de golpe y corre hacia dentro sin volver a mirarme. Frente a mí solo queda un hombre varias cabezas más alto que yo. Su mirada seria me atraviesa justo antes de cerrar la puerta en mis narices, sin dejarme emitir ni una sola palabra.

Ahogo las ganas de aporrear la puerta y exigir una disculpa y entro en el piso a poco metros de éste. Mamá no está y lo más seguro es que no llegue hasta la madrugada, como lleva haciendo desde hace más de una semana. Juego con la comida mientras mis pensamientos van de un lado a otro.

Im Jaebum.

Quiero volver a hablar con él y aclarar todas las dudas que ocupan mi mente, pero he de admitir que solo de pensar en la mirada del que supongo que era su padre me estremezco. El resto de la tarde pasa entre consejos y risas por parte de Yugyeom y por un par de horas consigo olvidarme de todo lo que me estaba causando un quebradero de cabeza. Por supuesto, hasta que Yugy cuelga y todo vuelve de golpe. Suelto un suspiro mirando el reloj en mi muñeca y desistiendo a seguir esperandola. Ahora más que nunca necesito algún típico consejo sabio de madre, pero todo lo que tengo es al inexperto maknae diciendo que me tire a los brazos de Jaebum.

Entro en mi habitación y abro la ventana de par en par. Definitivamente, necesito tomar un poco el aire. Estiro los brazos sobre el poyete, entrecierro un poco los ojos y descanso la cabeza sobre uno de ellos. La suave brisa nocturna me despeina aún más y consigue relajarme por completo. Vuelvo a abrir los ojos cuando noto que no soy el único disfrutando de la tranquilidad de la noche. Otros brazos musculados reposan sobre una ventana a varios metros de la mía. Reconozco al instante de quien se trata y no puedo evitar quedarme observando su perfecta piel aún desde tal distancia.

-Vaya, ¿quién es el acosador ahora?

Mis ojos sube hasta el rostro que asoma ahora por la ventana. Siento mis mejillas arder y rezo porque esté suficientemente oscuro como para que no lo note. Le sonrío antes de volver a hablar.

-Tú.