16

1.7K 290 45
                                    

Youngjae

Nada más despertarme alcanzo el móvil y reviso mis mensajes, sin encontrar señal alguna de Jb. Tampoco puedo encontrarle al bajar al portal, aunque eso ya lo suponía.

-¿Sabes qué le ha pasado a Jb? -Pregunto con cautela.

Jinyoung me mira preocupado y piensa durante unos segundos, como si estuviera decidiendo qué excusa darme.

-Creo que tú ya lo sabes, ¿no?

Aparto la vista de él. Ya lo había pensado pero no quería creer que fuese verdad. Me paro en seco y Jinyoung se gira hacia mí. Necesito volver a por Jaebum y sacarlo de ahí.

-Hay que ir a por Jb, no podemos dejar que...

Intento andar de vuelta al edificio pero el moreno me agarra del brazo, tocándome por primera vez desde que lo conozco, y me lo impide.

-No. No podemos -Dice tirando de mí hacia la universidad-. No ahora.

-¿Qué? Pero tenemos que ir, cómo puedes querer dejarle allí sabiendo...

-No podemos y ya está, Youngjae -Vuelve a interrumpirme-. Ya he ido esta mañana y su padre estaba allí, si vamos solo empeoraríamos las cosas.

Me trago mis quejas y decido hacerle caso, esperando que esa sea de verdad la mejor opción. Jinyoung me acompaña incluso hasta mi clase para después marcharse enseguida, seguramente buscando al americano. Bambam y Yugyeom no tardan en acosarme con preguntas sobre Mark, y es que con todo lo de Jaebum me había olvidado por completo de ellos. El problema está en que no sé hasta dónde debería contarles, así que me limito a repetir las palabras de Mark, omitiendo a Jinyoung y lo que sea que haya entre ellos.

-Al menos Jackson se ve bien con todo esto - Dice Bambam, mirando como el chino habla alegremente con una chica castaña y de pelo corto.

Las horas pasan lentamente y las clases se me hacen aún más aburridas que de costumbre por no poder sacarme a Jaebum de la cabeza. Jackson nos presenta a la chica pero todo lo que llego a oír de ella es que su nombre es Hani y que tiene una gata, porque mi mente vuelve a perderse en el pelirrojo.

Pensaba que lo peor eran las clases, pero no, lo peor es tener que andar junto a Jinyoung y Mark. Reduzco un poco la velocidad al andar, quedando detrás de ellos, y me pongo los auriculares.

Nunca me habría imaginado que Jinyoung fuese tan cariñoso, sinceramente.

Mientras camino y pienso en lo incómodo que me siento junto a los tortolitos, mis pensamientos vuelven a ir hasta Jaebum. ¿Nosotros también nos veíamos así desde fuera? Si es así, lo siento de corazón por Jinyoung, y a la vez le respeto por ser capaz de soportarlo.

La pareja se pierde enseguida cuando entramos en el portal y por fin puedo ir tranquilo hasta casa. Cuando voy a abrir mi puerta escucho la del piso de al lado cerrarse y unos pasos detrás de mí.

-Eh -Mi cuerpo se congela al oír esa robusta voz. Me giro un poco con la poca fuerza que encuentro y veo a su padre, demasiado cerca de mí-. No quiero verte cerca de Jaebum otra vez.

Mi garganta se seca conforme intento pensar alguna respuesta, pero el hombre cada vez parece más enfadado.

-¿Entendido?

Eleva su tono pero eso tampoco me hace responder. No pienso alejarme de Jaebum, pero tampoco soy capaz de decírselo a la cara. Él parece hartarse de mí finalmente y se pierde por el pasillo. Por mi parte, meto la llave en la cerradura aún con las manos temblorosas y entro en casa. Intento tranquilizarme mientras como, pero una idea terrible no sale de mi cabeza.

Salgo hacia la puerta de Jaebum cuando termino y llamo varias veces, recordando que su padre había ido en dirección contraria al piso y rezando porque no hubiese vuelto. Espero unos minutos pero no oigo nada, ni si quiera pasos acercándose a la mirilla como la otra vez. Por si fuera poco, se me ocurre algo incluso peor.

Vuelvo a mi casa y a mi habitación y trago grueso antes de abrir la ventana y pasar una de mis piernas por ella. Esto se veía más sencillo cuando lo hacía Jaebum. Todo mi cuerpo empieza a temblar al sentir el viento y durante varios momentos me veo en el suelo, pero consigo llegar hasta su ventana a salvo. Intento abrirla pero Jaebum es más listo que yo y suele cerrarla. Me veo obligado a llamar hasta que una figura se levanta de la cama y se acerca.

Los ojos de Jaebum parece que vayan a salirse de sus órbitas cuando me ve tras el cristal y abre enseguida. Intenta ayudarme a entrar pero en cuanto tira de mí aparece una mueca de dolor en su rostro.

-Puedo solo, tranquilo -Digo, consiguiendo que me suelte, pero no evita que me regañe.

-Aish, Youngjae, cómo se te ocurre pasar por ahí, podrías haberte ca...

-Te echaba de menos -Le interrumpo a la vez que le rodeo con mis brazos.

-Nos vimos ayer -Contesta él riendo.

-¿Y?

Levanta la cabeza para mirarle con un puchero plasmado en mis labios y los rastros de enfado que quedaban en su cara desaparecen del todo. Tira de mí hasta poder llegar de nuevo a la cama y volver a tumbarse, no sin antes soltar un gruñido también de dolor.

-¿Estás bien?

Pregunto lo más estúpido y obvio posible pero a él parece que no importarle.

-Estaría mejor si te tumbaras conmigo.

Él estira su brazo encima del sitio vacío en la cama así que no me resisto más y me acuesto a su lado, usando su brazo de almohada y acurrucándome.
Decido ser yo quién dé los mimos esta vez y empiezo a acariciar su cintura, pasando a sus muslos y volviendo hasta su abdomen. Se queja cuando llego a esa zona y no me hace falta levantarle la camiseta para saber por qué.

-Odio verte así.

-Lo sé -Susurra dejando un beso en mi frente-, pero no hay nada que se pueda hacer.

-Puedes escaparte.

-¿A dónde iría yo solo? -Contesta riéndose, aunque yo hablo totalmente en serio.

-Quién ha dicho nada de irte solo.

-¿Te escaparías conmigo? -Pregunta en un tono burlón, pero yo le respondo de manera seria.

-Sí.

Let me know ✧ 2jaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora