20

1.7K 267 38
                                    

Youngjae

4 am. Despierto al intentar girarme sobre el asiento y sentir una punzada en mi baja espalda: ya empezaba a arrepentirme de no haber escuchado a Jb.

Le veo recostado sobre la puerta y pienso que está dormido hasta que oigo pequeños sollozos.

-Jb -Susurro acercándome al hueco entre los dos asientos delanteros, y él rápidamente se limpia ambas mejillas antes de intentar sonreírme, aunque no puede ocultar sus nervios.

-¿Qué haces despierto, mi amor?

Me sorprendo por el nombre cariñoso que no le había oído hasta ahora, pero lo dejo pasar, ya que él me preocupa aún más.

-¿Por qué estabas llorando?

-No estaba... -Para de hablar cuando le lanzo una mirada cargada de "ni se te ocurra mentirme".

Vuelve la vista hacia la ventana, seguramente para evitar que le vea otra vez llorando.

-Mi madre seguramente esté cargando con las consecuencias de todo esto -Suelta de repente-. No puedo dejar de pensar en lo enfadado que estará él y en que se estará desquitando con ella...por mi culpa.

Las últimas palabras las dice en un susurro que termina de romper mi corazón. Querría volver a sentarme encima suya y abrazarle todo el tiempo que necesite, pero no creo que mi espalda me permita si quiera levantarme. En consecuencia, todo lo que llego a hacer es agarrar su mano y apariciarla con las yemas de mis dedos.

-No te culpes por no poder aguantarlo más -Susurro apoyando la barbilla sobre su hombro-. Ni tú ni ella tenéis que soportar eso.

Consigo que me mire otra vez a los ojos, notando lo cristalinos que están los suyos. Aunque no por mucho tiempo, porque enseguida se inclina para dejar un beso sobre mi frente y mandarme a dormir otra vez.

-Ven detrás conmigo -Ruego haciendo pucheros-, por favor.

-Si voy ahí vas a tener que dormir encogido.

-Me da igual, lo único que quiero es estar contigo, bummie~.

Sonríe cálidamente cuando oye el apodo y consigo que me haga caso. Pasa a los asientos traseros y en cuanto se sienta en uno de ellos, me recuesto apoyando la cabeza sobre su cuello y una mano sobre su abdomen. Él pasa una de las suyas por mi espalda, de arriba abajo y provocándome cosquillas. Pero unas cosquillas agradables, de esas que hacen que tu piel se erice y que no quieres que acaben nunca. Y al menos para mí no lo hacen, ya que me vuelvo a dormir antes de que Jaebum pare.

Cuando despierto, espero varios minutos abrazado aún a él, simplemente viéndolo dormir tan calmado. Sus ojos se abren nada más salir el sol y sonríe en cuanto me ve entre sus brazos, apretándome más hacia él.

-Buenos días, jae -Dice besando mi coronilla.

-Buenos días -Contesto sonriéndole cálidamente-. ¿Qué vamos a hacer ahora?

Sé que la situación es delicada pero necesito ir al grano.

-Volver -Responde sin más.

-¿Cómo que volver?

-Volver a casa -Y continúa antes de que pueda replicar-. Tú tienes que volver a casa y yo tengo que asegurarme de que mi madre está bien.

Tiene razón, por mucho que quiera negarme a llevarle otra vez allí.

-Vale, pero vas a escucharme esta vez, ¿entendido? -Digo señalandole con mi dedo índice.

-Claro -Contesta con un tono fanfarrón y coge mi mano parar besar la palma de ésta, consiguiendo además que me sonroje-. ¿Vas a ponerte vergonzoso después de lo de anoche?

-Aish, cállate.

Golpeo su hombro a la vez que me recuesto sobre el asiento a su lado.

-No quiero ser insiste, pero ¿no habías dicho que podíamos volver?

-Es mejor por la noche -Contesto rodando los ojos.

-¿Y qué vamos a hacer mientras?

-Podemos entretenernos con algo -Sugiero sentándome sobre su regazo y rodeando su cuello.

Mis palabras no iban en ese sentido, pero me doy cuenta tarde. La mirada de Jaebum se llena de lujuria en segundos, y enseguida empieza a recorrer mi cuerpo con sus manos y sin ningún tipo de vergüenza. Pero le paro cuando llega a mi baja espalda.

-Me duele demasiado para eso, lo siento -Digo rozando mi nariz con la suya cariñosamente.

Se molesta un poco al principio pero no tarda en seguirme el juego y terminamos pasando las horas conversando, y Jaebum robándome algún que otro beso y caricia.

Pasamos el trayecto de vuelta en silencio, a pesar de que esta vez él está despierto, pero es aún así cómodo. Hasta que nos vamos acercando a nuestro destino, por supuesto. Varias calles antes de llegar a nuestro edificio, giro en otra dirección y Jaebum me mira dudoso.

Llevo el coche hasta el parking subterráneo y subo junto a Jb varias plantas. Los pisos son mucho más caros que los nuestros, además de mucho más modernos. Cuando llegamos al apartamento que buscaba introduzco la clave en el panel junto a la puerta y esta se desbloquea seguidamente.

-Es el piso de Bambam y Yugyeom -Le explico a Jaebum una vez que entramos-. Estuve quedándome aquí antes de mudarnos y me dieron la clave.

Él solo asiente mientras observa el interior del piso. A los chicos no se les ve por ninguna parte así que opto por llamar al menor después de decirle a Jb en que use la ducha.

Me siento sobre una de las camas y Yugyeom me pone al corriente de todo lo ocurrido, sobretodo de cómo el padre de Jaebum está interrogando a todo el mundo para encontrarle. Aunque al menos había algo bueno, y es que estaba gastando sus energías en dar con nosotros y no contra su madre.

Siento unos brazos fuertes rodear mi cintura y varios besos recorrer mi nuca. Como no me resisto, pasa al siguiente nivel, que es tumbarme sobre la cama y posicionarse sobre mí.

-Aish, Youngjae -Susurra mientras deja un camino de besos por mi cuello-. Nunca tengo suficiente de ti.

-Jb, es la cama de Yugyeom, esto está mal -Le advierto, pero no parece importarle.

-Eso lo hace más excitante.

-Déjame -Digo en un tono juguetón que no pasa desapercibido para él.

-Oh, ¿de verdad? Pues creo que justo anoche me pedías por más y por más fuerte -Susurra en mi oído con voz ronca.

Solo con eso consigue que todo mi cuerpo tiemble y que mi mente grite que mande a la mierda por lo que estamos aquí y lo haga.

Vuelve a pasear sus manos por todo mi cuerpo de manera experta, como si ya conociera cada rincón de mí. Llega casi por atracción a mis muslos y los aprieta por encima de la tela, pero para cuando cierro los ojos.

-Sigue -Ruego agarrando sus manos que aún descansan sobre mí-. Me gusta que me acaricies.

-A mí me gusta más acariciarte cuando no hay nada entre mis dedos y tu piel.

Mi cuerpo vuelve a temblar, en especial mis piernas, que ahora Jaebum ha llevado hasta su propia cintura y que yo rápida y obedientemente he enrollado en ella. Empieza a mover sus caderas contra mí buscando más fricción mientras gime exageradamente a pocos centímetros de mi boca.

Es obvio lo que intenta, casi tan obvio como saber que lo está consiguiendo.

Estoy a punto de gritarle que deje de torturarme y lo haga de una vez cuando dejo de sentir su cuerpo sobre el mío.

Let me know ✧ 2jaeWhere stories live. Discover now