✨ DOCE ✨

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Estiré mis músculos en la suave cama adornada con un suave edredón con estampado de leopardo, era realmente lindo y me brindaba calor.

Volteé hasta dar con un desparramado Jungkook y un hilo de saliva adornando su mejilla, aún por la distancia que nos separaba en las camas, podía apreciar su cara de rata con detalle.

No tenía ganas de pararme, estaba muy cansada y mis rodillas dolían al igual que mi estómago, solo un poco pero era molesto.

Tome mi teléfono a un lado para ver que eran las nueve de la mañana y dudé un poco en seguir durmiendo, de no ser por un pequeño Jimin que entró con una gran manta rodeando sus brazos y teléfono.

—Hola —Saludó acostándose a mi lado.

—¿Por que estás irrumpiendo mi cama, nalgón? —Pregunte con tranquilidad.

—Tu cama esta calientita y la mía fría, además de que todos siguen dormidos... —Se acurrucó más hasta quedar enredado en mi edredón y pude sentir sus piernas con las mías.

—¡No es justo! Yo también venía por eso —Exclamó Hoseok llegando por el otro lado de la cama, claro que se acostó y yo quedé en medio de ellos dos. —Hola, Rina.

—Qué hay. —Le miré y este solo sonrió cerrando sus ojos —Yo no sé, pero me voy a dormir, bye.

—Yo igual —Dijeron los dos al unísono.

Bueno, debieron pasar algunas horas, pero cuando desperté eran las doce del día y estaba arriba de Jimin y con una pierna arriba de Hoseok.

Aparté varios cabellos que estaban pegados a mi boca y Taehyung estaba parado frente a nosotros —Tomé una foto que ya esta en Twitter.

Claro que le aventé una almohada y un zapato.

—Mierda —Susurré, al menos el dolor estómago se había ido. —Despierten, perezosos.

Al final terminé golpeándolos hasta que cobraron vida y regresaron de las profundidades.

Jungkook ya no estaba en su cama, por lo que supuse que tal vez ya estaba desayunando con los demás.

—Huele rico —Jale del brazo de Hoseok, ayudándole a pararse. —Oh, debo ver Acapulco Shore, okay solo voy a tomar algunas cosas y me regreso en friega a ver a mi Jawy bebé...

—¿Qué tanto parloteas? —Habló Taehyung viéndome —¡Oh! ¿Verás uno de tus programas mexicanos? ¡Yo quiero!

—Esta bueno... Trae una papas y refrescos, voy hacer una llamada.

Me alejé un poco de los chicos para marcar un número de teléfono.

¿Qué pedo? Sea quién sea, rápido que estoy viendo una película.

—Pinche estúpida, apaga esa madre que soy yo.

—¡Milagro! Mija, pensé que me dejarías en el olvido ahora que eres una idol chingona pues, tenía mis dudas mujer. 

—Cállate, tengo menos de cinco minutos para que me resumas lo que ha pasado, en verguiza wey.  —Observé rápidamente a los chicos y por buena suerte no estaban pasándome por alto.

—Mhm, Roberto le metió en la madre a Osvaldo ayer wey, todo por Mariana pero, pasó en una party loca que hizo Julio pero wey, fue la verga, no recuerdo muy bien lo que pasó pero me dijeron que pusieron tu música y que dije que me emborracharía en tu honor, Víctor cuenta que vomité mas de la cuenta y eso explica por qué mierda no siento ni madres. —Reí escandalosamente. —¿Y qué haces wey?

笑 ; UNA CHICA EN BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora