✨SESENTA Y UNO✨

3.5K 258 332
                                    

Enlace mi brazo con el de Seokjin para después empezar a saludar levemente y sonreír cuando bajé mi cubre bocas.

Íbamos justo para Los Ángeles, unos días antes de los billboard por unas cuantas entrevistas que nos harían y algunas otras cosas que ni puta idea.

Yo sólo sabía que Ramón respondería todo, al menos que algún entrevistador sea latino y empiece a hablarme en español.

—¡Acá, Rina! —escuché a los camarógrafos que parecían acosadores tomando foto de cualquier movimiento que hiciéramos.

¿Si me echo un pedo captaran el momento exacto?

—Andando, tu pasaporte. —Tae me dio unos golpecitos en la cabeza, sacándome de mis absurdos pensamientos caca.

—Ten. —y no el de nct. —Estoy emocionada, carajo.

Inmediatamente, Hoseok me tapó la boca. —¡Niña, ¿qué no ves que hay cámaras tomando vídeos?! Dónde te vean diciendo groserías...

—Mefw valeff fergaw.

Seguimos hasta que subimos hasta el avión, primera clase, obvi. Entonces, observé que me tocaba en medio de un niño y de Yoongi.

Empecé a persinarme. —Diosito, ayúdame a resistir este viaje.

—Ja-ja. Muy graciosa. Eso debería decirlo yo. —Yoongi rodó sus ojos.

Imite su acto para después caer dormida como por arte de magia, ya saben, como el angelito que obviamente dios me dio.

No como a ustedes, bola de pecadoras que leen yaoi a las dos de la mañana mientras se pican la pucha.

Já, me caigo bien.

—Eh, tú, ¿cómo te llamas? —me golpeé la frente, tratando de adivinar el nombre de Yoongi.

Ah, Yoongi.

—¡Yoongi, te llamas Yoongi! —sonreí.

Él me miraba con cara de "watafak".—¿Es en serio, Chae?

—No es mi culpa, es culpa de la emoción que corre por mis venas como si fuera cocaína. —levanté mis cejas, picarona.

Luego volteé a ver al niño que estaba viéndome, era extranjero, porque era güero y tenía los ojos más verdes que la plantita de la marihuana.

—¿Sabes hablar coreano? —me le quedé viendo un momento.

I don't understand.

Ay sí, muy verguitas o qué pedo.

Miré hacia atrás, los que suponían que eran sus padres estaban dormitando como bebés.

—Ah, ya veo. —tomé mi mentón. —La típica familia americana ricachona que no les importa su criatura del señor, pobre de ti.

—¡Rina, no digas eso! —Yoongi me pegó en la mano. —Es grosero.

—¿Por qué?, ¿sabes cuánta fama me haría si doy este caso a La Rosa De Guadalupe? —lo golpeé de vuelta. —Perdón, Don Paloma Blanca Que Nunca Rompe Un Vaso Min Yoongi.

Miren, habían pasado las horas y el niñito ese no dejaba de verme, así que mejor me volteé un poquito para darle la espalda.

Sé que soy hermosa, pero, no mamen. Ese morrito debía tener algunos 11 años a la verga.

Maldito niño asalta bastones.

Cuando ya habíamos aterrizado, recogí mis cosas, hasta que una manita me jaló del gran suéter que llevaba puesto.

笑 ; UNA CHICA EN BTSWhere stories live. Discover now