✨ TREINTA Y CUATRO ✨

6.4K 376 363
                                    

Ya llegó por quien lloraban, Rina doña vergas y dueña de todo el swag y corazones.

Bueno amixes, estoy contenta porque por tercera vez íbamos rumbo a México para año nuevo, el cumpleaños de Taehyung fue genial y por suerte, no ingerí alcohol esta vez, ya que Tae quería que estuviéramos cuerdos para recordar tan bello momento.

Aburrido.

Aunque eso no impidió que Nam tropezara y tirara medio pastel al suelo y pies de Jimin.

Fue divertido ver como Jimin se quejaba mientras gritaba más agudo que Tae gimiendo como perra en celo.

Estábamos en el avión, Juan Kevin estaba a mi lado y enfrente estaba la línea 95, riéndose como idiotas.

Jungkook miraba tierra de osos y yo, pues valiendo verga como siempre.

Miré por el rabillo del ojo, donde Yoongi se encontraba, ya que estaba a mi lado comiendo como loco.

—Espero que te ahogues mientras comes. —dije linda y risueña como siempre.

—Eres tan adorable. Mocosa inútil.

—Abuelo usa viagra.

—Dejen de pelear o los tiro por la ventana, idiotas. —medio gritó Jin.

Rodé los ojos y miré a Kukistrukis quien tenía una mano cubriendo su boca una servilleta en la otra.

—¿Estas llorando, princesita llena de testosterona?

—¿QUÉ NO VES QUE KEDAI YA SE DIO CUENTA QUE MATÓ A LA MAMÁ DE KODA? AY NO PUEDE SER, SU MAMÁ —dramatizó.

Claro que le pegué en la cabeza con un palillo. —Pareces Jimin en sus días, deja de llorar.

—¡¿Qué dijiste de mí, niña?! —Jimin volteó como la niña del exorcista.

—Que Jungkook parece tú cuando estas en tus días. —respondí sin interés.

—Ah, creí haber escuchado mal.

—No te preocupes.

Mánager vergas estaba junto al negrito de la salsa, digo, Nam platicando de cosas que no me interesaban la dvd.

Y estaba feliz, feliz de dejar de tragar puro fideito por una vez de perdido.

Nos íbamos a quedar hasta poco después de enero del 2018, todo era tan bonito.

Mis padres se quedarían unas horas porque irían a la visita de los siete templos, o sea, a casa de cada uno de los primos de mi papá para comer todo lo que puedan.

Y como sé que Doña Chae alias mi mamá se pondría hasta la madre con Tecate, no regresarían hasta el siguiente día por lo que sería una pari jard en mi casa con mis siete chinos.

—Noona. —me llamó Juan Kevin, mirándome y con los créditos de la película en la pantalla del avión.

—¿Qué quieres, Kukito?

—¿Qué vamos a cenar?

_¿Me quitas mi tiempo preguntándome cosas que hacen que me den hambre? —asintió. —Pues.... —abrí las notas de mi teléfono porque sí, Chae Rina también iba cocinar. —Mi mamá borracha hará comida coreana por ustedes, malditos arruinadores de tradiciones. Hará kimchi, dobboki, tteokbokki, gimbap, bibimbap, galbi, bulgogi, naengmyeon, y tteok. Quiso lucirse la doñis.

Cuando mencioné todo aquello, Seokjin volteó cual niña del exorcista y una sonrisa se ensanchó en sus labios de salchicha mal amarrada. —¿Todo aquello?

笑 ; UNA CHICA EN BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora