· XIII ·

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El pelinegro volteo a sus espaldas, captando de inmediato a una criatura la cubierta de plumas, que ahora podía observar con mayor detalle y una vez más, fue capaz de percibir la mezcla de peligro y amenaza que emitían aquellos ojos, y con más claridad, los rasgos de aquel temible ser que se encontraba al borde de la puerta.

— Y extrañamente, ya no me temes —repuso este, con toda su atención puesta en él— ¿Por qué será?

— ¿Quién eres? —se atrevió a preguntarle el más bajo.

— No soy él —inquirió el otro, ahora fijando sus orbes negros sobre el objeto que sus dedos sostenían y Kyungsoo sintió el odio que se filtraba a través de su boca— ¿Y sabes de como estoy tan seguro de ello? —le pregunto formando una amplia y tétrica sonrisa en su rostro, mientras sus ojos brillaban con maldad.

El pelinegro boqueo dudoso de sus propias palabras, para luego negar con la cabeza.

— Porque yo lo mate —respondió el otro a su propia pregunta, degustando de las palabras que salían de su boca y demostrándolo abiertamente como en la noche pasada, repasando su ahora larga y rasposa lengua por sus dientes afilados— Y tú —continuo, completamente consciente del escalofrió que recorrió el cuerpo ajeno— No respondiste a mi pregunta.

El príncipe trago saliva sonoramente, no muy seguro de si responder con la verdad, sería sensato— N-no eres lo que yo pensé... —se decidió por hablar ambiguamente.

— Se más claro.

— No eres l-lo que yo pensé en un principio, puesto que... —aclaro atropelladamente— En realidad eres alguien de naturaleza humana...

Con la sonrisa retornando a sus facciones, y la mirada aun fija en el recuadro, el ser alado recitó— El tiempo pasado es tanto que no sería capaz de dar un número exacto desde aquel día —repuso sin mostrar emoción alguna al hablar— Que supongas eso es algo demasiado osado, si se trata de un completo desconocido como yo. Alguien que ya perdió toda la humanidad que una vez tuvo —declaró dándole la espalda a Kyungsoo, dispuesto a salir de allí— Pero si tanto deseas saber de mí, te doy la opción de seguirme –soltó repentinamente y no se supo distinguir si sus palabras sonaban maliciosas y crueles o simplemente serias.

La duda se instaló en la facciones de Kyungsoo por unos pocos segundos, quien sin poder evitar dejarse llevar por las ganas de saber, sus pasos cautelosos y temblorosos comenzaron a darse, acercándose de a poco al otro, que esperándole hasta ser alcanzado, se mantenía quieto y sin voltear a verle.

A solo unos pasos de distancia de la criatura, esta repentina y velozmente se alejó dirigiéndose a los pasillos, obligándole a acelerar sus pisadas y Kyungsoo no tuvo un real problema para seguirle el paso, haciendo lo posible por mantenerse cerca del otro.

Sus ojos se abrieron enormemente, frenó torpemente y trago duro al percatarse de lo que estaba frente a él.

Las escaleras del piso más bajo y posteriormente aquella puerta por la que quien lo había traído, había desaparecido, dejándole paralizado y un tanto temeroso.

















AnateMA [Kaisoo]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant