· XVIII ·

2.2K 423 19
                                    







Kyungsoo se aseguró de darse las necesidades más básicas de día, y aguardar por la otra presencia cada noche.

No agradeció por el alimento que comenzó a recibir constantemente, porque tenía la sensación de que si lo hacía, los resultados no serían buenos.

Tampoco tenía ganas de cazar algo, luego de lo visto en aquel cuarto que el otro le mostró, y cualquier oportunidad de encontrar alguna hierba o alimento proveniente del bosque, era nula por la venida del invierno.

Fue en aquellos momentos que inevitablemente se preguntó si esta criatura, también habría ayudado a su padre de esta manera. Y junto a esta, en cada noche, la sensación de inquietud por la posible otra presencia en su habitación, venía a él.

Porque aunque todo iba mejorando, aún no estaba seguro de cómo tratarle.









*****                *                *****


Entonces pasó.

En una de las tantas noches que Kyungsoo compartió con el otro ser que habitaba aquel castillo, de alguna forma y por primera vez, la cercanía entre ambos dio un paso más.

— ¿Por qué quieres ayudarme? —fue lo que le dijo roncamente, aún en la forma que no era humana y apenas siendo visible dentro de la habitación. Sonando duro y a la vez no; con la atención puesta sobre el pelinegro, quien le esperó recostado en su cama simulando no haber despertado.

Y antes de que Kyungsoo sea capaz de formular palabra alguna o moverse, el otro se le adelantó hablando de manera serena, pero extrañamente lenta.

— La razón por la que aún vives —repuso de un modo directo— Es que solo quiero utilizarte

Sin saber que responder al respecto, Kyungsoo se mantuvo en silencio, con la respiración aun lenta y pesada, y la creencia de que no sería sensato confrontar al otro en aquel momento.

— Sé que estás despierto —declaró entonces la criatura, con una voz pastosa y retadora.

El pelinegro no pudo hacer más que voltear la cabeza, depositando su atención en la silueta del ser alado que ahora se podía vislumbrar por la luz filtrada de la ventana que estaba a su favor, y muy consciente de que no tenía otra opción, habló.

— ¿Y qué es lo que esperas que responda? —repuso de un modo serio y por primera vez molesto— He dicho que quiero ayudarte y no pienso faltar a mi palabra —repitió cansado— ¿Crees que no me he dado cuenta de que cada que de alguna manera trato de acercarme a ti, tú te empeñas en provocarme? —preguntó— Odio, repulsión, asco, molestia —recito calmado y ahora con los orbes fijos en la ventana— Mi vida es demasiado corta como para preocuparme o permitir que alguna de estas me controle —fue lo que Kyungsoo dijo, ahora sobándose los ojos por la luz y el sueño; como resultado ante la ausencia de descanso durante tantas noches.

Los pasos acelerados del que acostumbraba a ocultarse en las sombras fueron más evidentes mientras la otra presencia abandonaba el cuarto.

Hasta que el sonido de la puerta siendo cerrada estridentemente fue claro y luego de este se hizo el silencio, dejando a Kyungsoo con un sabor amargo en la boca.    

















AnateMA [Kaisoo]Where stories live. Discover now