· XXI ·

2.4K 428 16
                                    







Corriendo con todas las fuerzas que le eran posibles, su cuerpo se hallaba regocijado en alegría y ansiedad.

Había logrado cazar por primera vez y completamente solo, sin la ayuda de nadie.

Su emoción por ver la reacción de su padre había sido tanta que no había podido evitar tirar el arco al suelo, dejar al enorme jabalí muerto solo en el bosque y emprender de inmediato su carrera de vuelta, para hacérselo saber al rey en persona.

No le importo en absoluto la manera en que los soldados trataron de retenerlo en la puerta y esquivándolos fácilmente, logro ingresar a la alcoba de su padre. Ya dentro, la gigantesca sonrisa en su rostro tembló y lentamente desapareció ante el mal presentimiento que repentinamente emergió en su interior.

Primero vio como las palabras que el rey estaba por soltar antes de su llegada se le atoraron en la garganta al posar sus ojos en él.

Luego como un hombre con la cabellera extrañamente rojiza volteaba en su dirección.

Y como una sonrisa casi imperceptible y burlona se alojaba en su rostro, para luego posar sus ojos en la puerta y retirarse de manera silenciosa.






♦ ♦ ♦






— ¿Por qué insistir en ayudarme?

Sacudiendo levemente la cabeza con los ojos entrecerrados, Kyungsoo lanzo un sonoro bostezo mientras adoptaba la posición acostumbrada y fijaba sus ojos en la ahora vistosa criatura alada frente a su cama. Había decidido dormir, creyendo que en aquella noche no recibiría ninguna visita.

— Porque lo necesitas —respondió ya completamente despierto y con un tono amistoso.

— Ni si quiera me conoces —soltó esta con mucha rabia.

— Para tu desgracia si lo hago —se atrevió a contradecir el pelinegro, sobándose uno de sus ojos con su mano en puño— No lo hago de manera profunda, pero lo hago —repuso— Y todo aquel que conozco y me agrada, es mi amigo y si tiene algún problema, le ayudo.

— Tus palabras son muy fáciles de decir y estúpidas.

— Pero son ciertas.

— Los amigos son algo absurdo e ideal que el ser humano crea en su mente —repuso— Y en realidad, no existen.

— Existen y para que veas que lo que digo es cierto, seré el primero que tengas.

Los segundos avanzaron mientras que de a poco se volvían en minutos y finalmente, para la sorpresa de Kyungsoo el monstruo continuó hablando, en lugar de retirarse.

— Tú... —se escuchó como titubeaba al hablar— ¿De verdad crees que eso sea posible? Porque déjame decirte que en todo el tiempo que he vivido, nunca vi algo así.

Por unos instantes, Kyungsoo fue capaz de distinguir la duda y ansiedad en los ojos aquel ser alado y pareciera que la criatura se dio cuenta de ello, ya que rápidamente este brillo que para pelinegro resulto fascinante, había desaparecido siendo reemplazado por penumbra, oscuridad, rencor, odio.

— Todos se esconden, son tan o más cobardes de lo que muestran a los de su alrededor. Buscando vivir de un modo más fácil e hiriendo a muchos con la finalidad de satisfacer su egoísmo, mostrando una moral perfecta que se adhiera a sus acciones, justificándolas y mintiéndose a sí mismos, diciendo que hacen algo para bien o por los demás, cuando en realidad hay algo oscuro en su interior que quieren satisfacer. Viviendo toda su vida solo porque si, pasando todos sus años centrados en conservar sus bienes o alcanzar la riqueza, siendo miserables sin siquiera saberlo.

Entonces por primera vez después de muchos años desde que fue un niño, Kyungsoo no pudo evitar que una sonrisa grande se le pinte en el rostro, como tampoco pudo evitar sentirse más a gusto y mostrarlo de manera abierta al soltar una pequeña carcajada de enternecimiento.

— Estoy seguro de que todos lo saben, y es por eso que la amistad y el amor son tan valorados, hasta parecer imposibles de ver, pero existen y hay que saber ganárselos —expresó aun sonriente. Porque no iba a ignorar aquel destello que no parecía pertenecer en lo absoluto a alguien cruel y despiadado.










AnateMA [Kaisoo]Where stories live. Discover now