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Ámbar.

Ahí estaba yo, en mi imaginación sentada en la barandilla de un séptimo piso, gritando con todas mis fuerzas, en la vida real sentada en mi lugar de siempre, viendo a las personas pasar, ser felices mientras yo me quedaba atrás fingiendo el papel de chica dura, necesitaba que alguien me recastara del infierno que estaba viviendo ¿Justo ese alguien que quería que me rescate tenía que gustarle a mi mejor amiga? 

 — Sol.

Escuché la voz de mi madrina tocar la puerta de mi habitación, ahora para ella y los empleados era Sol Benson, para mis amigas y la gente que me seguía era Ámbar Smith ¿Pero para mí quien era? ¿Quién quería ser? ¿Ámbar Smith o Sol Benson? ¿Sol Benson o Ámbar Smith? ¿Quería ser esa que se llevaba la vida por delante? ¿La que se creía princesa? ¿Quería ser la que todos respeten? ¿La que todos admiren? ¿La víbora? ¿La qué no sabía nada de su verdadera identidad? ¿La engreída señorita Ámbar? ¿O quería ser la que todos quieran? ¿La qué saque sonrisas y haga reír? ¿La chica buena? ¿La qué había perdido a sus padres en un incendio? ¿La adorable Sol Benson? ¿Y si no quería ser nadie?

— Pasa madrina.— solté en un tono de voz bajo— ¿Pasó algo?

— Sé que estas un poco alborotada con la noticia y que te sentís muy confundida ahora pero...

— Es que tengo mil preguntas— la interrumpí— Tengo mil dudas, no me acuerdo de nada, yo no quiero ser Sol Benson, o sí, pero no de esta forma, no tan bruscamente, yo siempre fui Ámbar Smith — dije insegura.

— Nunca fuiste Ámbar Smith, ese fue un personaje que yo cree, que ambas construimos para hacerte olvidar todo lo que viviste — baje la cabeza— Me siento culpable por no decirte la verdad antes.

— ¿Sharon Benson se siente culpable por algo que hizo? 

— Las malas también sentimos culpa, si me armo esta coraza es para que no me saquen lo que más quiero.

— ¿Y qué es lo qué más queres?

— Te traje algunos de tus recuerdos— cambió de tema algo nerviosa— Este es uno de ellos— saco un osito de felpa de la caja que sostenían sus piernas— Con él jugabas siempre de chiquita.

— ¿Yo jugaba con ese oso?

— Sí — asintió y lo extendió para que lo tomara— Copito.

— ¿Copito?— pregunté sin entender y tome aquel oso— Copito — sonreí y me aferre a aquel oso del cual no me acordaba pero tenía que fingir hacerlo para hacer a Sharon feliz.

— Buenas noches Sol.

Hice media sonrisa y sentí los labios de Sharon besar mi frente ¿Desde cuando tenía tal afecto hacía a mí? Ella era la que me marcaba que todo lo que hacía estaba mal, ella era la que me decía que no había que dar amor, que en un mundo egoísta, solo triunfan los egoístas ¿Por qué ahora se preocupaba en demostrar todo lo contrario a su frase?

— Buenas noches madrina.

Vi como Sharon desaparecía por la puerta y sentí como bajaba las escaleras dirigiéndose a quien sabe donde, Fulmine a aquel oso con la mirada y decidí arrojarlo por alguna parte de la habitación, no recordaba absolutamente nada, mi historia no tenía recuerdos, ni siquiera yo la había escrito.

— ¡Yo no soy Sol Benson! 

Grité y arroje todas las cosas de mi mesilla de luz, junto a ellas mi celular, me percaté rápidamente y decidí agacharme para tomarlo del suelo.

 "Dos notificaciones nuevas" pude leer en la pantalla y decidí desbloquear el patrón para ir a la barra de tareas y ver de que se trataban "Simón Álvarez le ha dado me gusta a tu foto en instagram" "Simón Álvarez le ha dado me encanta a tu foto en facebook" Y de un momento a otro, el cual en el primero todo estaba mal, cayéndose a pedazos, sin saber quien soy, en el segundo estaba mostrando todos mis dientes con unas simples notificaciones.

La melodía de mi teléfono marcando que tenía mensajes sin leer en Whattsapp me hizo volver a la realidad pero para después volver a salir de esta.

"Dos mensajes de Indio azteca" Sí, si intentaba ser Sol Benson debía cambiar el nombre que le había puesto al contacto de Simón.

"Siento molestarla señorita Ámbar, pero como ya han arreglado la pista, Juliana quiere reunirnos a todos y me ha pedido que te avise" solté una pequeña risa al ver como me había llamado.

"¿Y por qué te pidió a vos que me avises?" no podía contestarle de buena gana, con emojis de corazón y toda la cosa, no podía ser tan obvia, porque ni yo sabía lo que me estaba pasando, tal vez eso lo haría Sol Benson, pero yo siempre fui Ámbar Smith, me habían enseñado a ser Ámbar Smith.

"Lamento arruinarle la noche señorita pero usted y yo seremos pareja de competencia" solté un grito de emoción para después tapar mi boca con arrepentimiento.

"¿Vos y yo?"

"Tú y yo"

"Pero yo siempre patine con Matteo, el es mi pareja de competencia ¿Por qué me puso con vos?" y ahí tuve que arruinar toda la conversación, siempre tenía que meter a Matteo.

"Y yo con Luna, pero debemos dejarlos que patinen juntos, deben arreglarse, son el uno para el otro ¿No crees?"

"Lo único que creo es que vos tenes que dejarme dormir" la verdad es que eran las doce de la noche y mañana debía levantarme temprano para ir al Blake, pero por otro lado me desvelaría toda la noche pensando en que Simón me había hablado.

"Mañana a las 17:30 en el Roller señorita Ámbar" sonreí de nuevo "Buenas noches"

"Buenas noches Simón"

"Descansa Ámbar"

 — Descansa Simón.

Solté para mis adentros y me aferré a mi teléfono el cual contenía esa conversación tan llena de todo y de nada a la vez, ahí fue cuando me di cuenta que todo lo que había querido estaba tan cerca y tan lejos a la vez, que todo lo que necesitaba estaba en frente mío todos los días y no me había dado cuenta, que la única persona que podía reparar este roto corazón era él, ese al que siempre critique y ahora tanto estaba necesitando, ese que siempre tuvo una sonrisa amable al finalizar el día a pesar de que haya pasado un huracán, ese que repartía alegría, ese que yo ahora quería, ese que nunca había visto pero estaba ahí, trabajando de lunes a sábados en el Jam and Roller y tocando la guitarra, ese guitarrista tan particular siempre había estado y yo estaba tan ciega que no me percate de aquello, y cuando por fin me doy cuenta que él era lo único que quería y que necesitaba para estar bien, alguien más lo había visto, y no era cualquier persona, si no Jazmín Carbajal, mi mejor amiga quien estaba completamente loca por Simón Álvarez lamentablemente al igual que yo y no podía hacer nada para tenerlo, solo quedarme en el molde porque por una vez en la vida tenía que tener algo de Sol Benson, tenía que ser buena, por Jazmín, tenía que quedarme quieta y no actuar, tenía que mirar a Simón de lejos, dejar que ella lo intente conquistar, dejarme a mi sola y perdida...Como siempre.  

Perdernos. {Simbar}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora