16.

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Simón.

— ¡Dios! — gritó Pedro y mi otro amigo y yo nos sobresaltamos— ¡Como odio los Open!— lo miramos extrañados— ¡No me miren así!— se quejó— Odio los preparativos.

Es verdad, había muchos preparativos, montones y montones de tareas para hacer en el Jam and Roller para ser exactos y recién habíamos empezado. 

— Amigo.— me palmeó la espalda Nicolas y voltee rápidamente a verlo— ¿Anduvieron los vampiros a la noche?— fruncí el ceño— ¿O animales salvajes? — vi su mirada sobre mi cuello y luego sobre mi espalda o mejor dicho lo que podía verse de ella y entendí a lo que se refería por lo que solté una carcajada— ¿Qué pasó tuvimos noche hot?

— ¡Ay hermano!— exclamé en medio de un suspiro— Definitivamente Ámbar es lo mejor que me ha pasado en la vida.

— ¿Después de conocernos a nosotros no?— se metió Pedro y asentí con la cabeza—Más te valía.

Sí, ella era lo mejor que me había pasado en la vida y lo peor era no haber despertado hoy a su lado.  Porque en tan poco tiempo me había acostumbrado tanto a pasar tiempo con ella que no quería perder esa tan bonita costumbre jamás.

— Hola chicos.— y mi rostro se iluminó completamente al escuchar su voz entrar a mi lugar de trabajo — Hola Simón.— me sonrió. 

— Hola Ámbar.— le devolví la sonrisa— ¿Preparada para brillar hoy?

— Por supuesto ¿Con quién crees que estás hablando?— soltó una pequeña risa y la mire algo embobado— Atrapame si podes. — susurro y dije que sí con la cabeza.

Ámbar comenzó a caminar hacía los camerinos y mire a mis amigos quienes asintieron para ir atrás de ella en la misma dirección porque ahora atrapame si puedes o catch me if you can era un código entre nosotros dos.

— ¡Hola!— volvió a saludarme cuando ya estábamos leos de la gente y se acercó para abrazarme— Te extrañe — habló en mi hombro.— Muchísimo. 

— Y yo a ti preciosa— me separe lentamente de su agarre para por fin capturar sus labios— ¿Estás lista para subir a ese escenario y ganar el premio de Vidia? 

— Estoy lista para demostrarte que puedo sentir mientras canto — mostré todos mis dientes— estoy lista para que estés orgulloso de mí. 

— Ámbar...— le hablé al oído— Yo ya estoy orgulloso de ti.— inclinó su cabeza y me sonrió sincera como solía hacerlo desde que habíamos empezado nuestra historia.

— Me tengo que maquillar — hice puchero— Te prometo que después del Open soy toda tuya ¿Ok?

— Tú ya eres mía.— le recordé guiñándole el ojo y besé por última vez sus labios para salir de su camerino y seguir con mis tareas en el Roller.

No aguantaba más, hacía menos de diez minutos que había vuelto a tener a Ámbar — aunque sea por unos segundos— en mis brazos y ya necesitaba verla de nuevo. En realidad necesitaba verla en el escenario, ver a esa Ámbar que siempre brillaba, ver a esa chica que me volvía loca,  

— ¡Simón!— y como siempre los gritos de Juliana me despabilaban completamente de mis pensamientos — ¿Otra vez en la Luna? ¡Ya te pareces a tu amiga! — rodee los ojos, al parecer me había pegado esa manía de Ámbar y también me había olvidado de mi mejor amiga quien hace varios días solo saludaba y nada más.— Ya va a salir el primer concursante y vos seguís acá limpiando o fingiendo limpiar la barra.

— ¡Lo siento!— respondí de mala gana y mi entrenadora me fulminó con la mirada— Lo siento.— me retracté— Voy a preparar el escenario.

Perdernos. {Simbar}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora