13.

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Ámbar.

¿Por qué? ¿Por qué ese fin de semana que debía ser eterno se paso en tan solo unos segundos como un abrir y un cerrar de ojos? ¿Por qué ya no lo tenía a mi lado? ¿Por qué en vez de a él en frente mío tenía al aburrido profesor de matemáticas como todos los lunes? ¿Por qué? 

— Smith.—  me llamó el profesor Rodriguez y apreté mis ojos al saber que me había descubierto con el celular— ¿Qué se supone que está haciendo con ese teléfono?

— Le estaba mandando un mensaje a mi madrina.— mentí y muy mal, al menos el profesor no me creyó porque este se estaba acercando a mí para sacarme el celular y lo hizo.— ¿Qué hace? ¡Devuelvamelo ya!

— Primero a mí me baja el tonito sí no quiere ir a la dirección yo no soy su amigo para que me hable de esa manera — revolee los ojos— Y segundo ¿A su madrina la tiene agendada como "indio azteca"? — tragué saliva— Y tercero ¿A su madrina le manda un mensaje diciéndole que la extraña y no ve la hora de verla? 

No podía ser peor, no solo la mayoría — seguramente— sabía que estaba hablando con Simón, sino que Jazmín ahora me estaba fulminando con la mirada ya que ella sí sabía perfectamente que yo siempre le decía indio azteca a Simón ¿Cómo iba a explicarle que le había puesto "Te extraño, no veo la hora de verte ¿Podes venir a mi casa a la noche?" Por más que tratara, era inexplicable, jamás lo entendería, lo único bueno de esto — que no tenía absolutamente nada— es que no leyó la invitación de mi parte para que Simón venga a mi casa.

— ¿Y usted quién se cree que es para ver como tengo agendada o no a mi madrina o a cualquier persona? Le aviso, que ni siquiera tiene la autoridad de sacarme las cosas y mucho menos de leer mis mensajes en público ¿Por qué no saca su celular y lee los suyos también? Vamos a ser justos por favor.— terminé de decir en un tono bastante irónico, el profesor abrió la boca pero obviamente se había quedado sin argumentos, al parecer no había leído las normas de convivencia que él mismo había dado a principio de año, lo único que hizo fue devolverme el celular y seguir explicando su clase tan nefasta.

Según mi teléfono desde esa "discusión" con Rodriguez, habían pasado diez minutos hasta que por fin tocara el timbre, pero para mí, fueron horas eternas ¿Por qué no se me pasaría así el tiempo cuando estoy con Simón en vez de en micro segundos? 

Al parecer Delfina ahora se había unido con Jazmín porque se habían levantado ambas y retirado del salón ignorándome por completo.

— ¡Chicas! — les grité algo agitada después de correr prácticamente una maratón para intentar alcanzarlas ya que estaban a dos cuadras del Blake y yo reaccioné después de tres minutos mas o menos.— ¿Por qué se fueron?

— ¿Te extraño no veo la hora de verte?— me preguntó Jazmín en un tono bastante enojada cuando volteo a verme y no pude evitar encogerme de hombros— ¿Indio azteca es Simón no?

— Sí es Simón.— volvió a darse la media vuelta pero la jale del brazo— Pero para, te puedo explicar.— posó sus manos en sus caderas esperando mi explicación la cual el cerebro no me estaba ayudando a inventarla— Le pedí que me ayude para el Open.

— ¿Y por qué le pediste ayuda a él?— frunció el ceño— ¿Y además porque le pones todo eso?

— Porque es un nuevo plan.— ahora me maldecía por estar inventando eso pero era lo único que ella podía creerse— Él es la pieza fundamental para destruir a Luna.— era la primera vez que me dolían mis propias mentiras.

— ¿Y en qué consiste ese nuevo plan?— habló ella sin interés mientras miraba su tablet.

— No les puedo contar todavía.— en realidad no tenía uno, Luna ya no me interesaba, su mejor amigo sí, pero no para utilizarlo, por eso no podía contar ese "plan" ya que este no existía y ni siquiera se me ocurría uno ahora.— Pero prometo que les voy a contar todo cuando crea que es el momento indicado.— ambas rodearon sus ojos— ¿Amigas? — estire mi mano.

Perdernos. {Simbar}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora