Deseo imposible

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Mientras iba a través de la ciudad, en lo único que podía pensar es en ella.

La primera vez que la vi, nuestro primer beso, cada vez que me mira como si quisiera matarme pero termina sacándome una sonrisa.

No puedo evitar arrepentirme de todo el tiempo que perdí, tuve que irme lejos con ella a otra realidad para dejarme sentir lo que Clary me generó siempre, pero que me daba miedo aceptar.

Creo la causa es que desde muy chico, me enseñaron a luchar para estar en control, y Clary tiene el efecto contrario en mí.

La quiero más de lo que quiero reconocer, y debí gritárselo para que le quede claro. Caí en el error de permitir llenarme de actitudes que lastiman, cosas que confunden y orgullo que distancia.

Pero no quiero que nada me distancie de Clary nunca más.

Estoy cerca, tan cerca. Llegué casi sin aliento a mi destino.

De pronto la vi, con cara confundida mirando el suelo de la vereda frente de la casa de Iris.

No sé la razón pero en vez de alivio sentí una presión nefasta en el pecho.

Traté de ignorar la sensación, fui hasta Clary para abrazarla.

Pero saltó ante mi tacto, retrocedió unos pasos apartándome de ella.

"¡Suéltame!", dijo irritada.

"Clary... lo siento, de verdad, por favor escúchame, no te quiero perder...", comencé a hablar rápido pero me interrumpió.

"¿Perderme?... pero ni siquiera sé cómo sabes mi nombre", dijo con curiosidad.

Sus palabras fueron como un golpe letal, esos que te dejan viendo todo negro por varios segundos.

"¿Qué..?", dije casi en un susurro.

Por favor que no sea lo que estoy pensando.

Subí las escaleras hasta la puerta de Iris, y por el ángel que intente tirarla abajo.

Iris salió por una ventana del segundo piso.

"Tarde Lightwood, un favor por otro... deshice el hechizo a Jace, a cambio de que ella renuncie a su deseo más imposible. Por si no te quedó claro, no te recuerda, todo lo que te involucra ha sido bloqueado en su memoria", dijo la cruel bruja.

"Primero Jace, luego Clary... la clave va a saber de esto ¡tus días están contados!", dije con amargura.

"¿Dé qué están hablando?", dijo Clary más confundida que antes.

No sabe quién soy. Pasamos de ser todo a nada, en un segundo.

En ese segundo, sentí como si fuera a caer muerto, quería arrancarme el pelo de la cabeza, gritar y llorar. Cambié la forma en que vivo por ella, y nos hace esto.

Bajé a darle el encuentro al pie de la escalera, me incliné hasta quedar al nivel de sus ojos.

"Estuve viviendo sin sentido hasta que estuvimos juntos ¿quién te piensas que eres? Para dejarme con cicatrices así, destrozando lo poco que construimos ¿por Jace? ¿Preferiste olvidarme a lastimarlo a él? ¿Cómo te voy a perdonar después de esto? ¿Hum?", dije con mi voz llena de dolor.

Estaba luchando conmigo mismo para no dejar salir ni una lágrima, tengo claro que los Lightwood no lloran.

Me miró con los ojos muy abiertos. Clary estaba asustada, por mi culpa, para ella en este momento, soy un desconocido atacándola sin motivos.

Giró dándome la espalda, comenzó a caminar rápido lejos de mí en silencio.

Instintivamente la seguí, alcanzándola.

Dulce Tormenta©Où les histoires vivent. Découvrez maintenant