Dulce Tormenta©

Algo tiene que cambiar

Los minutos pasaban, pero ninguno de los dos volvía. Me arrastré casi gruñendo hasta la cafetería en la que estaban pero no me acerqué, la quiero cuidar pero si respiro el mismo aire que Xavier lo voy a terminar agrediendo ganándome más problemas.

Los observé de lejos, parecía no ser tan grave el mensaje de Lilith porque Clary parecía calmada o tal vez está fingiendo. Juro que si la hace llorar o la toca... no, tengo que calmarme. Hace mucho no sentía celos tan fuertes. Casarse joven es un poco complicado, mi cabeza parece no procesar que es mi esposa y tenemos una bebé. Que cualquiera no puede venir y quitármela.

Suficiente, tengo que madurar, así no puedo estar al frente de Idris. Oh no, le está tocando la mano... respira.

¿A quién pienso engañar? Caminé a paso rápido hacia la mesa y me senté.

"¿Ya terminaron?", presioné.

Clary giró los ojos en blanco cansada de mis cambios de humor, no me importa.

"Sí, pero pido sean discretos con la información, y no estén en la calle esta noche", dijo Xavier.

Clary sólo asintió.

"¿Por qué?", casi escupí.

"Vamos a mi antiguo departamento, Simon lo arregló hace poco tiempo. Siempre llevo la llave conmigo. Haré alguna runa para que no nos detecten o no sé, pero no quiero seguir rodeada de gente", me dijo Clary.

"La primera cosa en la que estamos de acuerdo hoy", respondí.

Xavier se intentó despedir de Clary con un abrazo pero me puse entre ellos.

"Lindo intento, ahora puedes irte. Gracias por tu colaboración", le dije al doctorcito.

Después de eso, guardé silencio absoluto hasta que estuvimos en la puerta del edificio donde creció Clary.

Ella trató de tomarme la mano, pero la esquivé cruzando mis brazos sobre mi pecho.

"¿No deberías estar poniendo la llave en la puerta?", le dije en tono seco.

"No puedo entender cómo puedes estar molesto conmigo... sólo traté de saber qué quería mi hermana", contestó sin mirarme mientras entrábamos al edificio.

"Ja! Tengo todo el derecho de cuidarte, estamos juntos para siempre ¿recuerdas? Y a ti no te interesa arriesgarte con un extraño, no podemos confiar en nadie y tu te vas con Xavier así de fácil, sin dudar", contesté poniendo espacio entre los dos subiendo un par de peldaños de la escalera.

"¿Te importa saber lo que sé ahora de Lilith o prefieres seguir lastimándome con esa actitud?", la escuché decir al atravesar la puerta del departamento.

Me quedé viéndola un momento, estaba luchando para que en mi cara no se notara que estaba cediendo.

"Tal vez... pero, eres libre de hacer lo que quieras. Contarme depende sólo de ti, no voy a disculparme", dije moviendo la cabeza y sentándome en una silla del comedor.

Se quedó de pie del otro lado de la mesa, dio un suspiro y comenzó a hablar mirando hacia la ventana.

"Lilith nos ofreció unirnos a ella a cambio de... jura no hacernos daño, pero quiere nuestra ayuda para usar a Alary, después podemos irnos a cualquier parte del mundo los tres mientras ella está ocupada con su plan", soltó sin aviso.

Mi puño cayó sobre la superficie de la mesa sin darme cuenta.

"No podemos hacer eso Clary... ¿en serio lo estás considerando? ¿dónde está Lilith ahora?", dije confundido.