Tiempo

272 23 1
                                    

Hojas naranjas en el suelo, tiendas antiguas, una plaza en el centro, casas acogedoras alrededor. Poca gente en las veredas, nada inusual a primera vista en este pueblo.

Excepto nosotros llegando en una moto. Nos ganamos más de una mirada extraña, pero era necesario hacernos notar si queremos estar a la vista de Lilith.

Dejamos la moto en un pequeño callejón entre un restaurante y una librería, que a nadie le pareció incomodar.

Luego nos sentamos en una banca en medio de la plaza. Pasé un brazo detrás de los hombros de Clary, mientras ella jugaba con mi otra mano.

"¿Y ahora qué?", me dijo.

"Esperamos... o, hacemos algo que llame la atención ¿tienes ganas de dibujar algo brillante en el aire así nos mandan a la policía local?", respondí sonriendo.

"Hhm ¿o qué te parece una ronda de demostraciones públicas de afecto?", contestó.

"¿Es en serio? ¿a la policía le importa eso?... mi hermana tiene suerte de no ser mundana", dije lo último en voz baja.

"Heey, a Izzy no le hubiera gustado escucharte", me dijo soltando mi mano simulando estar molesta.

"Sólo ven aquí...", contesté inclinándome hacia ella para besarla.

Parece que las personas sí son sensibles a esto, porque luego de unos minutos alguien llegó a interrumpirnos.

Al girar a ver quién era, nos dimos con la sorpresa que no era la policía, sino Jace.

"¿No podían haberse quedado donde estaban? Tenían que venir al peor lugar posible...", soltó molesto.

Lo miramos confundidos, se aclaró la garganta.

"Síganme, les daré asientos de primera fila para ver a Lilith", contestó apuntándonos con un arma que no he visto antes pero parece peligrosa.

Clary me tomó de la mano, y avanzamos junto a Jace.

Nos terminamos desviando del pueblo, ahora sólo había campos sembrados hasta donde daba la vista.

No quise presionar cuestionándolo por sus acciones, me limité a ocuparme de proteger a Clary hasta que llegamos a una casa de campo en muy mal estado.

Polvo grueso, ventanas rotas, maderas quemadas, ruidos propios... parece que la acababan de sacar de Edom.

"¿Jace? Prefiero caminar el doble de kilometros a que me digas entra ahí Clarissa", dijo ella de pronto.

"Estás con Alec, nada malo te va a pasar ¿no es así?", le contestó Jace a Clary pero mirando fijo hacia mí.

Me descolocó el comentario, no tenía rastro de sarcasmo.

Deje de lado el momento y comencé a avanzar hacia la puerta.

"Alec... ¿qué haces?", dijo Clary.

"Tal vez deba entrar solo", contesté.

Jace me detuvo del brazo.

"Es mejor que no se separen mientras estén aquí", intervino.

"¿Y por qué tendríamos que confiar en ti? Está claro donde está tu lealtad", acusó Clary.

Por un segundo pensé que le habían dolido las palabras de mi pelirroja, pero eso se hizo humo cuando comenzó a reírse de ella.

"Sólo una pregunta antes de dejarlos entrar... ¿por qué Alec no intentó buscarme con nuestro vínculo? ¿muy ocupados para que les importe?", soltó poniéndose serio otra vez.

Dulce Tormenta©Место, где живут истории. Откройте их для себя