Alary

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Sentí mi cuerpo reaccionar poco a poco, lo primero que pude lograr fue mover los dedos de mi mano izquierda, que la sentía ligeramente más pesada de lo normal. Lo que siguió fueron mis parpados, que ardían por la luz. Arriba mío había un gran candelabro de cristal, así que reconocí estar echado en la sala de la casa a la que nos mandaron. Lo que mis ojos encontraron al seguir buscando fue a Clary con un libro entre las manos sentada en una silla a mi lado.

Me levanté diciendo su nombre pero un dolor punzante hacía eco en mi cabeza.

"¡Alec!", me dijo con una sonrisa metiéndose entre mis brazos. Escuché el libro caer en seco al suelo.

Luego de darme un beso suave en los labios, me obligó a sentarme y la sala se llenó de gente. Creo que está por anochecer otra vez ¿cuánto tiempo estuve inconsciente?

En vez de preocuparse por cómo estaba, todos a la vez me recriminaban el haber salido del área de protección de la casa con Clary sin avisar y dejando una entrada libre a cualquiera que nos quiera dañar.

Clary se sentó a mi lado, la envolví con un brazo para traerla más cerca, su cabeza la recostó sobre mi hombro.

"¿Pueden parar de tocarse un minuto? Esto es serio", dijo Izzy.

Clary se sobresaltó un poco por su tono, se separó de mi lado poniendo espacio entre los dos pero la hice regresar, mi hermana no decide qué tan cerca podemos estar.

"Tuvimos suerte, pudo ser peor... alguien está filtrando información. Tenemos que irnos, ya no es seguro aquí", dijo Simon.

"¡Basta! Fui yo la que tuvo la idea, fui yo la que abrí la barrera, no todo es culpa de él... no me quiero ir ¿podemos sólo mejorar el hechizo?", pidió Clary con los ojos rojos.

"Hey ¿qué pasa? no llores, estamos juntos a donde vayamos, eso es lo importante", le dije limpiando sus lágrimas intentando calmarla.

Está sensible por su estado supongo, y acaba de verme ser golpeado por un grupo de encapuchados. La entiendo, pero veo que los demás no.

"Hay una cabaña al otro lado del bosque, es la mitad de esto y vamos a estar apretados, pero puede servir", dijo el brujo que era parte del equipo.

Ella no se quiere mover de aquí, y la complaceré.

"Si están dispuestos a darnos el control de Idris cuando el bebé nazca ¿no deberían respetar nuestras decisiones desde ahora?", miré a todos con una ceja levantada.

Asintieron, a excepción de mi hermana que sólo me rodó los ojos.

"Entonces van a encontrar la forma de mejorar la barrera, hacernos inubicables, y me van a ayudar a investigar quién está traicionándonos", dije con autoridad.

Parece que obtuve la aprobación del grupo.

"Y tú y yo, vamos a tener una cita de verdad", le dije serio a Clary.

"¿Tanto te golpearon la cabeza?", dijo volviendo a sonreír.

"Estoy bien, sólo que creo debemos tener algo de normalidad mientras podamos", contesté besando su mano.

Siempre hemos estado rodeados de gente, escondiéndonos o escapando, las pocas veces que hemos estado solos han sido entre cuatro paredes disfrutando del otro pero eso no califica como una cita; y yo, Alec Lightwood, quiero una cita real con Clary Fray.

El resto comenzó a salir de la sala al notar que sobraban, pero los detuve por un momento para pedirles que vayan a la cabaña que mencionaron. Ahí podrán pensar cómo ayudarnos con el hechizo para empezar, y al fin tendremos la casa para nosotros. Para mi sorpresa estuvieron de acuerdo sin mucha resistencia, aceptaron dejarnos por unas horas.

Dulce Tormenta©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora