Pedazos

611 36 6
                                    

"Tienes que buscarla, merecen una segunda oportunidad", dijo Izzy.

La miré muy serio desde el otro lado del escritorio, puse las palmas sobre este para apoyarme, y me incliné para responder.

"No. Está encerrada con Magnus, no conmigo", contesté sin emoción.

Llevo noches mirando al vacío, la comida no tiene sabor, es primera vez que logro juntar fuerzas para hablar con alguien esta semana... nada tiene sentido sin ella.

"¿Por qué eres así? Si fueramos nosotros dos, separados por años... sólo piénsalo Alec", insistió mi hermana.

"Ella no va a tolerar que la obligue a ver a Lilith... ahora sabe donde está, y ni si quiera ha demostrado interés ¿por qué me pondría en el medio?", le dije mientras me paraba para volver a mi cuarto.

"Sé que amas a Clary ¿esa no es razón suficiente?", me dijo desafiante.

Detuve mis pasos, la extraño tanto que escuchar su nombre duele. 

"Lo intentaré, pero no prometo que termine bien", le dije sin mirar atrás.

Cambié de rumbo, hacia la biblioteca. La he visto quedarse dormida abrazada a un libro cada noche desde que terminamos... pero siempre apoyado en el lumbral de la puerta, sin animarme a entrar. Es la única forma de verla, porque de día no me deja acercarme ni a tres metros. De noche es diferente, se da cuenta de mi presencia cada vez, pero mientras no le hable permite que me quede ahí por alguna razón.

¿Aún me quiere? Si no he salido corriendo a tirarme de un edificio como en mis pesadillas, es porque tengo el anhelo que mis mentiras no hayan sido el arma suficiente para matar lo que siente por mí.

Esta vez no la encontré leyendo, si no agachada buscando algo entre los cojines de uno de los sillones. En lugar de pijama, tenía puesta ropa para entrenar.

"¿Se te perdió algo?", dije después de aclararme la garganta.

Giró a verme un segundo, pero no me aguantó la mirada y siguió buscando.

"Sí, un mapa que te quería regalar... tiene el camino más corto al infierno", dijo sarcástica.

"No lo necesito, créeme que ya estoy ahí...", respondí.

Se levantó de golpe.

"¿Creerte?... ¿en serio piensas que tu palabra significa algo para mí ahora?", contestó.

"Clary, te amo, eso no va a cambiar, nunca. Déjame arreglar esto ¿no me extrañas?", le dije acercándome lo suficiente para que me bese o me golpee.

A este punto no me importaría, prefiero cualquier cosa a la indiferencia helada con la que me trata desde que sabe todo lo que oculté para ella.

La dureza en sus ojos se suavizó.

"¿No deberías estar escogiendo una mansión en Idris para vivir con Jessica?", dijo rompiendo la esperanza que me quedaba.

"¿Enloqueciste?¿Me crees capaz de casarme con otra persona que no seas tú?", le respondí con indignación.

Mis palabras la tomaron por sorpresa, sin notarlo se acercó más... sólo un poco de aire nos separa.

Tomé la ventaja, y busqué sus labios, pero esquivó mi intento de besarla. Retrocedió varios pasos.

"¿Encontraste mi anillo hermosa?", dijo Jace entrando a la biblioteca mientras se vendaba las manos.

"No, tal vez tengamos más suerte en la sala de entrenamiento ¿vamos?", le respondió Clary.

Dulce Tormenta©Where stories live. Discover now