Por ahora

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Lilith me llevó hasta el parque más grande en el centro de la ciudad. Estoy tan preocupado por lo que le pasa a Clary que seguí caminando sin cuestionar nada, sólo posibles explicaciones sin sentido llenaban mi cabeza. Hasta que reaccioné al ver una pequeña laguna con botes a remo.

Familias y parejas de mundanos estaban por todos lados, sentí envidia de sus vidas comunes y del simple hecho de estar con quien aman sin tener que enfrentarse ante todo un mundo de sombras.

"¿Me vas a decir qué hacemos acá? No creo que seas buena remando", le dije amargado.

"Tú lo harás, para algo tienes esos brazos tan trabajados ¿o no?... quiero que nos lleves ahí", respondió ella señalando una glorieta con columnas altas que había en el centro de la pequeña laguna.

"Lilith... basta de juegos, sólo dímelo ahora ¿cuál es la diferencia?", le hablé estresado.

"Tienes que verlo o no me vas a creer", dijo ella con una sonrisa.

Empujé hacia el agua el primer bote que encontré libre, la ayudé a subir, hice lo mismo y agarré los remos.

"¿Siempre eres tan infeliz?", me preguntó mientras sacaba un brazo fuera del bote para tocar la superficie del agua.

"Sólo cuando te tengo cerca", le respondí con una sonrisa falsa.

Me tiró un poco de agua estancada en la cara.

"¡Heey!", le dije mientras apretaba los ojos para que no se contaminen.

"Bueno, acostúmbrate porque no me voy a ir a ninguna parte", me contestó fastidiada.

El bote de madera chocó con la tierra que sostenía la glorieta justo a tiempo.

Ella se bajó sin aceptar mi ayuda y la seguí. Amarré el bote a una columna antes de pisar el mármol de la glorieta.

Lilith se agachó en el medio, pasó la mano sobre el suelo formando un cuadrado y una puerta de madera pareció ante nosotros. La levantó, y se podían ver unas escaleras, como las que te guían a un sótano.

"Vamos", me dijo.

"¿Qué hay abajo?", pregunté desconfiado.

"El lugar donde me encontró Magnus ¿no recuerdas los indicios que rastreaste para ayudarlo a buscarme?", dijo ella.

Tiene razón, coincide con la descripción que logré averiguar.

"Acá te escondiste de tu padre todo este tiempo", afirmé.

Si ese tipo no la encontró con todos los recursos que tiene, la magia de Lilith es más fuerte de lo que nos ha dejado ver.

"Si Magnus me encontró fue porque lo dejé. Necesitaba que me llevaran hasta Clary de forma segura", respondió a mi siguiente pregunta antes de que yo mismo pudiera pensarla.

Me saqué las dudas de encima y bajé con ella a ciegas.

Lilith prendió las luces, el lugar era como una reducida cabaña bajo tierra, las paredes de madera oscura. Mis ojos recorrieron una sala, con un sillón y un escritorio lleno de libros, luego había tres puertas que ella me dijo llevaban a una cocina del tamaño de un clóset, a un dormitorio, y a un baño. Casi no había espacio para caminar entre los muebles pero tiene todo para vivir sin que te molesten.

El aire era un poco pesado, pero lo suficiente como para soportar a dos personas.

"Alec, espero que confíes un poco más en mí ahora que estoy por contarte mi secreto", me dijo.

Dulce Tormenta©Where stories live. Discover now