Sábanas

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No dejé que nadie me acompañe. Entré a la celda en la que habían puesto a Jace, lo vi caminando de un lado al otro alterado. Esto no puedo estar pasando con mi familia, mis padres están en camino al Instituto y tengo que resolverlo antes que lleguen.

"Dime exactamente qué hiciste para sacarte de aquí lo más rápido que pueda", le dije.

Volteó a mirarme, sus ojos estaban perdidos.

"Me quiero quedar aquí, es más seguro para todos", respondió Jace.

"¿De qué estás hablando? Vamos...", le dije preocupado.

"No vas a entenderlo nunca Alec, soy peligroso. Anoche casi...", dijo Jace mientras se sentaba en el suelo apoyando sus botas bruscamente.

Me acerqué hasta él.

"Nada de lo que casi hiciste, me va a convencer de dejarte encerrado ¿fui claro?", respondí.

Seguía con la mirada perdida, hasta parecía estar sintiendo dolor.

"Jace... confía en mí", le dije suavizando mi tono de voz.

"Darme cuenta que estoy perdiendo a Clary despertó algo oscuro que pensé tenía controlado, sabes que mi pasado no me deja manejar las cosas como todos... estaba furioso, sentado frente a una chimenea cerca de la biblioteca y tuve este impulso, saqué uno de los troncos más gruesos que estaban ardiendo... lo lancé hacia una ventana, pero no rompí el vidrio, el tronco en llamas rebotó en una de las cortinas quemándola. Me quedé parado sin hacer nada, sólo mirando cómo el fuego se salía de control", confesó con dificultad.

No me voy a perdonar nunca a mí mismo por haberme metido en el medio de su relación, pero lo que siento es más fuerte que mi voluntad. Pasé en seco, tratando de poner la culpa de lado.

"Levántate ¡vete de aquí! Fue un accidente, nada más", le dije.

Movió su cabeza en negación.

"No tengo motivos para que te quedes, entiéndelo", volví a decirle.

De pronto, perdí el balance y terminé chocando mi espalda contra el piso sacándome el aire de un golpe. Jace me había hecho una llave con los pies para tumbarme.

"¿Atacar a un Lightwood no te parece suficiente motivo?", me dijo con tono de suficiencia.

"Disputas familiares no cuentan, y tú siempre serás parte de nosotros", le dije mientras en dos movimientos lo envolví por el cuello haciendo una llave con un brazo tumbándolo también.

Dos guardias entraron a separarnos.

Ordené que lo llevaran a su cuarto, y que yo mismo me encargaría de hacer el reporte del origen del incendio. Un accidente, no un atentado.

Mis padres llegaron justo a tiempo cuando las cosas estaban en orden. El motivo de su visita era para llevarme con ellos a una misión diplomática, querían que convenciera a un aliado especial para que acepte ciertos acuerdos nuevos.

Me negué totalmente a irme. Mi madre estuvo a punto de terminar el accidente de Jace e incendiar de verdad el Instituto, pero no me importó.

Cuando insistieron tanto, les respondí que la única manera en que vaya era si llevaba a Clary conmigo. Los dos se miraron impacientes, extrañados, pero finalmente aceptaron.

Pedí que me dieran hasta el amanecer para intentar convencer a Clary de que me acompañara.

Ya era de noche, no logré verla desde que nos fueron a comunicar lo que habían descubierto del origen del incendio. Necesitaba estar con ella un momento, la extraño al punto que pensarla duele.

Dulce Tormenta©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora