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— ¿Estás listo? — pregunté a Josh mientras dejaba las últimas bandejas en el fregadero.

— Solo dame un minuto, me cambiaré de ropa.

— ¿Podrías fingir aunque sea un poco de emoción? — exclamé y el pelirosa entrecerró los ojos y me dirigió una mirada frívola. Yo solo reí al ver su expresión, esperaba que cambiara de actitud cuando empecemos la cita.

Vi a Josh entrar por detrás de una cortina y mientras lo esperaba me senté en una de las mesitas del karaoke. Pasaron a penas unos cuantos minutos desde que entró y lo vi salir con otra ropa puesta. Y como siempre, se veía tan bien que no pude quitar mis ojos de encima de él. Recorrí todo su cuerpo con mi mirada, desde su hermoso rostro hasta los pies, Josh pareció sentirse incómodo y desvío la mirada, evitando todo contacto visual conmigo. Me sentí avergonzando y aparté mi vista de él, otra vez un silencio incómodo reinó entre nosotros.

— Y bien... ¿A dónde vamos? — hablé finalmente.

— ¿? Pues tú me invitaste a salir, deberías saber a dónde. — me contestó el pelirosa y lo miré con una ceja alzada.

— Eh creo que te olvidas que no conozco la ciudad.

— Ah... Es verdad. Entonces sígueme, se me ocurre un buen lugar. — asentí emocionado con la cabeza y empezamos a caminar por las calles de la zona.

Íbamos en silencio mientras me daba el lujo de observar todo a mi alrededor, desde la gente que pasaba por ahí hasta los edificios y pequeños locales luminosos que habían. También pude observar algunos árboles de cerezo a lo lejos, se veían bellísimos y esperaba poder caminar por esos parques con Josh a mi lado.

Llegamos a un restaurante bastante amplio, con algunas mesas dentro del establecimiento y otras en la parte de fuera. A su vez, se podía observar una terraza en la parte superior, adornada con pequeñas luces que daban la apariencia de luciérnagas. Sonreí al ver el lugar y antes de poner un pie en la entrada el pelirosa me detuvo.

— Antes de que tengamos la "cita", tengo algunas condiciones. — me molestó que haya echo comillas al mencionar la palabra 'cita' pero traté de no darle mucha importancia. — si después de la cita te digo que no la pasé bien o que no saldría una segunda vez contigo, entonces dejarás de insistirme con eso.

Abrí la boca de sorpresa por lo que acababa de escuchar, no me parecía justo lo que acababa de proponerme, es decir, tampoco estuve tan insistente con él ¿o sí? Me lo pensé por un momento y luego reí porque estaba más que seguro que terminaríamos saliendo por segunda ocasión.

— Dudo que eso vaya a pasar. — dije con mucha seguridad y Josh rodó los ojos y se mordió el labio. Mierda, ahora tendré esa imagen en mi cabeza dándome vueltas todo el día.

— Entonces no tienes nada que temer. ¿Aceptas?

— Es un trato. — respondí y ambos estrechamos la mano.

Nos adentramos poco a poco al restaurante y estaba llenísimo, parecía que ya no iba a caber ni un alma más. Josh me comentó que era el más popular de por la zona, y vaya que si lo era. Solo quedaban a penas dos lugares disponibles en la terraza, lo cual no me molestó en absoluto, ya que se podía apreciar una hermosa vista de la ciudad. Parecía un niño de 5 años en su primer paseo al zoológico, mis ojos brillaban de la emoción.

Como nuestra mesa estaba justo a lado de la pared, me levanté de mi silla y asomé la cabeza para ver mejor. No estábamos tan alto pero aún así sentí un poco de vértigo al mirar hacia abajo. Me senté de nuevo debido al mareo y Josh rió.

— No te vayas a caer eh, si mueres no podré juzgar la cita. — dijo el pelirosa y yo reí mientras me pasaba una mano por el cabello.

— ¿Qué me recomiendas que pida para beber?

Lovers in Japan ~Tysh~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora