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Día 6 en Tokyo.

No fui al instituto dos días. Contrabajo y podía salir de la cama con la poca motivación que me quedaba. A penas y salía del departamento para comer. No creí que el rechazo de Josh me fuera a afectar tanto, pues es obvio que ya me habían rechazado antes por muchas otras personas y me había dado igual, pero esta vez todo fue diferente...

— Deberías olvidarlo Tyler, solo se han visto dos días y tampoco lo conoces bien. — Mark y yo hacíamos videollamada, él como siempre se encontraba haciendo algo productivo, y yo estaba acostado en la cama, con mil sábanas encima.

— Es que Josh es especial, no puedo olvidarlo así porque sí.

— Llevas casi una semana en Tokyo y no has hecho nada Tyler, estás desperdiciando el viaje.

— No quiero hacer nada sin Josh. — respondí y metí la cabeza debajo de las sábanas. Escuché a Mark resoplar y quejarse.

— Bien... si tanto quieres estar con él, ¿por qué no lo buscas?

— No puedo, hicimos un trato y prometí no volver a molestarlo si no quería otra segunda cita conmigo. No me he acercado al karaoke desde ese día.

Mark abrió la boca para decir algo pero se calló en seguida cuando le pareció escuchar el ruido de una puerta. Giró la cabeza hacia a un lado y lo escuché decir "pasa, está abierto".

— ¿Quién vino? — pregunté curioso.

— Es Jenna. ¿Quieres hablar con ella?

— No estoy de ánimos. Hablamos al rato entonces.

— Hey pero antes, ¿has hablado con ella? Ha estado muy extraña desde que te fuiste. Casi a diario viene a "verme", aunque en realidad solo viene a preguntarme por ti y esas cosas. — fruncí el ceño y traté de recordar si había pasado algo entre nosotros que la haga hecho comportarse así.

— Ya recordé... al despedirnos en el aeropuerto, ella me besó. Fue uno rápido, ni siquiera me dio tiempo de reaccionar. — Mark maldijo al otro lado de la pantalla y yo solo lo miré extrañado.

— ¿¡Pero qué crees qué haces!? No la ilusiones si no quieres nada.

— ¿De qué hablas? ¡Ella me besó! Ni siquiera le correspondí.

— Si pero... — dijo Mark volteando a ver hacia la puerta. — Jenna ya está subiendo por las escaleras, mejor me voy. Y Tyler anímate a salir, es sábado. ¿Sigue siendo sábado ahí verdad?

— Sí. Aquí son las 9 de la noche. — dije entre risas y Mark asintió. Ambos nos despedimos rápido y terminamos la llamada.

Me quedé mirando hacia el techo por un momento y miles de pensamientos empezaron a ocupar mi cabeza. Sinceramente ya no me quedaban más ánimos de seguir en la ciudad y pensé en irme cuánto antes. Tal vez hoy sería mi último día aquí, así que decidí ir a Bad kitty por última ocasión.

💮

Narrado por Josh.

Ya habían pasado algunos días desde que dejé de ver a Tyler. Sé que yo propuse el trato de que dejara se insistirme tanto, pero no pude evitar sentirme un poco cruel por haberle hecho eso. Al fin de cuentas, no era una mala persona y debía admitir que es muy agradable. Los días que fui a trabajar, discretamente volteaba a ver hacia el lugar en donde solía sentarse, solo para comprobar si había venido, pero dejó de aparecerse. Por un momento deseé que haya ignorado el trato en el que quedamos... me siento un tonto, y más porque estoy empezando a sentir cosas que había tratado de evitar desde que conocí a Tyler.

— Hola Josh, hoy no te toca trabajar, ¿qué haces aquí? — preguntó Melanie, compañera de trabajo y una de mis mejores amigas también.

— Solo vine a recoger mi paga. ¿Cómo está el trabajo hoy?

— Mejor no podía estar. Han venido muchos extranjeros hoy, ya le eché el ojo a varios. — respondió Melanie guiñándome el ojo y dándome un suave codazo. Yo reí y mi sonrisa se esfumó rápidamente al recordar a Tyler.

— Voy a ver a Jeff. ¿Quieres hacer algo cuando termine tu turno?

— Claro. Salgo en una hora. — asentí sonriente y caminé hasta la oficina de mi jefe.

Toqué la puerta pero no obtuve respuesta. Estaba por abrirla cuando giré levemente la cabeza y vi a Tyler sentado en una de las mesas más alejadas del karaoke. Sentí mi corazón detenerse por un instante y tuve que tallarme los ojos varias veces para comprobar que si era él. Abrí más los ojos de sorpresa pero por más que quisiera, no sonreí. Tyler tenía una cara que lo hacía ver tan miserable, como si el brillo que siempre traía consigo se hubiera apagado. Y todo había sido por mi culpa. Pensé en acercarme pero ¿qué podía decirle? "Oh lo siento Tyler, lamento haberte hecho miserable".

— Hey Josh ¿vienes por tu paga cierto? — dijo Jeff abriendo la puerta e interrumpiendo todo pensamiento que traía.

— E-e-eh si.

— ¿Podrías esperarme un momento? Tuve un problema con el sistema y no me está dejando transferir el dinero. Voy corriendo al cajero y regreso ¿te parece? — asentí con la cabeza y vi a mi jefe caminar por todo el lugar hasta llegar a la puerta principal.

En lo que esperaba a que Jeff regresara estuve batallando con los pensamientos de mi cabeza una y otra vez. Dudé mucho en acercarme hacia Tyler, es más no creía que mereciera que lo hiciera después de como lo traté. Había sido muy respetuoso con respecto al acuerdo en el que quedamos y yo pues, me comporté como un imbécil.

Era noche de micrófono abierto en el bar y recién había terminado de cantar una chica una canción de Madonna. Siempre me ha gustado observar que las personas canten, no importa si lo hacen bien o mal, lo que importa es la pasión y emoción con la que lo hacen. Yo no tenía el valor para hacerlo, ni tampoco tenía la voz. A pesar de que había escuchado anteriormente a gente cantar muy pero muy mal, nada se compararía a mi canto. Por eso prefería tocar la batería. Es algo en lo que de verdad soy bueno y además, nadie me prestaba tanta atención como lo hacen con el cantante principal.

— Muy bien, aplausos pala Yumi quien acaba de cantal "like a virgin" de Madonna. — dijo el presentador y el establecimiento se llenó de aplausos. — La siguiente canción es... "how beautiful you are". ¿Quién quiele pasal?

Todos los clientes se miraban entre sí confundidos y nadie se había animado a subir al escenario. Yo fruncí el ceño y me dije para mis adentros "vamos, no es posible que nadie la conozca. Es un buen tema". Si tuviera las agallas... y la voz claro, ya hubiera subido a cantarla. Pero mi ansiedad era más fuerte y ni muerto lo podría llegar a hacer.

— ¿Nadie? Bueno, entonces cleo que pasalemos a ot... — respondió el presentador y alguien del público habló, haciendo que se callara de inmediato.

— Yo subiré.

Entrecerré los ojos para ver mejor y una pequeña luz alumbró la mesa de la persona quien había hablado. Mierda... era Tyler. Lo vi tomarse de golpe lo que quedaba de su bebida para luego, levantarse de su silla y caminar hasta donde estaba el escenario. Tanto el presentador como el resto de los clientes lo aplaudieron para darle ánimos. Tyler subió al escenario y éste sonrió tímidamente cuando el presentador le entregó el micrófono. El castaño lo tomó con mucha dificultad, podía ver cómo sus manos temblaban fuertemente ante el agarre del micrófono.

Empecé a respirar con dificultad y sentí una especie de cosquilleo por todo el pecho hasta bajar hacia mi estómago. Tyler mantenía la mirada hacia el suelo mientras fruncía los labios. A penas empezó a sonar la música, el castaño levantó la vista y se encontró con mi mirada.

Lovers in Japan ~Tysh~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora