十四

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Narrado por Tyler

— ¡Vamos Tyler corre! ¡Más rápido! — exclamó Josh mientras lo veía alejarse de mi cada vez más y más. Maldita pésima condición, sentía que el aire se me iba.

— ¡Joooooooosh! ¡Yo soy más lento, espérame! — grité lo más alto que pude pero el pelirosa solo rió y siguió corriendo.

El tren partía puntualmente a las 9 de la mañana y a pesar de haber programado el reloj despertador no logramos despertarnos a tiempo. Salimos lo más pronto posible de aquel hostal, tomamos un taxi y a penas nos dejó en la estación corrimos a más no poder para alcanzar el tren. Desgraciadamente la parada estaba hasta el fondo, no hubiéramos tenido que correr tanto de haber estado más cerca.

Solo faltaban 3 minutos para que el tren partiera y Josh decía que ninguna estación hacía esperar más de 10 segundos a sus pasajeros. Pareciera que la puntualidad en Japón se tratara de un tema bastante serio.

— ¡Aquí es, aquí es! — me dijo Josh señalando al tren de grandes vagones plateados.

Lo vi formarse detrás de las últimas personas de la fila, avanzaba bastante rápido por lo que vi. Di los últimos pasos con mucho trabajo, como si hubiera corrido el maratón más largo de mi vida, y me paré a un lado de él. El pelirosa respiró profundamente varias veces y en cuestión de segundos ya había recuperado el aliento. Qué envidia, yo podía correr unos metros y terminaba muerto. No sé cómo no lo estaba con todo lo que corrí.

Logramos entrar al tren y en punto de las 9 las puertas se cerraron. A pensar de la cantidad de gente que había, esta vez logramos encontrar lugar más rápido que la primera.

El tren comenzó a moverse a penas nos sentamos y Josh abrazó mi brazo con ternura y dejó caer su cabeza en mi hombro. Suspiró pequeño y miró por la ventana mientras sonreía. Era hora de despedirse de esos bellos paisajes.

— Fue un bonito fin de semana ¿verdad? — el pelirosa se dirigió hacia mi, mirándome con esos hermosos ojos color mocha.

— Si que lo fue. Ojalá hubiéramos tenido más tiempo de pasear el resto de la ciudad.

— Aún podemos regresar. ¡Vamos esta semana! — exclamó emocionado y automáticamente me reí ante su tierna reacción.

— ¿Y tu trabajo? Aún tienes asuntos que resolver con tu jefe. — lo escuché bufar y hacer una mueca.

— Y también con mis padres. Será un domingo... bastante interesante.

— Todo saldrá bien. — le respondí muy seguro de que así sería y el pelirosa asintió sonriente.

— ¿Aún no te vas, cierto?

— No Josh. — besé suavemente la punta de su nariz y éste la arrugó junto con sus ojos, haciendo que se vieran aún más rasgados de lo que son.

Platicamos un rato sobre los lugares que habíamos visitado en Hakone y poco tiempo después Josh comenzó a quedarse dormido, justo encima de mi pecho. Lo dejé descansar y seguí admirando la vista a través de mi ventana, en lo que acariciaba su colorido cabello.

Realmente no tuvimos mucho descanso estando ahí, aunque no fue algo que nos importara. Preferimos aprovechar el máximo de tiempo yendo de un lugar a otro, tomando fotos y comprando una que otra cosa que llamara nuestra atención.

La primera noche que pasamos en el hostal no diría que fue incomoda, fue más bien agradable, a pesar de que ambos dormimos en la misma cama pero cada quién en un extremo. Para la segunda noche Josh tuvo una fuerte pesadilla, gracias a que un viejito oriundo de la ciudad nos habló de una leyenda popular acerca de espíritus y fantasmas. Se despertó en medio de la noche y me suplicó que lo abrazara hasta que se calmara. Lo hice, y cuando me aseguré de que ya estuviera más tranquilo, me levanté para regresarme a dormir al sofá, pero me sorprendió pidiéndome que duerma con él.

Lovers in Japan ~Tysh~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora