二十 六

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Perdonen, me quedó muy largo el cap .-.




3000,00¥. — dijo el simpático señor que atendía la caja registradora mientras Josh dejaba dos botellas de sake sobre la mesa.

Después de dejar la playa el pelirosa me dirigió hacia una pequeña tienda ubicada a tan solo unas calles de la playa. Tenía de todo, casi como en un supermercado, solo que las cosas aquí eran más prácticas y sencillas. A excepción del pasillo de licores, por supuesto.

No sé que pretendía Josh, pero al entrar a aquel establecimiento se veía completamente concentrado y supo a lo que iba. Sin siquiera preguntarme tomó dos botellas de las más grandes y "finas" de la sección y las llevó directamente a la caja. La verdad no es que los licores de aquella tienda fueran los más elegantes, todos lucían corrientes y  los precios eran regulares. Aquellas que tomó el teñido era  las únicas de mejor pinta, en cuanto al sabor, quién sabe.

Me parecía imposible que alguien de su edad, estatura y complexión pudiera tolerar tanto alcohol en su sistema, más si se trataba del sake. También me preguntaba cómo aquel viejo permitía que alguien como Josh comprara las botellas. Digo, ya tiene la edad suficiente para beber legalmente, pero su apariencia física lo hacía lucir aún más joven y éste hombre en ningún momento le pidió su identificación o yo qué sé. No había control en esta tienda.

Aún no entendía la relación de la conversión entre dólares a yenes, pero al teñido no le parecía una cantidad exagerada, por lo visto.

— ¿Eso es mucho? — pregunté mirándolo con preocupación. Josh hizo un chasquido con la lengua y negó con la cabeza.

— El dinero no es problema. — la caja registradora emitió un sonido al abrirse y el hombre metió el dinero, para luego, sacar unas monedas para el cambio.

— ¿Por qué compraste dos Josh? Con una era suficiente, y ni siquiera me gusta el sake.

— ¡Pero amarás este! — el pelirosa tomó el cambio y agarró con mucho cuidado la bolsa de papel con las dos botellas dentro. Se veían algo pesadas así que le di una mano.

— ¿Qué planeas hacer con ellas?

— ¿Beberlas...? Entre los dos, me refiero.

— Eso lo entiendo, ¿pero cuál es la razón?

— Ahora sabrás. — ambos caminamos hasta la puerta y Josh se dio vuelta para despedirse con un movimiento de mano. — arigatō!

Caminamos en silencio por unos pocos minutos, la noche estaba bastante tranquila, había gente en las calles pero solo unas cuantas personas a comparación con las qué hay durante el día y la tarde. Josh caminaba más de prisa y me costaba alcanzarle el paso porque las botellas pesaban bastante, eso me hizo caminar más lento. No quise seguir interrogándolo respecto a dónde íbamos, esperaba sentirme sorprendido cuando llegáramos.

No recordaba haber pasado por estos lugares. Vi varios humildes establecimientos de comida, con bastante gente a decir verdad. Y el resto de los locales se mantenían cerrados.

Me distraje admirando a mi alrededor que no me fijé cuando Josh se detuvo. Choqué contra él y su cuerpo tambaleó ligeramente hacia adelante, casi dejo caer las botellas con todo y la bolsa. Yo y mi torpeza vamos siempre de la mano.

— Aquí es. — dijo Josh sonriendo de lado a lado. Alcé la mirada hasta recorrer todo el edifico con mi vista y tenía dos enormes letreros luminosos. Uno con la palabra "sex" y el otro eran unos símbolos japoneses que no logré comprender.

— Joshua Dun. — exclamé y el teñido encogió los hombros y volteó a verme temeroso. — ¿me trajiste a un motel?

— ¿N-No te gusta? — respondió con los labios temblorosos y los ojos cristalinos.

Lovers in Japan ~Tysh~ Kde žijí příběhy. Začni objevovat