MÍA.® (Historia Erotica +18)

Capítulo 2

-¿Qué te han parecido nuestros nuevos inversionistas?- Me siento junto a Paul en los taburetes de la barra, había cruzado pocas palabras en la conversación con los inversores.
-Bien supongo.- Hago una seña al bartender.- Un bourbon por favor.
-Que sean dos.- El Barman da la vuelta para prepara nuestros tragos y Paul me acaricia la pierna por encima del vestido blanco de ceda.- Te ves hermosa, siento no haber estado muy atento estos últimos días.- Coloca lentamente un mechón de mi cabellos suelto detrás de mi oreja.
-Esta bien, de veras, se que me lo recompensaras.- Le guiño un ojo y le agradezco al barman cuando nos da nuestros tragos.
-Debo ir a saludar a lo invitados, pero luego tu y yo nos iremos antes, te tengo una sorpresa ¿bien?- Deposita un casto beso en mis labios y se va, suspiro y termino mi trago se un tirón.
-Un escosés puro.- Me estremezco al escuchar esa voz ronca otra vez y dejó el vaso en la barra enderezado la espalda.- ¿Y la señorita quiere...?
-Estoy bien, gracias.- Joshua se recarga en el taburete de mi lado y levanta las cejas.
-Nadie te a dicho que es de muy mala educación rechazar un trago?- Sonríe y deja ver su perfecta dentadura, joder .
-Me han dicho que no debo aceptar tragos de desconocidos.- Mi voz suena más suave de lo normal, el suelta una carcajada y sonrió divertida, pero dejo de hacerlo cuando veo como humedece sus labios con la lengua, va a lograr que me moje de tan solo verlo.
-No me consideres un desconocido, soy Josh, el inversionista de la empresa donde trabajas, por lo tanto me considero más un colega. Anda, acepta el trago de un colega.- Su juego de palabras me causo gracia.
-Oh, ¿así que un colega? Y dime, eres el colega sobrepasado o el malhumorado.
-Creo ser el colega amigable, con el que puedes tomar un trago o dos.- El Barman se acerca a nosotros en ese momento con el trago de Joshua.. Josh.
-Un Bourbon, por favor.
-¿No es algo fuerte? No es un trago que guste a todo mundo.
-Me gusta fuerte.- Ambos nos quedamos en silencio unos minutos hasta que al fin tengo mi trago, bebo un poco sedienta.- Y dime, colega, ¿eres muy fan de los tatuajes? Porque supongo que deben gustarte demasiado como para tatuarte todo el cuello.
-Supones bien, el cuello no es lo único que tengo tatuado, colega.- Antes de que mi mente comienze a formar locas ideas el aclara su comentario rápidamente.- Tengo todo el cuerpo tatuado, ¿Tu tienes alguno?- Su mirada recorre mi cuerpo.
-Si, pequeños y bien escondidos.- Ahora soy yo quien debe aclarar el comentario rápidamente.- A Paul no le agradan, dice que la piel de la mujer es sagrada y no debería mancharse.- Me rio junto a el, era una estupidez.
-No deberías ocultarlos si a ti te gustan, estoy de acuerdo con que la piel de la mujer es sagrada, pero hay ciertas marcas agradables.
¿Era mi idea o eso fue doble sentido? Bebo de mi trago hasta terminarlo, y luego cruzo mis piernas frente a el y le devuelvo la mirada intensa, veo como traga duro y sigo el recorrido que hace su nuez de Adán...
-Buenas noches, ¿Interrumpo?- Por su puesto que interrumpe, volteo y observó al hermano de mi ahora candente colega.- Mia, al fin tengo el gusto de conocerte, espero que mi hermano no te este incomodando.- Lo que estaba era cómoda con su hermano pensé para mí, Bajo de mi taburete y me coloco frente a el.
-El gusto es mío Ron, su hermano a sido todo un caballero. Estaba a punto de ir a buscar a Paul, si me disculpan.- Sonrio a ambos y me alejo lentamente.

¿Que diablos acaba de pasar? ¿Acaso coquetee con el nuevo socio de la empresa? Jamás había jugueteando de la forma en la que lo hice hace un insta te con nadie que no fuera Paul en estos cinco años, necesito otro trago.