MÍA.® (Historia Erotica +18)

Capítulo 12

JOSH STEPHENSON:

Estábamos cenando y charlando tranquilamente cuando el teléfono de Tessa comenzó a sonar, lo observo y en la pantalla ponía "Mia", ella lo coge de inmediato y contesta la llamada.
-Mia, ¿Dónde estás? ¿Estas en la cena? No te veo... ¿Te has salido? ¿Por qué?... ¿Qué sucede?... ¿Qué? ¿Estas allí sola? Ahora vamos por ti... No hemos visto a Paul desde que llegamos, no creo que este aquí... Descuida Mia, ahora vamos a por ti, no te preocupes, solo cierra bien el auto.- Termina la llamada y yo la observo con el ceño fruncido.- Mia se a sentido mal y se a marchado en su auto, se le a varado en la carretera y está asustada... - Me voy sin terminar de oír a Tessa, de fondo escucho como Ron me llama pero decido ignorarlo. Salgo fuera del recinto y busco en mi pantalón las llaves del carro, entró en este y enciendo el motor luego de sacudir un poco las gotas de agua de mi cabello. Comienzo a conducir bajo la lluvia por la carretera en busca de Mia, Tessa no me a dicho que tan lejos a llegado antes de que su auto se varara, así que intento observar bien bajo la cortina de lluvia en busca del Bugatti de Mia. Si Sammantha me viera ahora mismo, estoy seguro de que se volvería loca y luego me volvería loco a mi, me diría que no debo manejar bajo la lluvia ya que tengo tres hijas a las que debo de cuidar y que no podría hacerlo si tuviera un accidente en la carretera. Luego de media hora conduciendo reconozco su auto a un lado de la carretera, me estaciono detrás y le hago señas con las luces del mío, al ver que no sale de su auto toco el claxon, muy en mi interior estoy rezando porque no le haya sucedido nada, al verla salir sana y salva de su auto y correr hasta el mío me tranquilizo, abro la puerta del acompañante y ella entra rápidamente mojando todo.
-¿Te encuentras bien? ¿Por qué has salido a conducir bajo la lluvia?- Le pregunto sin poder reprimir mis impulsos mientras me quito la chaqueta de mi traje.- Toma, vas a pillar una pulmonía.- Se la extiendo y ella la toma dudosa.
-Gracias. Estoy bien, me he sentido mal y solo quería ir a mi casa para poder descansar, pero me he quedado sin combustible en el carro, siento haber arruinado tu cena.- Hasta desarreglada y pidiendo disculpas mientras se acomoda mi chaqueta sigue siendo sexy, su cabello está echo un desastre y no puedo reprimir el impulso de querer tocarlo, así que extiendo mi mano y aparto los mechones que se han pegado alrededor de su cara.
-No has arruinado nada, la cena estaba muy aburrida, no te preocupes.- Quito mi mano de su rostro y veo como ella me sonríe tímida a modo de agradecimiento.- ¿Por qué no le has pedido a Paul que te llevara a casa? No es bueno que andes sola a estas horas por la carretera.- Veo como se remueve incomoda en su asiento y compruebo mis dudas, no se a sentido mal, a discutido con Paul, estoy casi seguro de ello.
-Es que el no podía irse de su propia cena, y además, puedo cuidarme sola.- Niego con mi cabeza al escucharla, esa no es una buena excusa para salir a conducir bajo un diluvio y puedo notar a kilómetros que está mintiendo.
-El ya ni siquiera estaba en la cena Mia, no me mientas, si no quieres decirme que a pasado no lo digas, pero no me mientas.- Veo como machaca su labio inferior y me arrepiento de hablarle tan seco.- ¿Quieres que te lleve a tu casa? La grúa no vendrá hasta mañana a recoger tu auto y no puedes quedarte a dormir aquí.- Ella se abraza así misma y siento la necesidad de acariciar su piel, pero me contengo y apretó el volante del coche.
-Te agradecería que me lleves a mi casa.- Frunzo el ceño al oír el tono tan formal que utiliza pero decido no decir nada y enciendo el auto para volver a conducir por la carretera bajo la lluvia. Llevamos unos veinte minutos recorriendo la carretera en total silencio, verla tan callada me preocupa y no quiero presionarla para que me cuente que le a sucedido, pero me incomoda y molesta que actúe de esa manera, así que decido romper el silencio.
-Scarlett me a preguntado por ti, ¿Sabes?- Ella me mira con intriga y yo sonrió.- No suelo presentarle mis amistades y mucho menos mujeres, pero tu le has caído bien, y me a dicho que eras muy bella, hemos estado más que de acuerdo en eso.- La veo sonreír divertida y vuelvo mi vista a la carretera, luego de unos minutos oigo como aclara su garganta.
-No me fui de la cena porque me sintiera mal.- La observo de reojo y afirmo con mi cabeza, claro que no se sentía mal, eso ya lo sabía.- Paul y yo no estamos bien, casi no nos hemos visto estas últimas semanas, y cada que nos vemos solo discutimos.-Hace una pausa para suspirar y apartarse el cabello mojado.- Creí que esta noche podríamos estar juntos y pasarla bien, pero a sido todo lo contrario.- Suspira pesadamente y baja la mirada.- Me a dicho que le doy vergüenza.- En cuanto la oigo paro el carro en medio de la carretera.
-¿Qué? ¿Qué tu le das vergüenza? Pero si eres toda una mujer, y apenas si te conozco, creo que es lo más ridículo que a dicho, lo llevaré a uno de los burdeles de los barrios más bajos de Pensilvania para que vea lo que realmente es una mujer que da vergüenza.- Hablo sin siquiera pensar lo que estoy diciendo y me arrepiento en cuanto veo su cara de sorpresa.- Lo siento, no quise decir eso.- Ella sonríe divertida y la miro confuso.
-No quiero ir a casa, quiero divertirme.- Ahora soy yo el sorprendido por su repentino cambio de humor.- Quiero terminar lo que empezamos Josh.

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