MÍA.® (Historia Erotica +18)

Capítulo 18

-Salgamos de aquí Josh, por favor.
-Promete que no me harás detenerme, porque no se si podré hacerlo otra vez.
-Lo prometo, pero apresúrate.- El sonríe complacido y yo salgo de su regazo, bajo mi vestido rápidamente y evito las miradas lujurioso de los hombres de lugar. Josh deja un par de billetes sobre la mesilla y pasa uno de sus brazos por mi cadera y deja reposar su mano en mi trasero...

-¿Dónde aprendiste a bailar así?- Me encuentro sentada en su regazo con ambas manos de él apretando mi trasero por debajo de la tela de mi vestido, estamos en la misma habitación de la última vez.
-Una Dama jamás rebela sus secretos.- Me inclino hacía el y lo beso apresurada.
-¿Podrías bailar para mi?
-¿Te a gustado?
-Me a fascinado Mia.- Sus ojos brillosos me dan toda la confianza que necesito.
Me paro frente a él y comienzo a tararear una canción mientras sigo el ritmo con mis caderas, paso mis manos por todo mi cuerpo sin despegar mis ojos de los de el, tomo la parte inferior de mi vestido y lo jalo por encima de mi cabeza despojando mi cuerpo de casi toda prenda a excepción de un par de bragas, camino lentamente hasta el y desabotono su camisa para luego lanzar la por algún lugar de la habitación, me arrodilló frente a él y desabrocho su cinturón con un solo movimiento, cuando nuestras miradas se conectan siento que me quedo sin aire, su mirada es intensa y lujuriosa, cargada de deseo. De un movimiento se quita sus pantalones y los arroja lejos, toma mis caderas y me deposita en la gran cama con el sobre mi, coloco mis manos a los costados de su rostro y lo beso lentamente, torturando lo con los movimientos de mis caderas e introduciendo mi lengua tan lentamente que siento como me cuesta respirar. Rodeo su cadera con mis piernas y siento su prominente miembro entre mis piernas, lo tomo por desprevenido y me impulso desde la cama para dar media vuelta y quedar sobre el, coloco ambas manos sobre su pecho y comienzo a bailar sobre el, con mi feminidad y mis bragas pegadas a su miembro. Su cara es todo un poema en este momento, es una mezcla de lujuria y desesperación, lo estoy torturando lentamente, de un momento a otro veo como su cara se transforma, ya no puede más. Toma fuertemente mis brazos con una sola mano y con la otra arranca mis bragas, dejando finas quemaduras donde la tela rozó fuertemente mi piel.
-No puedo más Mia, por favor.
Me inclino para besarlo mientras el pone una de sus grande manos en mi trasero estrujándolo y la otra para acomodar su miembro en mi entrada, gimo alto cuando se introduce en mi de un solo golpe y clavo mis uñas en sus hombros con cada embestida sin apartar mi vista de sus ojos, es un mar de lujuria y placer absoluto, su boca entreabierta por donde se colan barios jadeos y gemidos me lo comprueban. Arqueo mi espalda y rasguño sus brazos cuando estoy llegando a mi límite, el pasa sus brazos por mis caderas abrazándome y me penetra un par de veces más para llegar el también. Josh deja caer su peso sobre la cama con mi cuerpo sobre el y respira pesadamente por unos minutos, luego me toma entre sus brazos y aparta el edredón de las sábanas para depositarme allí junto a él.
-Paul no tiene ni idea de lo que se está perdiendo al dejarte ir
-¿Qué sabes de mi y Paul?
-Casi nada en realidad, Tessa me a contado una que otra cosa, y he oído a Paul hablar con Ron, se que han peleado y que no han vuelto a hablar, y que según el tu no tienes ni la mínima intención de hacerlo primera.
-Es un idiota, como si yo fuera la que cometió el peor error.
-¿Por eso estas de club en club cada noche? Mia, embriagándote no le darás solución a nada.
-No es eso. Ahora debo pasar todas mis noches en mi casa junto a la madre más reprochadora del mundo y no puedo huir al apartamento de Paul, así que no tengo donde ir. Prefiero embriagarme en un club a pasar más de doce horas junto a mi madre, créeme.
-Lamento que tenga que ser así Mia, no lo sabia.- Observo de costado su ceño fruncido y sonrío.
-Está noche no importa.- Quito el edredón de nuestros cuerpos y me recuesto sobre el besando apasionadamente sus labios. -Quiero aprovecharte todo lo que pueda.
El sonríe ampliamente y da media vuelta para dejarme bajo su cuerpo, sus manos viajan de mis senos a mis caderas y sus labios exploran toda mi cavidad bucal, esta si que será una buena noche.

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