MÍA.® (Historia Erotica +18)

Capítulo 19

La luz del sol que se escapa por las cortinas hace que me despierte de un profundo y placentero sueño. Recuerdos de la noche anterior llegan a mi mente y volteo sonriente para observar a Josh, pero el no esta aquí, su lado de la cama está bien hecho y en su mesa de luz hay un ramo de flores, unas llaves y una nota, tomo la nota y leo más de una vez lo que dice, tengo que estar soñando; “Mia, lamento mucho que despiertes sola, he tenido que viajar de urgencia a Pensilvania. Quiero que tengas unas  llaves del apartamento, lo he comprado hace un mes, la primera vez que nosotros… Por si las cosas con Paul siguen mal y no tienes donde huir, no quiero que vayas a emborracharte a un club. JS” Sonrío y me dirijo al baño para tomar una ducha rápida y regresar a casa. En el gran espejo del baño hay otra nota que pone; “Paul no tiene idea de lo que está dejando ir” tiro la nota a la basura y me meto en la regadera, el simple hecho de pensar en Paul o en mi madre me agota.
JOSH STEPHENSON
Aparco el auto en el garaje de la casa de Ron y Tessa, ayer me han llamado y me han dicho que venga directo aquí cuando regrese de California, supongo que mis niñas estarán aquí y comeremos algo todo juntos, muero de hambre.
—Hermana mía.— Tessa es la primera en recibirme, la rodeo con mis brazos y depósito un beso en su coronilla.
—¿Cómo te ha ido en tu pequeño viaje? Creo que tenemos mucho que conversar.—
—¡Papá!— Oigo a Scarlett llamarme y luego correr hasta mis brazos, la elevó en el aire y la estrujo contra mi pecho.
—Pequeña mía…— Bajo a Scarlett de mis brazos y veo a sus hermanas correr hasta mi para que las tome en mis brazos también, luego de unos segundos las deposito en el suelo junto a su hermana y beso las mejillas de las tres.
—Samm— Rodeo a Sammantha entre mis brazos y ella deposita un casto beso en mi mejilla.
—Hermano.— Estrecho su mano y tiro de el para abrazarlo. Estas recibidas son muy normales en mi pequeña familia, somos muy unidos y odiamos las despedidas, pero amamos los reencuentros.
—Vamos, la comida ya está lista.— Samm y Tessa se dirigen a la cocina y yo me dirijo al comedor.
—Josh.— Ron llama mi atención mientras yo siento a las niñas en sus respectivos lugares den la mesa, hago una señal con la cabeza para que sepa que lo escucho. —Josh.— Vuelvo a asentir con la cabeza mientras deposito una servilleta de tela en el regazo de Scarlett. —Josh, ¿Puedes ponerme atención?— Vuelvo a asentir con la cabeza y coloca una servilleta a modo de babero en la remera de Julianne. —Josh Said, ¿Puedes mirarme a los ojos?— Dejo de atender a las niñas y miro a mi hermano. —Júrame que no le tocas te un pelo a Mia. Me prometiste no hacer nada, que no te meterías en el medio de su relación. Júramelo Josh, dime que no rompiste tu promesa.
—¿De que promesa hablamos?— Por la puerta de la cocina aparece Sammantha con una mamadera de leche para Julianne.
—De ninguna.— Niego con mi cabeza y veo a Tessa mirando a Ron.
—Estas enfadado. Josh, ¿Qué hiciste?— Tessa se cruza de brazos y me mira.
—Papá le tocó un pelo a Mia.— Scarlett repite lo dicho anteriormente por Ron y yo solo quiero que dejen el tema en paz, si comienzo a hablar arruinare el almuerzo.
—¿Estuviste con Mia?— Tessa no parece muy sorprendida al preguntarlo.
—¿Quién es Mia?— Sammantha si para el sorprendida y bastante confundida.
—¡Tengo hambre!— Observo a Isabella que juega con sus cubiertos y hace pucheros.
—Mamá y yo traeremos la comida, deja de jugar con tus cubiertos.— Le hago una seña a Ron con la cabeza para que deje el tema y se siente en la mesa, luego camino hacía la cocina con Sammantha siguiendo mis pasos.
—¿Quién es Mia? ¿Y qué fue lo que hizo para lograr que tu rompieras una de tus promesas?— Veo como se cruza de brazos y se recuesta en la puerta impidiendo mi escape.
—No es nadie, solo olvídalo, son cosas de Ron.
—Estuviste con ella y Ron lo sabe. Tu no hablas de las mujeres con las que has estado, así que la conoce, ¿Sales con ella?— La sorpresa y duda en su rostro hace que me ponga cortante y a la defensiva al instante.
—Claro que no Sammantha, sabes que no salgo con nadie. Mía no es nadie, fue una noche de placer y no más.— Mi mente reacciona al instante, se en el fondo que sentí esa noche como más que solo placer.
—De acuerdo. Llevemos la comida.— Se voltea con una fuente en sus manos y yo tomo las otras dos. Maldita Mia, escuchar su nombre solo hace que sienta la necesidad de llamarle y ver como se encuentra, estrujarla entre mis brazos como anoche y sentir el calor de su perfecto cuerpo, su respiración profunda y pacifica, su largo cabello extendido por las almohadas y sus piernas enredadas con las mías…

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