MÍA.® (Historia Erotica +18)

Capitulo 29

-Llevas el body que te regale.- Al no escuchar respuesta por mi parte durante unos minutos, nada suavemente, aún con mis piernas enroscadas en su cadera.

-Resulta que descubrí que me hacen sentir verdaderamente sexi.

-Tu resultas ser sexi hasta con una túnica, Mía.- Suspiro con una sonrisa y el deja de nadar, observo en dirección a las chicas, no las veía, desde aquí solo se veía la roca, estábamos bajo ella casi junto a la pared. Observo sus ojos y tiene ese brillo erótico que tanto me puso la primera vez, mierda.

-Josh.- Medio gimo su nombre y giro sobre su cuerpo, sin soltar su cuello, para pegarme más a él, cierra fuertemente los ojos maldiciendo en voz baja, se que está tan caliente como yo, a pesar de que prometió no sobrepasarse.

-No me hagas esto.- Su voz es sería, pero sus ojos son un huracán de brillo y lujuria, así que me olvidó del resto del mundo y meto una mano entre nosotros para acariciar abdomen, el gruñe pero no me detiene.- Mierda Mia para por dios.- Nuestros ojos no se separan ni un momento y cada vez veo más deseo, así que meto mi mano dentro de su pantalón, el mueve sus manos pero rápidamente las vuelve a colocar en mi cintura y apretarla fuertemente.- No voy a tocarte Mía, te prometí mantener mis distancias.

-Y me encanta que mantengas tu distancia, pero yo no he prometido nada.- Sigo masturbándolo y quito mi otra mano de sus hombros para ver si me sostiene, y así es, firmemente por mis caderas. De un solo movimiento tomo la tela del body que cubre mi intimidad y la mantengo a un costado y con mi otra mano saco su miembro a fuera posando la punta en mi entrada, veo como cierra los ojos y traga duro, comienzo a moverme, soltando silenciosos gemidos, sus manos en mi cadera cada vez se aprietan más, Sin quererlo su polla entra dentro mío llenándome, duele pero es un dolor placentero, sus ojos se vuelven a cerrar pero no se mueve ni un centímetro, solo aprieta más mis caderas si es que es posible, así que me muevo yo, la saco casi por completo y vuelvo a introducirla lentamente, maldita sea, se siente tan bien. Sigo así varias veces más hasta que abre sus ojos a tope.- Mía detente ahora.- Ignoro sus palabras, se siente tan abrazadoramente bien, vuelvo a hundirme lentamente en el y siento sus uñas clavarse en mi, no quiero detenerme. Comienzo a moverme un poco más rápido cuando escucho un gemido, aumento el ritmo de las embestidas y siento que me corro en cualquier momento, observo los ojos de Josh y se lo que quiere, me muevo más y más rápido.

-¡El almuerzo está listo!- Oímos el grito por encima del lago y por la sorpresa me sobresalto y me alejo de Josh, el rápidamente me dijera un brazo y me vuelve a acercar a el.

-Mierda Mía.-Josh cierra los ojos y con un gruñido se acomoda los pantalones y se gira para volver a ofrecerme su espalda de flotador. Salimos del lago y comienzo a caminar pero me detengo al ver que Josh no me sigue, volteo y observó que me mira fijo, sigo su mirada y noto que tengo en la cintura las uñas clavadas de Josh y la silueta de sus manos en un vívido rojo, como si me hubieran golpeado allí, miro al culpable y este niega con su cabeza. ¿Estaría mal admitir que estás marcas me gustaban?