Capitulo 26

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Veo a Josh sentarse delante de mi e interrumpir mis pensamientos
-¿Qué haces aquí?- Niego con mi cabeza mientras lo interrogó.
-No puedes andar paseando por las calle de una ciudad que no conoces.
-¿Y como sabías que estabas aquí?- Cruzo los brazos y veo como su mirada se dirige rápidamente a mis pechos y luego a mi ojos, mierda.
-No lo sabía, Luego de dejar a Samm en los departamentos conduje de nuevo al restaurante y camine unas cuadras, supuse que debías estar en algún bar o cafetería.
-¿Y entraste en cada bar y cafetería hasta este?- Me sorprende la dulzura de mi propia voz.
-Mas o menos.- Asiento con mi cabeza y miro hacía otro lado, su mirada me pone nerviosa.- ¿Quieres volver a la casa?- Niego con mi cabeza.- Bueno, puedo invitarte a dar un paseo entonces.
-No creería que fueses un tipo al que le gustase dar paseos.
-Bueno, te sorprenderían las muchas cosas que me gustaría hacer.- Se perfectamente que eso fue doble sentido, pero paso de eso y me levanto de mi lugar para ir a caminar, no sin antes dejar dinero sobre la mesa.
Camino en silencio siguiendo sus pasos, se que quiere decirme algo porque se voltea varias veces a verme, pero no estoy segura de querer saber lo que quiere decir. Llegamos hasta su auto que está justo frente al restaurante y nos montamos en el, Josh baja las ventanillas y enciende el estéreo, de fondo suena un CD de música lenta que va perfecto con el ritmo al que decide conducir, Luego de unas cuadras le oigo suspirar pesadamente y lo observo.
-¿Qué sucede?- El niega con su cabeza y no dice nada.- Se que quieres decirme algo, todo el camino a pie me observaste, dime.
-Mia, que te observé no significa que tenga algo que decirte, lo hago porque eres realmente bella, y ese vestido te queda condenadamente bien.- Sonrió sin poder ocultarlo, me gusta que sea tan sincero y directo.- De igual forma si quiero preguntar.
-Dime.
-¿Qué pasa con tu cumpleaños? ¿Acaso no te gusta envejecer?- Ambos reímos, pero la sonrisa se me borra cuando intento dar una respuesta, ninguna parece buena opción, pero tampoco quiero mentirle, el es sincero con migo.- Sabes que puedes confiar en mí, después de todo…- Luego de meditar varios minutos en silencio intento dar una respuesta.
-Sucede que no tengo un pasado muy lindo en realidad, y no es algo de lo que este orgullosa o quiera festejar.
-Y Paul lo sabe.- Le digo que si con la cabeza y el frena tras los demás autos esperando a dar el semáforo.- ¿Puedo preguntar?- Sus mirada tan intensa me hace perderme, algo en el me da confianza y un sentimiento de sosiego. 
-Cuando tenía 14 mi padre falleció, y quedamos solas con mi madre y mi hermanita pequeña. Resultó que no conocíamos en nada a mi padre, la persona que aparentaba ser con nosotras era totalmente lo opuesto a lo que si era. Meses después de que falleció unas personas fueron a nuestra casa y nos hablaron de una deuda que tenía.- Niego con la cabeza siendo incapaz de continuar, mierda como duele recordar, desearía no tener memoria.
-¿Apuestas?- Luego de doblar en una esquina me observa.
-Prostitutas. Iba a una.. un lugar y bueno, ya sabes, el muy imbécil usaba a esas pobres mujeres.
-Mia, las mujeres lo hacen por elección, conocí demasiadas aquí en la ciudad cuando me metí en las drogas.
- No Josh, estás eran niñas, las obligaron. Nos dieron un listado de todas las mujeres con las que había estado y no pagado.- Froto mi cara con frustración.- Allí estaba todo, sus nombres, sus edades, cuántas veces habían estado con mi padre, las fechas los días...
-Mierda.
-Y era un centenar de Miles de dólares. Y alguien tenía que pagar eso.- El niega con la cabeza cuando titubeó y detiene el auto frente a una plaza.
-Mia si te duele recordar no tienes que contarme.- Extiende su brazo y aparta el mechón de cabello de mi rostro.
-Jamas se lo conté a alguien, hasta el día de hoy solo lo he hablado con Paul, creo que siempre sentí que eso le daba cierto poder sobre mí...- El asiente y yo continuo.- Cómo no teníamos un mísero dólar para pagar, estos hombres le ofrecieron un trato a mi madre.- Respiro profundo intentado contener las lágrimas y lo suelto de una vez.- Yo debía ir con ellos y hacer exactamente lo que esas chicas a mi padre, y cuando mi hermana creciera, ella también lo haría. No había otra opción, debíamos pagar y la manera más rápida...- Las lágrimas caen por mis mejillas como cataratas, Josh mira las calles y yo igual, ninguno de los dos es capaz de mirar al otro.
-¿Tu madre acepto ese trato?
-Si.

MÍA.® (Historia Erotica +18)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon