Capitulo 12

16.4K 707 25
                                    

Desde que mi hermano regreso a Italia por sus labores de alteza real, he tenido los días más duros, no sé qué me pasa, pero en cada momento pienso en él y que ya no lo veré nunca más, según mis amigos, tengo depresión por mi hermano, pero yo quiero creer que tengo alguna enfermedad ya que siempre llego de la escuela a casa y solo me pongo a llorar hasta quedarme dormida, no creí que la noticia de mi hermano me afectaría mucho, pero al parecer si y me gustaría que todo lo que nos dijo fuera mentira, aun no me ha llamado como lo prometió, pero sé que no tiene tiempo y en serio que logro comprender eso, pero no, aún sigo pensando egoístamente que él no se debería casar y debería vestir santos.

-Charlotte – Tocaban mi puerta – Charlotte.

-¿Si?

-Cariño, hay algunas personas aquí afuera que te quieren ver.

-No quiero ver a nadie mama.

-Hija, pero, son tus amigos.

-No mama, ahorita no.

En ese preciso momento la puerta se abrió y no quería ver quiénes eran pero al escuchar su voz, ya sabía que no me dejarían en paz.

-Nosotros nos encargamos Señora Reynolds, no se preocupe.

Y solo escuche la puerta cerrarse.

-Bien Charlotte, no hemos venido hasta aquí para que no nos recibas, así que levanta tu culo de esa cama y vístete que haremos que vuelvas a hacer la misma Charlotte de una semana atrás.

-No quiero Susana

-Y ¿Si mejor nos quedamos aquí con ella a ver películas?

-No Sebastián, venimos con un propósito y no hare que ella se quede aquí comiendo helado, mientras que su novio ya se fue a divertir por ahí con otra.

¡Cierto! Se me había olvidado comentarles que mi hermano no era mi novio, pero no podía decirles nada aun porque si no todo sería descubierto.

-No Susana te aseguro que eso no tiene nada que ver

-Si como no Charlotte, si desde el día que él se fue tu haz estado así, toda depresiva y no hay nada que te anime, hasta en la escuela ya pareces un zombi, ya no hemos visto a la Charlotte que le hacia la vida imposible a Lucia, ¿Qué te ha pasado?

-Te aseguro que volveré a ser yo, pero por favor déjenme sola.

-No eso sí que no, así que mejor alístate que iremos a dar una vuelta y puede que hasta vayamos de fiesta en la noche.

La verdad no me apetecía salir, pero si no le hacía caso estaba segura que ella misma me sacaría de mi casa así con todo y pijama y además lo de la fiesta no se escuchaba tan mal, pero la última vez que fui con ella todo no salió planeado, pues tuve que inventarme una excusa en casa porque ni siquiera llegue a dormir y ella tampoco a la suya y además hasta habíamos amanecido en un césped de alguna casa que ni era en donde habíamos ido a la fiesta.

Así que sin más apuros les dije que solo miraran pero no desacomodaran nada de mi cuarto y me dispuse a bañarme, sabía que todo el día estaría afuera y lo más cómodo que pude encontrar pero decente para ocuparlo tanto en la mañana como en la noche había sido una falda media circular, con una blusa de color blanca y mis tenis, no tarde mucho en cambiarme y arreglarme un poco, ya que mis ojeras eran de espanto y mi cara a decir verdad era todo un dilema, pero estaba decidida a salir y disfrutar por lo menos así no pensaría tanto en David y su ausencia dolería menos.

-Bien estoy lista – pronuncie saliendo del baño.

-Perfecto, vámonos.

No tardamos mucho en llegar a una cafetería en donde al parecer solo era para exclusivos empresarios, pero como siempre para Susana no había lugares inalcanzables.

¿Jugamos? EDITANDO.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz