Capítulo 49

11K 541 45
                                    

Con mi habitual pijama baje al encuentro con mis padres, ambos sentados en el comedor, tomando su desayuno.

-Cielo, ¿Aún no estás cambiada? Ya es tardísimo.

Papá miro su reloj. Y frunció el entrecejo.

-No iré por hoy. – Articule con tranquilidad. – Tengo una decisión que contarles.

Rechacé el desayuno que Gail traía para mí y le pedí que lo cambiara por un vaso de leche tibia y galletas de azúcar. Amablemente, acató la orden.

-¿Podrías decirnos que te esta perturbando todos estos días? Te hemos notado extraña y tú madre no ha querido hacer comentarios para darte tu espacio. Pero creo que ya es suficiente.

-Acepto la propuesta de la abuela. Me iré a Italia. – Lo solté sin más.

El silencio inundó la habitación recordándome que mis padres podrían oponerse a mi decisión.

-¿Estas segura? Porque ahora todos los ojos estarán en ti.

-Si papá lo pensé y creo que es lo mejor, además lo platiqué con David y llegue a un acuerdo de que no puedo esconderme de mis responsabilidades, que soy una princesa y debo aceptarlo. – La realidad era que trataba de ocultarme.

-Bien, me pondré en contacto con la abuela para tu viaje, y le pediré a un amigo que nos preste su avión de nuevo para que viajes sin problemas.

-¿Puedo preguntar quien es tu amigo? – Lo miré confusa.

-Bueno, ya no hay problema en que lo sepas. Es tu profesor, el señor Diamond.

Mis días no podían ir peor. Diamond siempre iba a estar involucrado con mi familia.

-¿Desde cuando lo sabes? – Papá y mamá se miraron confusos.

-¿Qué? Antes de la gala benéfica, ¿A que viene tu pregunta?

-Pensé que era un simple profesor de instituto.

-Pues, lo es, solo que aparte tiene una empresa que se especializa en tecnología y ve por la hambruna en el mundo, sus visiones son muy buenas a corto y largo plazo.

-Ya. – Me sentía asqueada - ¿Por qué no me lo habían dicho?

-Pensamos que, si te impartía clases, era mejor que no lo supieras y pensaras que tu estado académico dependiera de los negocios entre empresas.

-¿De él es el avión privado que nos llevo hasta España?

-Si, se enteró que haríamos un viaje largo y que necesitaríamos mucha discreción, así que se ofreció en prestárnoslo.

-No lo quiero. – Era una confesión para mis adentros.

-¿Qué? Cariño, estás extraña, ¿Dije algo malo?

-No papá, no quiero su avión y mucho menos tener alguna relación con él. Mi hermano y yo ya habíamos hablado del tema. – Era mentira, pero tenía que librarme de mi padre. – tomaré un vuelo comercial, hasta llegar a Italia, en Italia, alguno de los choferes puede pasar por mí en la parte trasera del aeropuerto y así llegare bien al palacio. Por el momento no se harán declaraciones a las sospechas y todo llevará su curso normal, hasta que me adapte se hará el anuncio oficial.

-Cariño, ¿Quieres que te acompañemos? – Mamá me tomo la mano.

-No mamá, estoy bien. Puedo manejarlo, maneje cosas peores antes, esto lo haré muy bien ya verás. – Le sonreí cálidamente.

-¿Tienes planeado tu fecha de partida?

-Hoy en la noche, aun no he comprado los boletos, pero cualquier asiento estará bien, contando las horas de vuelo y la zona horaria de Italia, estoy segura de que al medio día llego o en la tarde, mientras ustedes paneas se levantan.

¿Jugamos? EDITANDO.Where stories live. Discover now