Capitulo 42

14.3K 530 22
                                    

-Charlotte, arriba cariño.

-No mamá, hoy no voy a la escuela. – Murmuré.

Su voz ronca sonó por la habitación.

-No soy tu madre mi vida, pero si quieres te puedo quitar de la cama en mi brazos. Además, tu cuerpo es digno de que lo pinten. – Me recorrió la espalda con su índice.

Al sentir un cosquilleo, levante mi cara de la almohada.

-James, es muy temprano, mira, apenas sale el sol.

-Cielo, ya es tarde, ya deberíamos de estar llegando a nuestro destino vacacional.

-James es solo un día, hoy podemos quedarnos en casa y en la cama. – Le sonreí de manera coqueta.

-¡Oh cielo! No sabes que tentadora está tu oferta, pero no, ya tenemos planes desde ayer y no debemos desaprovecharlos, así que arriba o te llevo así desnuda al estacionamiento.

Al escuchar la palabra "desnuda" me di cuenta que en realidad si lo estaba, ambos estábamos desnudos para ser precisos y la sabana ya solo me cubría la parte baja de la espalda.

Por inercia tome la sabana y me cubrí hasta la barbilla.

-Cariño, te he visto desnuda varias veces y esta no será la primera vez, así que levanta tu culo redondito y ponte en marcha. – Me dio un palmazo y se fue directo al closet.

Tome el tiempo necesario para admirar la belleza de hombre que me había tocado.

-¿Tienes buena vista?

-Sin duda la mejor. – Me mordí el labio.

-Si sigues de acosadora, tendré que encerrarte. – Se colocó su bóxer de la noche anterior.

-No me importa si el policía eres tú.

¿Acaso hoy me habían dado una pastilla de ánimo sexual?

-Vaya que hoy tenemos lengua viperina – Introdujo sus brazos en una camisa blanca.

-¿Por qué no te duchas hoy conmigo? – Pronuncie con la voz más dulce. – Debemos ir limpios a nuestro lugar vacacional.

-¿Es tu forma de retenerme en esta casa? – Me miro a la cara.

-No, es mi forma de pedirte que te duches conmigo.

-Está bien.

Sin apego ninguno a su ropa, se deshizo de ella, rápidamente el bóxer y la camisa quedaron en el suelo y sus fornidos brazos cargaron mi diminutivo cuerpo. Giro la llave de nuestra ducha y me dejo en el piso de azulejos. Nos sumergimos en la lluvia artificial de una espaciosa regadera y como buen hombre comenzó a enjabonarme la cabeza.

-Mmmm, huele deliciosos, ¿De dónde es el shampo?

-Laura lo ha traído de su lugar natal. Villa rica de España, es completamente natural, no suelo ocuparlo por su aroma, pero se ve que a ti te sienta bien.

-Me ha encantado.

Cerré por un momento los ojos mientras él me masajeaba mi cuero cabelludo y me enjuagaba. Al abrir mis ojos y vernos a ambos compartiendo una de las cosas más normales de cada uno, me dí cuenta que en verdad me estaba encariñando más de la cuenta.

-¿Te puedo decir algo?

-Me puedes decir lo que quieras.

-Te vez como un hombre completamente sexy.

-Charlotte esto es solo una ducha recuérdalo.

-¿Qué te parece si te prometo lo que quieras y hoy solo me satisfaces? Por lo menos ahorita.

¿Jugamos? EDITANDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora